Rusia condena a 14 años en un campo de trabajo a un noruego por espiar sus submarinos nucleares

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El noruego Frode Berg, poco antes de recibir su sentencia en Tribunal Municipal de Moscú
El noruego Frode Berg, poco antes de recibir su sentencia en Tribunal Municipal de Moscú MAXIM SHIPENKOV

La defensa critica que Oslo se negará a confirmar si trabajaba para sus servicios secretos

16 abr 2019 . Actualizado a las 20:40 h.

Un tribunal de Moscú condenó a 14 años de prisión al ciudadano noruego Frode Berg, de 63 años, por espiar submarinos nucleares de la Marina rusa. Berg, arrestado en Moscú hace año y medio, niega la acusación. La sentencia se ajusta a la petición que había cursado la fiscal del caso, Milana Digáeva, que pidió 14 años de cárcel para Berg. Según la BBC, el condenado cumplirá la pena en un campo de trabajo. La pena máxima por el delito de espionaje es de 20 años, según el Código Penal de la Federación Rusa. 

Según la investigación, el noruego habría recopilado información sobre submarinos nucleares de la Armada rusa para el servicio de inteligencia noruego, señala la agencia RIA Nóvosti. Las autoridades rusas detuvieron a Berg el 5 de diciembre del 2017 en Moscú mientras recibía supuestamente información secreta de un ruso que trabajaba en una empresa de defensa, que operaba bajo el control del Servicio Federal de Seguridad ruso (FSB, antiguo KGB). Berg ha negado cualquier culpabilidad y, según su abogado, Iliá Nóvikov, podría haber sido víctima de una provocación de los servicios de inteligencia rusos. Solo admitió que cuando trabajaba como guardia en la frontera noruego-rusa había actuado como mensajero para la inteligencia de su país, pero sabía poco de la misión. 

El letrado anunció tras conocerse la sentencia que el noruego no recurrirá la condena, sino que pedirá el indulto. Nóvikov explicó que se trata de una estrategia pragmática, dado que un recurso «retrasaría solo el momento en el que se puede pedir el perdón» presidencial. La defensa de Berg se ha quejado varias veces de la falta de asistencia del Gobierno de Oslo, que se ha negado a confirmar si trabajaba para sus servicios secretos. La semana pasada, la primera ministra noruega, Erna Solberg, se reunió con el presidente ruso, Vladimir Putin, durante el V Foro Internacional del Ártico, si bien no trascendió si abordaron el caso de Berg.

El juicio contra el noruego se ha celebrado a puerta cerrada y el caso ha sido puesto bajo secreto de sumario, al tratarse de un «alto secreto» para la seguridad nacional de Rusia.

Noruega, un miembro de la OTAN, comparte una frontera ártica con Rusia y durante décadas sus relaciones fueron amistosas, incluso durante la Guerra Fría. Pero las relaciones empeoraron a partir del 2014, cuando el Kremlin anunció la anexión de la península de Crimea en Ucrania.