Vídeos clave de los enfrentamientos del 1-O cerrarán la fase de prueba del juicio

Ana Balseiro
ana balseiro MADRID / LA VOZ

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Marchena, en el centro, presidiendo una de las sesiones del juicio del 1-O
Marchena, en el centro, presidiendo una de las sesiones del juicio del 1-O

El proceso al secesionismo encara su recta final y quedará visto para sentencia en junio

21 may 2019 . Actualizado a las 12:37 h.

El juicio a los doce líderes del secesionismo catalán encara su recta final la próxima semana, con la última jornada de interrogatorios a testigos. Aunque inicialmente iba a celebrarse el lunes, el tribunal la pospuso a este miércoles para que cinco de los acusados, en prisión preventiva pero parlamentarios electos -Junqueras, Turull, Rull y Sánchez en el Congreso y Romeva en el Senado-, acudiesen a recoger sus acreditaciones y tomasen hoy posesión de sus escaños. Casi medio millar de testigos han desfilado ante los siete magistrados de la Sala Segunda del Tribunal Supremo en los cuatro meses de sesiones -uno más de los previstos inicialmente- que lleva el proceso, que toca a su fin. De hecho, de no resultar obligados nuevos cambios en el calendario fijado el viernes por el tribunal, el juicio por el referendo ilegal del 1-O y la declaración unilateral de independencia quedará visto para sentencia en la segunda mitad de junio.

¿Qué falta hasta entonces? En principio, cinco sesiones. Dos para la práctica de las periciales y tres para las documentales, con lo que se cerrará la fase de prueba abierta con la testifical aplazada hasta el miércoles, el mismo día en el que la sala recibirá a los primeros peritos. En concreto, el tribunal que preside Manuel Marchena dedicará miércoles y jueves a escuchar a diversos expertos, propuestos tanto por las acusaciones como por las defensas, ratificarse en los informes que obran en la causa y con los que las partes buscan inclinar la balanza de la justicia hacia sus tesis. Están citadas desde funcionarias de Hacienda para confirmar los informes sobre el uso de fondos públicos para la organización y ejecución del referendo ilegal -a petición de la Fiscalía-, hasta peritos médicos -propuestos por la defensa de Junqueras y Romeva- para abundar en los partes de las lesiones que el 1-O sufrieron agentes de la Guardia Civil y la Policía. Habrá incluso un análisis «filológico» de la traducción del catalán al castellano de una entrevista concedida por el exconsejero de Interior, Joaquim Forn.

La última etapa de la fase probatoria será la documental, que se desarrollará entre el 27 y el 29 de mayo y que se centrará principalmente en el visionado de vídeos sobre lo ocurrido el l 1-O. De hecho, una de las quejas recurrentes de las defensas fue por la negativa del tribunal a permitir las proyecciones de las cargas policiales antes, para tratar de desmontar con ellas las declaraciones de algunos testigos de las acusaciones (en su mayoría agentes policiales). Igualmente serán clave otras pruebas audiovisuales de las acusaciones sobre la multitudinaria concentración en el exterior de la Consejería de Economía de la Generalitat, en septiembre, o las protestas frente a los alojamientos de los policías y guardias civiles desplazados a Cataluña. 

Conclusiones finales

Seguidamente, las partes presentarán sus informes finales, en los que pueden elevar a definitivas las conclusiones defendidas al inicio del procedimiento o modificarlas. Se estima que serán otros cuatro días de sesión, uno para las acusaciones y tres para las defensas. La gran incógnita es si la Fiscalía mantendrá los delitos de rebelión y malversación o introducirá cambios que puedan rebajar la petición de penas. Y antes de que el juicio quede visto para sentencia, los acusados tendrán la última palabra.

El presidente del tribunal será también el ponente del fallo, que se espera para otoño 

Igual que el calendario inicialmente previsto para concluir el juicio en el Supremo se ha dilatado -en lugar de tres meses serán finalmente cuatro-, también la sentencia se retrasará. Pese a que en un primer momento se habló de tenerla lista para antes del verano, todo apunta ahora a que habrá que esperar al otoño para conocer el fallo.

Los siete magistrados que integran la Sala de lo Penal del alto tribunal iniciarán las deliberaciones el mes que viene, en cuanto concluya la vista oral. El ponente de la misma, es decir, el encargado de redactar el texto de la sentencia acordada con el resto de los miembros será el presidente del tribunal, Manuel Marchena. 

El objetivo: fallo unánime

Según señalaron las fuentes consultadas, la pretensión de los siete magistrados es alcanzar una resolución por unanimidad, sin votos particulares que faciliten grietas para recurrirla. Sin embargo, desde el mismo inicio del proceso el tribunal es consciente de que la causa independentista acabará, tarde o temprano, en Estrasburgo, en el Tribunal Europeo de Derechos Humanos. Y es que en la primera sesión del juicio, durante las cuestiones previas, así lo dejaron traslucir las defensas, insistiendo en la vulneración de los derechos fundamentales. Pero Marchena no se lo ha puesto nada fácil.