Venezuela vuelve a quedarse a oscuras antes de la marcha contra los apagones

pedro garcía otero CARACAS / CORRESPONSAL

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REUTERS | Manaure Quintero

Guaidó afirma que pedirá ayuda militar extranjera en forma de cooperación

31 mar 2019 . Actualizado a las 08:42 h.

Más del 80 % de Venezuela volvió a quedarse sin fluido eléctrico entre tres y seis horas en la noche del viernes (madrugada española), apenas horas antes de que sus ciudadanos opositores salieran a las calles a protestar por petición de Juan Guaidó, presidente interino designado por la Asamblea Nacional, contra el mal estado de los servicios públicos.

Las manifestaciones se celebraron ayer en centenares de ciudades del país, en las que los venezolanos se concentraron en señal de protesta y cortaron vías por los fallos en los servicios públicos. El propio Guaidó estuvo en tres de esos puntos, en Altos Mirandinos, una región próxima a Caracas y compuesta por tres municipios, habitados mayoritariamente por gente de clase media. Desde allí, reconoció que «se tiene que acelerar el proceso» de desalojo de Maduro del poder.

«Esto ya no se aguanta más», señaló el dirigente opositor, que esta semana fue inhabilitado por 15 años para el ejercicio de cargos públicos por Elvis Amoroso, contralor (funcionario encargado de examinar las cuentas oficiales) designado por la Asamblea Constituyente creada por Maduro y que fue antes abogado personal del mandatario.

Guaidó también advirtió: «Por supuesto que vamos a invocar el artículo 187 [...] Aquí la invasión la tienen los rusos y los cubanos». Aludía así al personal militar enviado a Caracas recientemente por Rusia y la presencia del régimen castrista en el país. El artículo 187 de la Constitución, sobre el que hay un intenso debate en la oposición, permite al Parlamento solicitar ayuda de tropas extranjeras en forma de cooperación.

«Debemos salir a la calle cada vez que haya un apagón para mostrar quién es el responsable», afirmó Guaidó animando a los suyos. En tanto, desde la autopista Francisco Fajardo, que atraviesa la capital venezolana, Margaret Dávila, una manifestante opositora, señalaba que «pareciera que nos estamos acostumbrando. Nos quitan la luz y prendemos la vela. Hay que salir a protestar. Yo tengo a mis tres hijos fuera del país. ¿Es justo?», se preguntaba.

Un mes sin trabajo

El del viernes en la noche fue el cuarto apagón nacional en menos de un mes, el de marzo, en el que los venezolanos solo han tenido diez días laborables, y la educación apenas dos, lo que agrava las tensiones políticas y económicas en el exhausto país. El estado más castigado, el occidental Zulia (otrora motor petrolero y agrícola del país) soporta un apagón de más de 60 horas desde el lunes. A diferencia del anterior gran apagón, que duró también cinco días, en esta oportunidad no se registraron saqueos en esa región, donde más de 500 empresas fueron desvalijadas entre el 7 y el 12 de marzo.

El chavismo, como cada vez que lo hace la oposición, convocó su propia manifestación en Caracas contra los apagones. Asistieron centenares de seguidores, la mayoría empleados de ministerios. A diferencia de la oposición, el chavismo atribuye los saqueos al sabotaje de Estados Unidos. El número dos del chavismo, Diosdado Cabello, señaló durante la concentración oficialista que el pueblo chavista está «unido, movilizado y consciente», para impedir «un golpe de Estado y una invasión. No le tenemos miedo al imperialismo norteamericano y no le tenemos miedo a quienes desde aquí intentan subvertir el orden».

Los venezolanos solo tuvieron diez días laborables en marzo, y en la educación, dos