La cotización del bitcoin se dispara pese al robo del año

Manuel Blanco REDACCIÓN / LA VOZ

ACTUALIDAD

MABEL RODRIGUEZ

Un grupo de «hackers» logra hacerse con un botín valorado en 56 millones de dólares. Lejos de desplomarse, el valor de la criptomoneda ha mantenido su tendencia al alza y ya rebasa los 7.000 dólares

09 jun 2019 . Actualizado a las 17:07 h.

Por la dimensión económica del golpe, ha sido una de las mayores brechas de seguridad que recuerdan los analistas en ciberseguridad. Y, contra lo que pudiera parecer desde la distancia, no solo no ha echado por tierra las cotizaciones de las criptomonedas, sino que las ha animado. Hace solo unos días salía a la luz pública uno de los mayores robos de bitcoins de la historia en términos financieros: unos 7.000 bloques valorados en 40 millones de dólares el día del asalto. Más de 56 millones apenas un suspiro después, ya que la volátil moneda se ha revalorizado en los mercados sin solución de continuidad en las últimas jornadas hasta alcanzar casi los 8.000 dólares por unidad, lejos del récord establecido en el ocaso del 2017 (al borde de los 20.000 dólares), pero muy por encima de los 3.700 en los que cerró el año pasado.

¿Cómo se digiere entonces que una violación de seguridad de este calibre no haya menoscabado su valor en el mercado sino que incluso la haya disparado? Al fin y al cabo, del bitcoin y el resto de criptomonedas se ha dicho desde sus orígenes que es precisamente la seguridad lo que le confiere un enorme atractivo inversor. La respuesta es más simple de lo que parece: el problema no estaba en la moneda, sino en el edificio [virtual] que las alojaba. Lo explica gráficamente Antonino Comesaña, presidente de la Asociación Galega de Blockchain e IoT (Agalbit): «No ha sido un ataque a la criptomoneda, sino al exchange, al broker que poseía esos bitcoins. La seguridad criptográfica [del activo] no está en entredicho porque si hubiese sido así, los mercados especulativos relacionados con las criptodivisas se habrían desplomado y es probable que el valor del bitcoin fuese igual a cero». 

Efectivamente, la brecha de seguridad se localizó en Binance, considerada la bolsa más importante del mundo en materia de criptomonedas. Según las primeras investigaciones, un grupo de hackers de origen aún desconocido habría estado planeando en secreto durante más de un año un golpe que le permitió hacerse con el jugoso botín.

El saqueo llevado a cabo con operativas de pishing (suplantación de personalidad) y malware (programas informáticos maliciosos) habría sido aún más cuantioso de no ser por las propias alarmas de Binance, que saltaron cuando los piratas estaban en pleno ataque llevándose las cadenas de bloques. El golpe, en todo caso, ha obligado al exchange a actualizar y revisar todos sus protocolos de seguridad porque los malos estuvieron haciendo de las suyas durante meses obteniendo centenares de contraseñas de usuarios de esta bolsa de criptomonedas, una información que fue clave para asestar el golpe. 

Así las cosas, la noticia no ha alterado en absoluto la expectativa alrededor de la tecnología blockchain, la arquitectura que ha dado luz a las criptomonedas, y que es la que focaliza la atención de organizaciones como Agalbit. «A nosotros -argumenta su presidente- no nos interesa esta parte especulativa, sino las aplicaciones que aporta la tecnología de cadena de bloques a infinidad de sectores, como el industrial, por ejemplo, que es un área en el que estamos trabajando». 

Comesaña se detiene en un ejemplo que afectaría directamente a los intereses del sector pesquero gallego. «La tecnología blockchain permite emitir un certificado digital y totalmente seguro que acredita la trazabilidad del producto que lleva en sus bodegas un pesquero recién llegado al puerto de Vigo. Hoy en día, ese paso necesita de un certificado físico, en formato papel, que a veces se retrasa hasta 15 o 20 días. Al cabo del año, esta operativa supone pérdidas millonarias para la flota. Con blockchain, todo esto cambiará», vaticina. 

El responsable de Agalbit cree que el uso de estas soluciones se extenderá en sectores como el financiero, y precisa que bancos tan conocidos como JP Morgan están utilizando ya blockchain para operar con sus clientes institucionales. «Lo hacen porque es más eficiente y más barato». 

David Conde, CEO de Coinscrap, cree en la misma línea que esta tecnología se convertirá dentro de unos años en un estándar dentro del universo financiero porque, entre otras cuestiones, permite prescindir de intermediarios, lo que en consecuencia supone una optimización de costes para los agentes que operan en el sector. Pero pone un poco de contención a las enormes expectativas que se habían generado a su alrededor precisamente por las dificultades para implantarla.

«Blockchain -subraya- sigue teniendo la atención del sector financiero, pero la expectativa se ha desinflado un tanto porque por el momento la aplicación práctica no acaba de materializarse». Sostiene Conde que, para generalizar su uso, es preciso que numerosos actores adopten esta tecnología en su operativa cotidiana, un proceso de integración complejo que aún deberá esperar un tiempo para ver la luz. Al blockchain, así pues, le sobraría hoy algo de hype y le faltaría usabilidad para hacer realidad las esperanzas de su legión de defensores.  

El recuerdo imbatible de mt. gox

El robo cometido hace unos días por un grupo de «hackers» pasará a la historia de los asaltos relacionados con criptomonedas por el valor económico del botín, pero parece casi calderilla si se compara con el mayor de la historia: el de Mt. Gox en febrero del 2014. La compañía, que por aquel entonces controlaba el grueso de las operaciones en estos mercados, declaró en aquel fatídico mes que le habían robado 750.000 bitcoins de sus clientes, así como otros 100.000 de sus propios fondos. En total, aquellos activos tenían un valor de 473 millones de dólares.

Aunque con una operativa distinta a la de hace unos días, los ladrones «hackearon» entonces los sistemas de seguridad de Mt. Gox para llevarse tan suculento botín. Lo cierto es que aquel incidente sumió en un desconcierto los mercados y fueron muchos los inversores que pusieron en cuarentena las operaciones vinculadas a criptomonedas.