
La familia al completo ha disfrutado de la capital andaluza. Los hijos de David y Victoria hicieron turismo y celebraro el Día del Padre, que en su país es este domingo
17 jun 2019 . Actualizado a las 08:09 h.«We love Seville». Amamos Sevilla. Así se ha referido Victoria Beckham a la capital andaluza este domingo en Instagram. Ha disfrutado junto a su marido David y sus hijos de una jornada de turismo en la ciudad, que ha coincidido con la celebración del Día del Padre en Reino Unido. La familia se ha hospedado en uno de los hoteles más lujosos, el Palacio Villapanés, con suites que alcanzan una superficie cercana a los 100 m2.
Los hijos han posado en las calles. Son Romeo, de 16 años, Cruz, de 14, y Harper, que está a punto de cumplir 8. La postboda entre Pilar Rubio y Sergio Ramos, a la que los Beckham han estado invitados, ha sido eminentemente familiar para el exfutbolista y la ex de las Spice Girls.
David, todo un padrazo hoy junto a su hija Harper, ha compartido unas palabras en castellano para sus seguidores, agradeciendo la cálida acogida en la urbe andaluza: «Hermoso almuerzo en Sevilla... Gracias Sevilla».
«El mejor papá del mundo», así ha calificado Victoria otra de las instantáneas compartidas con sus seguidores esta jornada. A los Beckham se les ha visto disfrutando del sol en el Guadalquivir y paseando por el puente de San Telmo, que cruza desde el casco antiguo hacia Triana, cuna del flamenco en la localidad.
Este día, tanto David como Victoria, han aprovechado para recordar a sus padres, publicando fotos con ellos durante su infancia.

La boda de Sergio Ramos y Pilar Rubio: los looks de la novia y de las invitadas
Fue una boda por todo lo alto. De las que hacen época. Toda Sevilla se volcó en el enlace de Sergio Ramos y Pilar Rubio como no lo había hecho desde que en 1995 se casaran en la catedral la infanta Elena y Jaime de Marichalar. A las cinco de la tarde se dieron el si quiero ante cerca de 500 invitados en un templo al que solo se podía entrar por un único acceso por motivos de seguridad. Previamente, desde la mañana, se restringieron tanto las visitas al templo como a la Giralda ante fuertes medidas de seguridad.