Iglesias insiste en pedir puestos en el Gobierno pese al descalabro de Podemos

Gonzalo Bareño Canosa
Gonzalo Bareño MADRID / LA VOZ

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Advierte de que no solo su formación, sino todos los partidos de izquierda deben hacer «autocrítica» y unir sus fuerzas para contrarrestar la unión de la derecha.

27 may 2019 . Actualizado a las 21:04 h.

«Todos tenemos que hacer autocrítica». El líder de Podemos, Pablo Iglesias, rechaza asumir en solitario el fracaso de su formación en las elecciones autonómicas, municipales y europeas, que se une a los malos resultados obtenidos en las generales. Después de eludir presentarse ante los medios en la noche electoral, como hicieron el resto de líderes, Iglesias ha comparecido en una breve rueda de prensa en la sede de Podemos para admitir que los resultados han sido «malos». Pero siguió defendiendo, a pesar de ello, su entrada en un hipotético Gobierno de Pedro Sánchez con un puesto de ministro y con una representación «modesta», aunque acorde con los resultados que les han otorgado los ciudadanos. Como baremo de esa proporcionalidad, Iglesias pone los 3,7 millones de votos recibidos en las generales, y no los que sumó ayer el el superdomingo electoral, en el que se ha producido un claro retroceso en menos de un mes.

«No nos rendimos», ha dicho Iglesias, que ha destacado por el contrario el «enorme peso estratégico de contribuir a crear un bloque progresista en el Estado, en las comunidades y ayuntamientos». «No vamos a poder pedir muchos elementos que nos gustarían pedir. A partir de ahí tenemos que ser conscientes de lo que pesamos y tratar de ayudar a construir un gobierno de coalición que pueda defender la justicia social y los derechos sociales», dijo, rebajando algo el tono, pero insistiendo en la coalición.Destacó también que su contribución es necesaria para que los progresistas gobiernen en Canarias, Baleares, Comunidad Valenciana y La Rioja donde, según dijo, serán «decisivos».

Sin apenas espacio a la autocrítica pese a los pésimos resultados, presumió de haberse comportado con «enorme responsabilidad» al haber renunciado a presentar una candidatura propia en el Ayuntamiento de Madrid y destacó que ni siquiera aunque los votos a la lista Madrid en Pie, para la que también pidieron el apoyo, se hubieran sumado a los de Ahora Madrid, comandado por Manuela Carmena, se habría logrado el Ayuntamiento de la capital para para la izquierda.

El líder de Podemos cargó las tintas del fracaso electoral en la división de izquierda, aunque dijo no compartir las duras palabras que Juan Carlos Monedero, fundador de Podemos, dedicó a Íñigo Errejón, al que culpó del fracaso de la formación por haberla dividido haciendo caso a «las cloacas del Estado». «Si algo nos enseña a todos es tener claro que la división resta y la suma multiplica», dijo, eso si, repartiendo culpas. Respecto a su posible dimisión, señaló que su cargo «está siempre a disposición de los inscritos», escudándose así una vez más en el apoyo de las bases para eludir asumir cualquier decisión que suponga dar un paso atrás por un mal mal resultado. «Toca asumir la responsabilidad», insistió, dando por hecho que seguirá reclamando un puesto en el Consejo de Ministros. «La imagen de división que a dado la izquierda ha contribuido a que la derecha mantenga la comunidad y recupere el Ayuntamiento», aseguró respecto a Madrid, y por ello, a su juicio, no solo Podemos sino también sus aliados «tendrán que hacer autocrítica».

Defendió sin embargo la necesidad de llegar a acuerdos en el Gobierno central, ayuntamientos y comunidades porque eso es «lo que está haciendo la derecha». «Seríamos muy torpes si la derecha se pone de acuerdo y nosotros nos dedicáramos a ponernos palos en las ruedas», añadió, para concluir insistiendo en que no van a plantear «ningún veto mas allá de la fuerza modesta que nos han dado los ciudadanos».