Un Gobierno socialista en funciones, menguante y cercado por las reformas pendientes

Ana Balseiro
Ana Balseiro MADRID / LA VOZ

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Sergio Pérez | Reuters

El fiasco de la investidura impide reemplazar a Batet, Borrell o, de llegar el caso, Calviño

27 jul 2019 . Actualizado a las 12:17 h.

El estrepitoso fracaso de la investidura de Pedro Sánchez complica el futuro próximo de un Gobierno no solo en funciones, sino también menguante. Y es que, aunque tras las elecciones generales del 2015 el Ejecutivo de Mariano Rajoy batió el récord de interinidad (316 días), las limitaciones que dicha situación impone pesan, tanto en el Consejo de Ministros de Sánchez, como en la parálisis de asuntos vitales para el país, desde la necesidad de Presupuestos hasta las reformas del sistema de financiación autonómica o de las pensiones, sin olvidar el polvorín del independentismo catalán, a la espera de sentencia a la vuelta del verano.

Tras despejar la incógnita de que el líder socialista irá a la repesca en septiembre en lugar de directamente a elecciones --en contra de lo que defendió en un primer momento--, lo cierto es que su gabinete puede acabar con tres ministros menos, que la interinidad del Gobierno impide reemplazar.

La primera salida, consumada, fue la de la ministra de Política Territorial y Función Pública, Meritxell Batet, que desde el 21 de mayo preside el Congreso de los Diputados. Desde ese mismo día, sus funciones fueron asumidas por el titular de Agricultura, Pesca y Alimentación en funciones, Luis Planas.

Y otro «traspaso» similar está próximo, ya que el ministro de Exteriores, Josep Borrell, será el próximo jefe de la diplomacia europea a partir del 1 de noviembre, cuando eche a andar la nueva Comisión Europea. Aunque el político catalán renunció a su acta de diputado europeo para continuar como ministro en funciones, y podrá mantener el cargo en septiembre, durante las audiciones (exámenes previos) ante el Parlamento Europeo, deberá dejar la cartera antes de firmar el acta de comisario y convertirse en Alto Representante de Política Exterior y de Seguridad Común de la Unión Europea, además de vicepresidente de la Comisión.

Si el Gobierno continúa en funciones cuando llegue ese momento, será imposible nombrar nuevo ministro o ministra. En las quinielas, sin embargo, está Irene Lozano, secretaria de Estado de España Global, a la que Borrell --azote del secesionismo y defensor de volver a aplicar el artículo 155, si fuera preciso-- encargó «transmitir un relato verdadero de España» en el exterior, frente a los mensajes divulgados por los independentistas sobre el proceso catalán, uno de los problemas que el Ejecutivo tiene --sin solución-- sobre la mesa.

La vacante de Nadia Calviño

A la vacante en Exteriores podría acabar sumándosele otra: la de Economía. Aunque la gallega Nadia Calviño insiste en que no está entre sus planes «cambiar de trabajo», su nombre está en la lista de candidatos (junto con Jeroen Dijsselbloem, Olli Rehn y Mario Centeno) para reemplazar a la francesa Christine Lagarde a los mandos del Fondo Monetario Internacional (FMI).

¿Quién la sucedería aquí? No hay pistas aún pero, de nuevo, todo dependerá de que el candidato Sánchez logré apoyos para formar Gobierno y de que, esta vez sí, a la tercera vaya la vencida.