Los vaqueros cabalgan otra vez en bolsa

Sara Cabrero
Sara Cabrero REDACCIÓN / LA VOZ

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JUSTIN SULLIVAN | Afp

La marca textil Levi Strauss se prepara para volver a cotizar en Wall Street 35 años después de haber dejado el mercado

16 feb 2019 . Actualizado a las 09:17 h.

Los vaqueros más famosos del mundo cumplirán 146 años el próximo mes de mayo. Y lo quieren celebrar por todo lo alto. Los herederos de aquella prenda que el alemán Levi Strauss y el letón Jacob Davis registraron en San Francisco en plena fiebre del oro planean festejar el casi siglo y medio de vida de sus conocidos pantalones con una fiesta en el parqué americano. Los responsables de la compañía textil han registrado ante la Comisión de Valores de Estados Unidos, el equivalente a la CNMV española, la primera comunicación sobre su próxima salida a bolsa en Wall Street.

El mercado financiero es un campo ya conocido para estos vaqueros. La compañía debutó en 1971 con una oferta pública de venta (OPV) de récord. Recaudó cincuenta millones de dólares, la mayor cifra que se había registrado hasta ese momento en la historia del mercado bursátil de Estados Unidos. No todo fueron alegrías. Poco tiempo después de presentarse ante los inversores, sus beneficios empezaron a caer, provocando un irremediable desplome de sus acciones. En 1984, y después de acumular varios meses de cifras negativas, los descendientes del fundador tomaron cartas en el asunto. Recompraron parte de la empresa en una operación valorada en 1.700 millones de dólares y, ocho años después, adquirieron el resto de las acciones que todavía quedaban en manos de empleados e inversores.

Ahora, defienden, las cosas son diferentes. La firma -que, según una estimación que maneja la CNBC, pretende captar entre 600 y 800 millones de dólares con esta operación y conseguir así una valoración próxima a los 5.000 millones- cree que su regreso al parqué puede ser una «oportunidad significativa» para impulsar su presencia en mercados emergentes como el chino, el indio o el brasileño. Como aval ha puesto sobre la mesa sus últimas cuentas. Levi Strauss cerró el 2017 con unas ventas de 4.900 millones de dólares y su facturación en el 2018 aumentó un 3 % con respecto al ejercicio anterior. Tienen más datos con los que adornar su carta de presentación. Actualmente cuentan con 13.800 empleados en todo el mundo y sus productos se venden en más de 50.000 tiendas de 110 países. 

Un pantalón para obreros

Poco se imaginaba el padre de los vaqueros que su tosca prenda acabaría paseándose en los selectos corrillos bursátiles. Mucho han cambiado las cosas. La que hoy en día es una de las compañías internacionales más influyentes del mundo de la moda nació en un humilde taller de San Francisco al calor de la fiebre del oro. Los rumores sobre las posibilidades de negocio que había abierto el dorado metal convencieron al teutón Levi Strauss. Hizo las maletas y se trasladó hasta la costa oeste. Allí abrió una pequeña tienda en la que proveía a pequeños minoristas de la zona con telas y artículos pensados para facilitar al trabajo a los mineros.

Pronto se dio cuenta de que las prendas que utilizaban los que picaban la piedra no soportaban el rigor de las duras jornadas. En el camino de Strauss apareció el sastre judío Jacob Davis y la cabeza de ambos se puso a funcionar.

En 1873, patentaron una ropa de trabajo reforzada con remaches de cobre, fabricada en lienzo marrón de algodón y tela vaquera azul. Su éxito pronto empezó a contagiarse a otro tipo de actividades y oficios que también demandaban prendas resistentes. Los campesinos y los cowboys cayeron rendidos a los pies de los Levi's. El producto empezó a salirse del plano estrictamente laboral y en los años veinte conquistaron la calle. Estrellas cinematográficas del género western como John Wayne catapultaron a la marca. Todos los americanos ansiaban tener unos Levi's en su armario. La Segunda Guerra Mundial volvió a marcar otro hito en las cuentas de la empresa. Los soldados estadounidenses destacados en Europa vestían Levi’s. Sin quererlo, habían abierto una oportunidad de mercado a Strauss y compañía en el Viejo Continente. La cultura hippy y las otras tendencias urbanas que fueron apareciendo en los años posteriores hicieron el resto.