Pastor rechaza haber construido un relato del accidente para culpar solo al maquinista

Pablo González
Pablo González REDACCIÓN / LA VOZ

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BENITO ORDOÑEZ

«Nunca he dado una instrucción a los técnicos, ni para que conecten ni para que desconecten», dijo sobre la inhabilitación del ERTMS embarcado en el Alvia

12 feb 2019 . Actualizado a las 07:55 h.

La exministra de Fomento, Ana Pastor, se enfrentó al hecho de ser el primer presidente del Congreso que, en ejercicio de su cargo, comparece en una comisión de investigación. Pastor, que era la máxima responsable de Fomento cuando ocurrió el accidente de Angrois, aseguró que su prioridad en aquel momento fueron las víctimas, así como llevar a cabo una auditoría global de la seguridad ferroviaria en España. «Me involucré profesionalmente y personalmente en la atención a las víctimas», dijo, mientras hacía un repaso, en su intervención inicial, de la normativa aprobada durante su mandato en relación con los afectados y la seguridad ferroviaria.«Fue una noche dura, había personas que no se sabía si estaban, y algunos teníamos a algún amigo allí», explicó sobre el día del accidente, aquel 24 de julio del 2013. El tono de su comparecencia fue de guante blanco, incluso por parte de los diputados más aguerridos de la comisión.

«Se les acusa a ustedes de construir una verdad oficial sobre el accidente», puso sobre la mesa el diputado de Foro Isidro Fernández Oblanca. Pastor respondió que eso de «verdad oficial» le sonaba a regímenes pasados, pero afirmó: «Jamás de mi persona salió una atribución del accidente a nadie», dijo sobre el énfasis que se puso en su momento en la responsabilidad del maquinista. Pastor no quiso comentar el informe de la Agencia Ferroviaria Europea (ERA, siglas en inglés), en el que se asegura que las pesquisas de la Comisión de Investigación de Accidentes Ferroviarios (CIAF) realizadas durante su mandato no se habían ajustado a los parámetros mínimos de independencia. «Respeto lo que dice la ERA, no puedo valorarlo».

Gabriel Rufián (ERC) le pidió explicaciones sobre el retraso que pidió España para publicar ese informe crítico y la exministra explicó que ante cualquier documento que afecta a España se exigen garantías «para que no haya indefensión». Sobre la desconexión del ERTMS embarcado en el Alvia, Pastor enmarcó esta decisión en el ámbito de los técnicos. «Nunca les he dado una instrucción, ni para que conecten ni para que desconecten», alegó.

«Uno no tiene que meterse donde no se tiene que meter», dijo para reforzar su reticencia a contestar a preguntas relacionadas con asuntos técnicos que no estaban entre sus competencias. «¿Qué credibilidad puedo tener yo si me posiciono a favor o e contra de asuntos técnicos que se comentaron aquí?. No puedo ni debo». «Me estaría erigiendo en juez y no soy juez», añadió. «Era ministra de Fomento», le replicó Rufián.

Alexandra Fernández (En Marea) incidió también en el asunto de la desconexión, en qué hubiera pasado si el ERTMS estuviera activado en el Alvia. «No puedo hablar de hipótesis», respondió. Fernández le explicó que daba un último aviso al maquinista, y que si no lo reconocía, se frenaba el tren. Pastor siguió sin contestar. «Nunca he hecho un comentario sobre las causas del accidente». «Mi conciencia me dice que no debo responder a esto. Cometería una gran irresponsabilidad. Yo no puedo señalar a nadie».

También recordó Rufián la comparecencia del expresidente de la CIAF, Vicente Rallo, que volvió a la sala de la comisión para desmentir lo que había dicho horas antes, cuando aseguró que la propia Ana Pastor le había ordenado que no reabriera la investigación oficial, como pedía Bruselas. «Nunca le he dado instrucciones, lo vi tres veces y si lo veo en la calle no lo conozco», explicó. «Fue un lapsus, es una persona mayor». «Fue un lapsus muy largo», le espetó Rufián sobre la declaración de Vicente Rallo. «Aquí la perjudicada soy yo, pues aún hoy leí un teletipo que hablaba de interferencias mías. Jamás le he dado instrucciones», repitió. «Si se pone algo en mi boca que yo no dije, reacciono como una pantera», concluyó Pastor.

«La CIAF tenía entre sus funciones atender a las víctimas, y esa es una de las cosas que creo que no se hizo bien», admitió cuando desde Ciudadanos se le preguntó por errores en la gestión del accidente. Respecto a la colaboración con la investigación judicial y a la tardanza en remitir informes al juzgado, Pastor aseguró que nunca recibió un oficio judicial que no se respondiera. «Si alguien no lo cumplió, mal hecho».

«No le deseo a usted que tuviera que gestionar un accidente como este, ni siquiera pude ir a la cama ese día», dijo en los momentos más tensos de su intercambio de argumentos con Alexandra Fernández. Pero se mostró favorable a que se reabra la investigación oficial si hay elementos nuevos. «Quien tenga que investigar que lo haga». «Jamás he influido ni he dado instrucciones a la CIAF. Jamás me he saltado la ley. Tampoco aquí», le contestó a Pilar Cancela (PSOE).

Celso Delgado (PP) recordó que los avisos de peligro del jefe de maquinistas de Ourense sobre la curva de Angrois se produjeron antes de la llegada de Ana Pastor al ministerio y agradeció a la exministra su papel en la crisis. Pastor terminó su comparecencia como la empezó, con un recuerdo a las víctimas y un deseo de que se sepa toda la verdad.