Comprar coche nunca será más barato

Manoli Sío Dopeso
m. sío dopeso VIGO / LA VOZ

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XOÁN CARLOS GIL

Descuentos de un 40 % y una media de 6.000 euros de rebaja darán paso desde el 1 de enero del 2020 a un alza de precios de los modelo de combustión hasta equipararlos a los eléctricos

07 jul 2019 . Actualizado a las 20:40 h.

Julio y agosto suelen ser meses de movimiento en los concesionarios. Hay más tiempo para comprar y buenas ofertas para dar salida a kilómetros cero y vehículos matriculados por las propias marcas en el primer semestre. Pero este verano se da una situación que difícilmente se volverá a repetir.

Por un lado, los concesionarios gallegos llevan desde septiembre del 2018 perdiendo ventas y, en los seis primero meses del 2019, el desplome del mercado es ya del 14,7 % (19.864 matriculaciones hasta junio). Para equilibrar la oferta con la demanda, las marcas están lanzando campañas de descuentos inéditas, que llegan hasta el 40 %. «La media se sitúa entre el 25 y el 30 %, que se traduce en una rebaja media de 6.000 euros por vehículo», afirman fuentes de la red comercial.

«Cualquier coche que se compre hoy contamina menos que los de más de 10 años» Por si esto fuera poco, los concesionarios acumulan más de 6.000 unidades automatriculadas en stock, que es más del doble de lo habitual, por esta caída de la demanda; y a esto hay que añadir que la Administración gallega acaba de anunciar un plan de achatarramiento con ayudas de hasta 1.500 euros.

Más caros en el 2020

Pero hay una circunstancia añadida, que tendrá un impacto sobre el precio de los coches a partir del 1 de enero del 2020. Es cuando entra en vigor la nueva normativa de la UE sobre reducción de emisiones contaminantes de dióxido de carbono en los vehículos. En ese momento, Europa exigirá a los fabricantes de coches que las emisiones medias de sus gamas no superen los 95 gramos por kilómetro. En caso de no conseguirlo, deberán pagar una multa de 95 euros por unidad vendida en el 2020.

«Hay crédito, hay consumo, hay buenas ofertas, pero hay miedo a elegir vehículo» Para evitarlo, las marcas necesitan que un 20 % de los coches que vendan el año que viene sean eléctricos, pero son mucho más caros. «La única forma de conseguirlo será subir el precio de los coches diésel y gasolina para equiparar los costes», aseguran fuentes de la red comercial.

Al final, según apuntan expertos y organizaciones, «la sanción la pagarán los clientes con una subida de los precios».

Con este escenario inmediato, los consumidores tienen por delante seis meses para aprovechar la coyuntura y beneficiarse de unos precios que no se volverán a repetir.

«Es el momento de comprar. Hay crédito, hay consumo, y hay descuentos muy agresivos, pero hay miedo. Miedo a elegir una tecnología que puede no ser válida a medio plazo. O a adquirir una, mucho más cara, que puede verse superada en pocos años. La inversión que se realiza en un coche nuevo no es un asunto menor en una economía familiar. Ni siquiera los expertos somos capaces de decir qué tecnología triunfará sobre el resto», explican desde una de las mayores redes comerciales de Galicia. El día a día de los concesionarios demuestra que los mensajes confusos lanzados desde el Gobierno central han calado el en consumidor. «Solo compra aquel al que se le ha estropeado el coche y le cuesta más caro arreglarlo. Falta seguridad. Falta que la Administración diga que cualquier coche nuevo que se compre hoy contamina menos que 30 coches de hace más de diez años, y falta que se garantice que ese coche va a circular con seguridad legal, sin estar dando bandazos, porque de aquí al 2040 falta mucho todavía», afirman estas mismas fuentes.

La influencia a corto plazo de la ley de Cambio Climático y Transición Energética y el confuso contexto político, apuntan, según el sector, a un descenso de la demanda. Como principal consecuencia de esta caída del mercado, y del envejecimiento del parque móvil, las emisiones de dióxido de carbono (CO2) han aumentado hasta los 117 gramos por kilómetro, casi un 2 % más que en el 2017.

 

El 62 % del parque móvil gallego tiene más de 10 años

Galicia lleva décadas con la etiqueta colgada de ser una de las comunidades con el parque de automóviles más envejecidos de España, y esa etiqueta se hace cada vez más visible.

Los fabricantes de coches, a través de Anfac, su patronal española, tienen datos que confirman que la antigüedad media de los vehículos matriculados en Galicia y en circulación (algo más de 1,6 millones de unidades) ha subido hasta los 12,7 años, y el 62 % superan los 10. Esta media tan añosa se debe a que seis de cada 10 coches censados en la comunidad tienen más de un decenio de rodaje. Pocas autonomías superan esa barrera, y el motivo, según explica la red comercial, está muy en consonancia con un mercado que, cuando empezaba a salir de la crisis económica y a recuperar la ilusión por cambiar de coche, se encontró con un panorama confuso, en el que desde el Gobierno se demoniza el motor de combustión, mientras los fabricantes aconsejan su uso, ante el riesgo de pérdidas millonarias y destrucciones masivas de empleo si este tipo de vehículos dejan de fabricarse.

Ocurre en Galicia, pero la incertidumbre sobre qué coche comprar paraliza decisiones de compra en toda España, y ahí están las estadísticas que lo demuestran.

Según datos de la Dirección General de Tráfico (DGT), en España están registrados más de seis millones de vehículos con una antigüedad superior a los 20 años y la edad media supera ya los 12 años. El 94,6 % de los coches que superan el decenio de vida suman más de 100.000 kilómetros en sus contadores, y un 73,3 % los completan antes de alcanzar esta antigüedad.

Solo el 23,6 % de las unidades que circulan por las carreteras españolas cuentan con menos de 50.000 kilómetros.

Las previsiones son inquietantes. Apuntan a que el 2019, que empezó mal, acabará mal para las matriculaciones de vehículos nuevos, y se perderá la cota del millón y medio de nuevas placas que se alcanzó en el 2018. Los coches más envejecidos pertenecen a los particulares, entre los que el 67 % superan los diez años de uso. Un parque tan envejecido tiene consecuencias poco deseables desde el punto de vista medioambiental y de la seguridad vial: más emisiones y menos sistemas de seguridad, dice la DGT.

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