La ONU dice que el asesinato de Khashoggi fue «planificado y perpetrado» por funcionarios saudíes

La Voz REDACCIÓN / AGENCIAS

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ERDEM SAHIN | EFE

La relatora que encabeza las investigaciones cree el crimen tiene unas implicaciones que requieren «la atención urgente de la comunidad internacional»

02 abr 2019 . Actualizado a las 16:20 h.

La relatora de Naciones Unidas que encabeza las investigaciones sobre el asesinato de Yamal Khashoggi, Agnes Callamard, ha afirmado este jueves que el periodista saudí fue «víctima de un asesinato brutal y premeditado, planificado y perpetrado por funcionarios de Arabia Saudí».

En un comunicado publicado tras su visita a Turquía para conocer sobre el terreno el máximo de datos posible sobre el caso y que recoge Europa Press, Callamard ha dicho que «las pruebas recopiladas» durante su misión «muestran 'prime facie'» este extremo.

«El asesinato de Yamal Khashoggi y la pura brutalidad del mismo han causado una tragedia irreversible para sus seres queridos. Asimismo, supone una serie de implicaciones internacionales que requieren la atención urgente de la comunidad internacional, incluida la ONU», ha agregado.

Callamard, que presentará su informe final en junio ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, ha resaltado que las investigaciones de su equipo son «un paso necesario, entre otros, para revelar la verdad y una rendición de cuentas formal».

En este sentido, ha destacado que los esfuerzos de Turquía para investigar el caso han sido socavados por Arabia Saudí. «Desgraciadamente, se facilitó un momento y acceso inadecuado a los investigadores turcos para que llevaran a cabo un examen profesional y efectivo de la escena del crimen, tal y como requieren los estándares internacionales de investigación».

Así, ha explicado que el asesinato de Khashoggi en el interior del consulado saudí en Estambul violó el Derecho Internacional y las normas fundamentales que rigen las relaciones internacionales, incluidas aquellas sobre el uso de misiones diplomáticas. «Las garantías de inmunidad nunca estuvieron destinadas a facilitar la comisión de un crimen y exonerar a sus autores de su responsabilidad criminal u ocultar una violación del derecho a la vida», ha recordado.

En este sentido, Callamard ha argumentado que «las circunstancias del asesinato y la respuesta de los representantes del Estado (saudí) tras ello pueden ser descritas como 'impunidad por impunidad'». Por otra parte, ha confirmado que su equipo ha tenido acceso a informaciones sobre las investigaciones turcas, incluidas partes de unas «escalofriantes y espantosas» grabaciones obtenidas por los servicios de Inteligencia del país, si bien ha subrayado que las mismas no han podido ser verificadas por su equipo hasta el momento.

Además, ha señalado que no pudo tampoco reunirse con los investigadores que han estado trabajando en el caso, si bien ha dado las gracias al Estado turco por su apoyo y colaboración. Por último, ha destacado que el asesinato de Khashoggi es parte de un patrón de asesinatos de periodistas, activistas y opositores por parte de diversos regímenes.

«Huir al extranjero buscando seguridad se ha convertido en una forma cada vez menos fiable de protección», ha argüido. «La comunidad internacional debe adoptar una postura firme y colectiva contra estas prácticas», ha zanjado.

Callamard, relatora especial de Naciones Unidas sobre ejecuciones extrajudiciales, sumarias o arbitrarias, viajó a Turquía encabezando un equipo integrado por Helena Kennery, consejera de la reina de Reino Unido; el experto forense Duarte Nuno Vieira; y el investigador de homicidios Paul Johnston.

El asesinato de Khashoggi

Khashoggi, un periodista crítico con el régimen saudí que vivía fuera del país y que escribía para el diario The Washington Post, fue asesinado el 2 de octubre de 2018 en el interior del Consulado de Arabia Saudí en Estambul, donde había acudido para hacer los trámites para poder casarse con su prometida.

Tras varias declaraciones contradictorias sobre lo que le sucedió a Khashoggi, el régimen saudí reconoció que fue asesinado dentro de la legación diplomática por funcionarios que terminaron desmembrando su cuerpo.

El Gobierno turco ha dicho en anteriores ocasiones que está trabajando en colaboración con otros países en el marco de la investigación del asesinato de Khashoggi y ha acusado a las autoridades saudíes de no estar cooperando para descubrir la verdad.

El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, mantiene que el asesinato de Khashoggi fue ordenado en los más altos niveles de la jerarquía saudí, aunque el régimen saudí ha negado cualquier implicación del príncipe heredero, Mohamed bin Salmán.

Los fiscales saudíes han solicitado la pena de muerte para cinco de los once sospechosos detenidos por el asesinato del periodista crítico, que provocó la condena de la comunidad internacional y que dañó gravemente la imagen reformadora del príncipe heredero saudí.

Arabia Saudí ha afrontado una intensa presión internacional por el asesinato de Khashoggi, también por parte de Estados Unidos, su principal aliado, cuyo Senado ha aprobado una resolución que culpa directamente al príncipe por el crimen.