La casa de los horrores de Chiclana

Manuel Costoya
M. C. Cereijo LA VOZ

ACTUALIDAD

Una pareja regentaba un centro de mayores donde drogaba a los ancianos, los encerraba y les robaba sus ahorros

08 mar 2019 . Actualizado a las 08:00 h.

Hacer negocio con el drama de la soledad en una especie de casa de los horrores donde personas entre 80 y 100 años con recursos vivían en condiciones infrahumanas después de que una pareja de delincuentes lograse hacerse con todo su dinero y pertenencias. Este es el resumen de la llamada operación Teydea, una actuación policial de la que informó el jueves la Guardia Civil y que se inició con la muerte aparentemente natural de María Babes, una mujer de 101 años que ha destapado el gran negocio de Estrella y Markus, una pareja, cubana ella y alemán él, que actuaban como supuestos cuidadores de ancianos extranjeros solitarios y que han logrado hasta su detención un botín de casi dos millones de euros y diversas propiedades inmobiliarias.

LA MUJER QUE DESTAPÓ EL CASO. La muerte de María Babes, una alemana de 101 años a la que buscaba la Interpol, llevó a la Guardia Civil hasta el chalé de Chiclana, en Cádiz, donde una pareja los maltrataba y les robaba sus propiedades.
LA MUJER QUE DESTAPÓ EL CASO. La muerte de María Babes, una alemana de 101 años a la que buscaba la Interpol, llevó a la Guardia Civil hasta el chalé de Chiclana, en Cádiz, donde una pareja los maltrataba y les robaba sus propiedades. HANDOUT | AFP

María Babes destapó la liebre porque la buscaba la Interpol, que sospechaba de una antigua pareja de cuidadores de la mujer cuando esta se encontraba en Tenerife. La pareja no era otra que Estrella y Markus que convencieron a la anciana para que se fuese con ellos a su residencia en Chiclana de la Frontera. Allí le prometieron cuidarla. La Guardia Civil destaca el elevado poder de seducción de Estrella y Markus. Con sus engaños captaron a su víctima, anularon su voluntad y lograron hacerse con su suculenta pensión y varias propiedades.

Contactos discretos

Los investigadores comprobaron que María Babes había ingresado en esta residencia de Chiclana después de pasar por varios hospitales, debido a una situación grave de salud. Los informes médicos alarmaron a los investigadores porque presumían una posible negligencia en sus cuidados. Pero todas las alarmas saltaron cuando se estudió la situación económica de Babes. El saldo de la mujer había pasado de más de 162.000 euros en octubre del año pasado, a 300 a mediados de diciembre. También había vendido su casa en Tenerife sin recibir ni un euro.

Los agentes mantuvieron discretos contactos con Babes en los que fueron atando cabos. La mujer les confesó que la mantuvieron encerrada y maniatada varios meses en un chalé alquilado, la casa de los horrores de Chiclana. También averiguaron que Babes había firmado dos protocolos notariales, en el que primero otorgaba un poder absoluto a favor de sus cuidadores y en el otro los nombraba sus herederos. Y todo ello se produjo cuando estuvo ingresada en un centro hospitalario por graves problemas de salud.

La «casa de los horrores» está ubicada en el extrarradio de Chiclana de la Frontera (Cádiz)
La «casa de los horrores» está ubicada en el extrarradio de Chiclana de la Frontera (Cádiz) Román Ríos | Efe

Los investigadores pusieron todos estos datos en conocimiento de la autoridad judicial y se preparaban para entrar en el centro de Chiclana. Pero Babes se dejó convencer de nuevo por sus cuidadores. A pesar de las advertencias policiales, la anciana abandonó con Estrella y Markus la residencia. Inexplicablemente, Babes falleció en el trayecto. No hubo testigos, ni cadáver para poder practicar la autopsia, porque la pareja logró una incineración urgente del cuerpo.

Los investigadores han destacado la extrañeza de la muerte ya que la mujer esa misma mañana aparecía en un vídeo en perfecto estado de salud tocando la pandereta en un desayuno del centro. Los datos policiales revelan que Babes salió de la casa a las 11 de la mañana, pero su muerte no se comunicó hasta las cuatro de la tarde.

Dopados y con sondas

La Guardia Civil logró la autorización judicial para poder intervenir, entrar en el chalé de Chiclana y arrestar a Estrella y Markus. Los investigadores se encontraron allí con un panorama dantesco. Pudieron rescatar con vida a Elisabeth, una septuagenaria holandesa, y Silvestre, un octogenario alemán, que los detenidos mantenían encerrados, drogados y alimentados mediante sondas nasogástricas en pequeñas habitaciones. Otro anciano, Silvestre, al igual que María Babes, no tuvo tanta suerte y falleció semanas antes de la intervención policial. La Guardia Civil también detuvo a otras cuatro personas y están investigadas otras nueve relacionadas con esta organización.