El 8M tensa aún más las relaciones entre el PSOE y el PP

Juan María Capeáns Garrido
Juan Capeáns LA VOZ

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Críticas a los gritos de las ministras contra los populares

10 mar 2019 . Actualizado a las 09:32 h.

De las miles de imágenes que ha generado la masiva movilización del 8M en España, la élite política se ha quedado con una para la polémica: la de un grupo de ministros y ministras entre los que se encontraban Luis Planas, Grande-Marlaska, Isabel Celáa, Dolores Delgado y Carmen Calvo. Y entre todos ellos, la militante socialista Begoña Gómez, esposa del presidente del Gobierno. A algunos, no a todos, se les vio y oyó cantar consignas como «dónde están, no se ven las banderas del PP»; o «feminismo liberal, ridículo total», en alusión a los populares y a Ciudadanos.

Con todo, la tentación de vincular la jornada reivindicativa de las mujeres a las siglas políticas se vivió con más intensidad en las redes sociales. Pedro Sánchez, en su cuenta de Twitter, afirmó que las imágenes del pasado viernes «son las de la España de hoy y de mañana, mientras que la de los tres en la plaza de Colón es la de la España de ayer, a la que no debemos regresar». Con el mismo argumento contra los partidos de derechas insistió en un mitin en Valladolid, donde reivindicó una «una España feminista». Sin embargo, Sánchez ha tildado de «coherente» al PP por no asistir a la manifestación ya que «nunca ha creído» en la igualdad. No lo ha sido, a su juicio, Rivera, sobre el que ha cuestionado el tipo de feminismo que defiende cuando vota «en contra de elevar los permisos de paternidad», recogió Europa Press.

«Buenas o malas mujeres»

A las salvas de los miembros del Gobierno respondió directamente la exministra de Sanidad, la popular Dolors Montserrat, que ha censurado estos «ataques» políticos. «El PSOE utiliza los ministerios con Calvo y Begoña Gómez dando saltitos para atacar al PP. Si el feminismo es excluirnos, que no cuenten con nosotras», ha asegurado la parlamentaria durante su intervención en la Convención sobre Familia e Igualdad que está celebrando su partido en Cartagena. La portavoz en el Congreso lamentó que exista «esa izquierda» que las «etiqueta como buenas o malas mujeres en función de si piensas o no como ellas o si vas o no a la manifestación». Además, según Efe, apuntó a la ministra Delgado por ser «la más machista de la manifestación».

En el mismo acto, Pablo Casado se reservó la estrategia de las propuestas y un día después del 8M anunció que promoverá una Ley de Apoyo a la Maternidad en caso de que gobierne, en la que apostará por la «cultura de la vida» con medidas fiscales, económicas y de apoyo a la familia, afirmó el presidente popular, quien dijo que sus «opiniones personales» son compatibles con la legislación en materia de maternidad.

El líder popular ha detallado que su iniciativa legislativa abarcará todos los sectores y, aunque no ha adelantado medidas concretas, ha puesto como ejemplo de su política la acción de Red Madre, que ha «acompañado» en los últimos años a 100.000 mujeres que se planteaban seguir adelante con su embarazo, continuando con el mismo 90.000 de ellas. «Red Madre nunca hizo un juicio de valor, solo les dijeron si necesitaban una casa, asistencia jurídica por si una pareja o padre les estaba forzando, acompañándolas a buscar un empleo o que la adopción es secreta y anónima», ha declarado el presidente del PP antes de apostillar que «lo que hace Red Madre lo quiero hacer yo en el Gobierno».

En este sentido, ha recordado que el debate jurídico sobre el aborto «quedó superado hace décadas», pero ha insistido en que todas las administraciones tienen que poner en marcha medidas económicas, fiscales, de vivienda y de conciliación para aumentar la natalidad, preguntándose si esto es «tan polémico, retrógrado y tabú».

Rivera: «Éxito» y «sectarismo»

Por su parte, el presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, también se refirió a la escena de los ministros y sostuvo que la sociedad española se movilizó el viernes y dio un «ejemplo» con motivo del 8M, mientras que el Gobierno de Pedro Sánchez «solo desprendía sectarismo en sus palabras». En su caso, Rivera puso el foco en la vicepresidenta y se lamentó en Valencia de que «muchas mujeres lamentablemente sufren todavía la tutela de los varones, y ahora tienen que sufrir la de la señora Calvo», en referencia a las declaraciones en las que arremetió contra «las derechas» por «no haber contado nunca con las mujeres».

«Ayer hubo un gran éxito de la sociedad española», ha agregado, y de «miles de personas movilizadas para defender la igualdad entre hombres y mujeres» porque, a su juicio, «se ha logrado mucho pero todavía queda mucho por hacer». Ahora bien, ha defendido que contra todo esto «se trabaja de la mano, hombres y mujeres juntos, no en una guerra de sexos absurda» y «más allá de ideologías, con un país unido», y eso, ha aseverado, «es lo que me diferencia de Sánchez».