Di Maio y Salvini pugnan por rentabilizar políticamente el asesinato a puñaladas de un carabinero por dos turistas estadounidenses

LA VOZ REDACCIÓN / AGENCIAS

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Salvini y Di Maio irán este lunes al entierro del carabinero asesinado a puñaladas el viernes en Roma por dos turistas estadounidenses
Salvini y Di Maio irán este lunes al entierro del carabinero asesinado a puñaladas el viernes en Roma por dos turistas estadounidenses CLAUDIO PERI | EFE

Los jóvenes cometieron el delito tras una noche de excesos y drogas en el Trastévere

29 jul 2019 . Actualizado a las 09:02 h.

La muerte de un carabinero italiano en Roma presuntamente a manos de dos turistas estadounidenses durante una noche en busca de droga y en la que hay aún muchas dudas sobre la versión de los hechos, tiene ocupados a todos los medios de comunicación del país y conmocionada a la opinión pública. El pasado viernes la noticia de que el agente del Cuerpo de Carabineros Mario Cerciello Rega, de 35 años, había sido apuñalado a muerte, conmocionó al país.

En un primer momento, la propaganda racista en las redes sociales, cada vez mayor en este momento en Italia, y algunos falsos testimonios hicieron que los medios de comunicación del país, muy a la ligera, afirmaran que se estaba buscando a dos africanos.

El sábado se confirmaba que habían sido detenidos dos chicos, de 19 y 20 años y de nacionalidad estadounidense que se alojaban en un hotel de cuatro estrellas de la capital: Elder Finnegan Lee y su amigo Christian Gabriel Natale Hjorth. Según los medios , Elder Finnegan Lee habría confesado que fue el autor de las ocho cuchilladas por las que murió desangrado el carabinero.

Sin embargo, durante el interrogatorio para convalidar el arresto los dos jóvenes estadounidenses se negaron a declarar.

Mientras Italia sigue conmocionada por la muerte del agente, que acaba de casarse y se había incorporado al cuerpo hace poco tras la luna de miel, los motivos de los jóvenes norteamericanos siguen siendo un misterio.

Según una primera reconstrucción, los dos jóvenes fueron al barrio de Trastévere a comprar droga, pero el camello les dio una aspirina en vez de cocaína y volvieron para reclamar.

La policía recibió poco después una llamada de una persona a la que los dos jóvenes le habían robado la mochila y a la que ahora le exigían 100 euros para devolverle los documentos. La pregunta que se plantean los medios es si el camello y ese hombre eran la misma persona.

También se han levantado interrogantes sobre por qué al lugar de la cita donde se supone se produciría el intercambio se mandó a una pareja de carabineros de paisano y, al parecer, no armados. Se desconoce también por qué los dos carabineros fueron atacados por Finnegan Lee, quien mató a uno de ellos, y otro se encuentra herido de levedad en un hospital. Según los medios, los jóvenes tenían previsto abandonar Roma a la mañana siguiente.

Avivó este domingo la tragedia la publicación en los medios y en las redes sociales de una foto del presunto asesino atado de manos y con una venda en los ojos en una comisaría de Roma. La divulgación de esta foto y la utilización de la venda han sido fuertemente criticadas en algunos sectores por violar los derechos de un arrestado.

El ministro del Interior, Matteo Salvini, afirmó en sus redes sociales que la única víctima por la que llorar es la de «un hombre, un hijo, un marido de 35 años, muerto en acto servicio a manos de gente que merece solo la cárcel». Salvini señaló además que en «Estados Unidos a los asesinos se les condena a muerte».

El funeral del carabinero muerto se celebrará este lunes en su localidad natal, Somma Vesuviana (sur), y han anunciado su presencia los dos vicepresidentes del Gobierno, Salvini y Luigi Di Maio. Ambos pugnan por rentabilizar políticamente la tragedia. Mientras, continuarán las investigaciones para esclarecer qué ocurrió aquella noche.