Borrell ve «desproporcionado» romper relaciones con Venezuela tras la expulsión de los eurodiputados

La Voz REDACCIÓN / AGENCIAS

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Maduro echó el domingo a la misión de europarlamentarios que iba a visitar el país, entre los que estaba el popular Esteban González Pons, del PP, que exigió la retirada de España del grupo de contacto

18 feb 2019 . Actualizado a las 17:59 h.

El ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, Josep Borrell, ha considerado este lunes «desproporcionado» que España y el resto de la Unión Europea tomen medidas para romper las relaciones diplomáticas con Venezuela, en represalia por que el régimen de Nicolás Maduro no permitiera el domingo la entrada de un grupo de eurodiputados del Partido Popular Europeo. Venezuela expulsó el domingo a una misión de europarlamentarios que iba a visitar el país y sostener varias reuniones, entre ellas una con el jefe del Parlamento, Juan Guaidó, reconocido como presidente encargado del país por medio centenar de naciones, según informó el diputado español Esteban González Pons. «Nos están expulsando, primero nos han retenido, nos han retirado el pasaporte y sin explicarnos nada los pasaportes siguen retenidos. Nos están conduciendo a un avión que espero sea el que va a Madrid, pero nos están expulsando del país», dijo González Pons a Efe por teléfono de madrugada.

La comisión que viajó a Venezuela está integrada por Esteban González Pons, portavoz de la delegación española del Partido Popular en el Parlamento Europeo (PE); Esther de Lange, vicepresidenta del Grupo del Partido Popular Europeo (PPE) y Paulo Rangel, vicepresidente del Grupo PPE y tesorero.

También la conforman José Ignacio Salafranca Sánchez-Neyra, vicecoordinador de la comisión de asuntos exteriores del PE; Gabriel Mato Adrover, vicepresidente de la delegación América Central -ambos miembros de la Asamblea Europarlamentaria Latinoamericana-; y Juan Salafranca, secretario general adjunto del grupo parlamentario PPE.

«La razón que nos dan (para la expulsión) es que Maduro no quiere que estemos aquí», explicó González Pons desde el aeropuerto. El parlamentario hizo hincapié en que le mostraron a las autoridades una invitación que tienen de la Asamblea Nacional, de mayoría opositora, «porque esta no es una visita privada». Pons afirmó que están «muy indignados» y consideran que «esta es la última prueba de que este régimen se ha convertido en una dictadura tiránica».

Petición de retirada

Ante esta situación, comentó que pedirán a la Unión Europea y a España que «se retiren del grupo de contacto» que busca crear las condiciones para que se celebren en Venezuela unas elecciones presidenciales «justas» y «creíbles». Además, reclamará que «se incremente el número de dirigentes (del Gobierno de Maduro) sancionados».

En una rueda de prensa en Bruselas, Borrell ha subrayado que «naturalmente» España condena el veto a los parlamentarios populares y ha recordado que desde su Ministerio se han hecho gestiones para tratar de «facilitar» su entrada al país, pero ha querido dejar claro que no viajaban en nombre de una institución europea, sino que se representaban «a sí mismos». «Hay que distinguir entre una misión del Parlamento europeo y un viaje que organizan los eurodiputados representándose a sí mismos o, en todo caso, representando a los grupos políticos al que pertenecen. No es lo mismo», ha expresado Borrell.

Preguntado por si no cree contradictorio reconocer al líder de la oposición y presidente de la Asamblea Nacional, Juan Guaidó, como presidente encargado de Venezuela y, al mismo tiempo, mantener los canales diplomáticos abiertos con Caracas, el jefe de la diplomacia española ha advertido de que «no es un caso particular» y que el resto de países de la UE están en la misma situación. «Tenemos todo el interés del mundo en mantener la presencia diplomática activa en Venezuela», ha indicado Borrell, para después recordar que el elevado número de ciudadanos españoles que viven en este país.

Voluntarios para hacer frente al bloqueo

Por otra parte, el líder opositor venezolano Juan Guaidó fijó este domingo la meta de alcanzar un millón de voluntarios que deberán hacer frente al bloqueo del Gobierno venezolano a la entrada, el próximo sábado, de la ayuda humanitaria acopiada en Colombia, Brasil y Curazao, la mayoría enviada por Estados Unidos.

«Nuestra tarea principal es llegar al millón de voluntarios para el 23 de febrero. De forma presencial en los puntos de encuentro o de manera activa por redes sociales», pidió el líder opositor en un mensaje.