Pagar por pasear en Venecia

María Signo ROMA

ACTUALIDAD

MARCO BERTORELLO

Los turistas que quieran entrar a la ciudad deberán abonar hasta 10 euros

14 ene 2019 . Actualizado a las 13:19 h.

A partir de la próxima primavera para entrar en Venecia habrá que pagar, al igual que se hace para visitar un museo. El Gobierno italiano ha autorizado al ayuntamiento para que establezca una tasa de acceso para las estancias sin pernoctación similar a la ya existente para aquellos que duermen en los hoteles y así poner límite al elevado número de turistas que cada año invaden Venecia. Esta «tasa de desembarco», que no puede superar los 10 euros, existe ya en las varias islas italianas como Capri, Elba o La Maddalena, así como en pequeñas localidades como la casi abandonada Civita di Bagnoregio.

Para el alcalde veneciano, Luigi Brugnaro, es algo que esperaba desde hace tiempo: «Así empezaremos a cubrir tantos costes extraordinarios como tiene una ciudad extraordinaria como es Venecia», declaró, mientras aseguraba que la tasa servirá en primer lugar para financiar la limpieza de la ciudad. Los primeros que pagarán serán los turistas que cada día desembarcan de los grandes trasatlánticos. También será fácil aplicarla a quienes llegan a la ciudad con los lanchones que transportan visitantes desde las localidades del litoral. En el reglamento, que ya se ha empezado a perfilar, el ayuntamiento tendrá que establecer además la modalidad de pago de quienes lleguen en tren y en autobús, así como los pocos que lo hacen en coche privado. El alcalde aseguró que se tendrá en cuenta «quien vive, trabaja y estudia en la ciudad», que estarán exentos del pago de la tasa. Quien pernocta en la ciudad ya paga la tassa di soggiorno, que va desde 1 euro hasta un máximo de 5 euros por noche, mientras que los conocidos como mordi e fuggi (muerde y corre), que apenas dejan gasto, ahora tendrán que pagar entre 2,5 y 5 euros. Todos en Venecia aprueban la medida: «Se necesitan decisiones valientes para que Venecia no se convierta en un museo, en una agencia de viajes en la que todos están ocupados en hacer el check-in», comentó el Patriarca de Venecia, monseñor Francesco Moraglia.

La intención de Brugnaro es la de hacer de Venecia una ciudad más vivible y con menos presión del turismo. Aunque es difícil calcular el número de visitantes diarios, la cifra podría estar entre los 22 y los 27 millones al año, mientras que los datos oficiales hablan de 10,5 millones de pernoctaciones en el 2017. El próximo mes de julio la ciudad tiene una cita importante con la Unesco, que tendrá que decidir si Venecia entra a formar parte de los lugares Patrimonio Mundial en Peligro, al no haberse logrado eliminar el recorrido de los trasatlánticos por la laguna, mientras sigue aumentando el éxodo de residentes y la degradación provocada por la masificación turística. 

Florencia, la siguiente

Otros lugares de Italia como Florencia y los cinco pueblos de la Liguria que forman las Cinque Terre han puesto sus ojos en la iniciativa veneciana. El alcalde florentino Dario Nardella, ya ha pedido al Gobierno una ley igual «para todas las ciudades históricas del país», mientras continúa con la batalla del ayuntamiento contra los turistas maleducados «que no respetan Florencia». Fabrizia Pecunia, alcaldesa de Riomaggiore, una de las localidades de las Cinque Terre, también piensa en una medida como la veneciana mientras anuncia el aumento de la tasa de pernoctación, única que hasta ahora pueden aplicar. Cada año reciben 3,5 millones de visitantes, la mayoría en jornada, lo que supone una media de 80 turistas por cada habitante en una zona que en 1997 fue declarada por la Unesco Patrimonio de la Humanidad.