Von der Leyen opta por el contorsionismo político para ganarse a la Eurocámara

Cristina Porteiro
Cristina Porteiro BRUSELAS / CORRESPONSAL

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La candidata a presidir la Comisión Europea, la ministra alemana Ursula Von der Leyen
La candidata a presidir la Comisión Europea, la ministra alemana Ursula Von der Leyen Francois Lenoir

La candidata a presidir la Comisión elude pronunciarse sobre una hipotética reforma de las euroórdenes

11 jul 2019 . Actualizado a las 08:26 h.

¿Quién es y qué propone Ursula von der Leyen? En Bruselas se la conocía por ser la ministra alemana de Defensa. En su país, Alemania, por ser la protagonista de un escándalo de irregularidades presupuestarias dentro del ministerio y, si prospera el voto el próximo martes 16 en la Eurocámara, podría ser la futura presidenta de la Comisión Europea.

Por ahora es candidata. Astuta, hábil y camaleónica. De ello dio cuenta ayer tras comparecer ante los diferentes grupos políticos de la Eurocámara. De ellos depende su futuro. Por eso no dudó en ofrecer un espectáculo de alto contorsionismo político con la esperanza de convencer al mayor número de partidos posible echando mano de promesas vagas y antagónicas. 

Paridad

Uno de los primeros compromisos que adquirió fue el de dar forma a un Ejecutivo paritario con el 50 % de hombres y 50 % mujeres. La alemana exigirá a todas las cancillerías que le envíen dos perfiles de candidatos a comisario, uno masculino y otro femenino, para cuadrar el organigrama en el que las dos vicepresidencias principales recaerán sobre el socialdemócrata Frans Timmermans y la liberal Margrethe Vestager. Ambos quedaron excluidos de la carrera por la Comisión, a pesar de concurrir a las elecciones como candidatos de sus familias políticas. Consciente del revuelo que generó su designación a dedo, Von der Leyen también prometió que impulsaría un proceso de selección «más maduro» para futuros comicios, aunque no mencionó el diseño de listas transnacionales, como le exigieron los liberales, quienes también condicionan su voto al futuro que le reserve la alemana a Vestager. Quieren que la danesa esté en el mismo peldaño que Timmermans: «Es una mujer brillante, tengo un enorme respeto por su trabajo y su reputación. Será una magnífica figura de la Comisión», concedió la alemana. 

Reforma de la euroorden

Donde sí trastabilló fue a la hora de abordar la inquietud en torno a la eficacia de las euroórdenes. El eurodiputado de Ciudadanos Luis Garicano criticó la falta de cooperación judicial entre países al ejecutar peticiones de extradición, evidente en el caso del ex presidente de la Generalitat huido en Bélgica, Carles Puigdemont. «Necesitamos reformar la euroorden para que los ciudadanos confíen en Europa», sostuvo el portavoz de la formación naranja. Pero Von der Leyen se puso de perfil y subrayó su intención de poner en marcha un sistema de alerta temprana para detectar deficiencias en el Estado de derecho de los Veintiocho países de la UE. Ni una sola referencia a la euroorden y mucho menos a su reforma, rechazada por la actual comisaria de Justicia, Vera Jourova. 

Socialdemócratas divididos

Para completar su hoja de presentación, la alemana expresó su deseo de revertir el brexit: «Todavía tengo esperanzas de que sigáis dentro», manifestó dirigiéndose a los británicos, a los que brindó apoyo de cara a una posible extensión de la fecha de salida.

Sobre el rol del Kremlin, «no de Rusia», se mostró mucho más tibia, al asegurar que hay que mantener el diálogo con Moscú mientras «nos mantenemos firmes, porque el Kremlin no perdona la debilidad».

Después de hacer guiños a los ecologistas pidiendo más ambición para cumplir los objetivos de lucha contra la crisis climática, Von der Leyen se dirigió a sus rivales más escépticos, los sociademócratas: «Voy a luchar por un salario mínimo en cada país». Una oferta insuficiente para una familia política que se encuentra dividida en torno a quienes se oponen a su elección y quienes creen que es mejor evitar una crisis institucional. «El grupo discutirá de nuevo nuestro voto. Tomaremos una decisión la próxima semana. Necesitamos un debate de grupo para lograr una posición común», señaló ayer la jefa de filas, Iratxe García. La alemana tiene prisa. Sabe que sus opciones se pueden desvanecer si la votación se pospone al mes de septiembre. 

Freno a la ultraderecha

Otra de las misiones que dio ayer por cumplida la Eurocámara fue la de extender el cordón sanitario a los partidos ultraderechistas, agrupados en la familia Identidad y Democracia. Los dos candidatos que presentaron para presidir comisiones en el Parlamento Europeo acabaron hundidos por el rodillo de conservadores, socialdemócratas, liberales y ecologistas.

No hubo tanta suerte en la votación, aplazada, de las vicepresidencias de la Comisión de Agricultura. Las fuerzas progresistas no lograron recabar apoyos suficientes para evitar que la eurodiputada de Vox Mazaly Aguilar se hiciera con el tercer asiento presidencial así que optaron por pedir tiempo muerto. La votación se retomará el 23 de julio. En cuanto al reparto de cargos, España ha conseguido agenciarse dos presidencias. El socialista López Aguilar dirigirá la de Libertades Civiles y la popular Dolors Montserrat la de Peticiones, donde todavía colean denuncias como las que se cursaron para pedir que se analice la falta de independencia y objetividad de la cadena pública catalana (TV3) y la española (TVE).