Sol con nubes en el autoconsumo

f. fernández REDACCIÓN / LA VOZ

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Unos ficheros de Excel. Es lo que falta para compensar a los clientes por la electricidad que les sobra, y aún tienen que regalarla al sistema eléctrico

08 sep 2019 . Actualizado a las 09:51 h.

Uno de los últimos consejos de ministros, el del 5 de abril, aprobó el real de decreto que regulaba, al fin, el autoconsumo de electricidad y que colmaba todas las expectativas de las organizaciones de consumidores y de los colectivos ecologistas. La normativa alfombraba el camino para que los tejados de las casas españolas se llenen de paneles solares, no porque los fuese a regalar el Gobierno, pero sí porque hacía desaparecer todas las trabas administrativas para montar algo parecido a una pequeña central eléctrica en casa.

Sin embargo, esas esperanzas se han enfriado un tanto, porque un real decreto suena bien, pero no es suficiente para hacer despegar la nave del autoconsumo fotovoltaico.

Y, así, cinco meses después, faltan por desarrollar aspectos normativos esenciales que impiden todavía aplicar las dos medidas estrella: que a los consumidores se les descuente dinero de la factura de la luz por la electricidad generada pero no consumida y vertida a la red. De momento tienen que seguir regalándosela al sistema. Y también está pendiente la implantación del autoconsumo compartido, el de las comunidades de vecinos, por ejemplo, que incluso permitirá que varias casas unifamiliares se beneficien de una instalación fotovoltaica situada a no más de 500 metros.

Joan Groizard Payeras, director de Energías Renovables y Mercado Eléctrico del Instituto para el Ahorro y la Diversificación Energética (IDAE), explicó que, en efecto, lo que técnicamente se denomina compensación simplificada (o balance neto) todavía no se puede aplicar, aunque espera que pueda instaurarse antes de que acabe el año. El desatasco, afortunadamente, no depende de que gobierne un Ejecutivo que no esté en funciones, como el actual, sino que la solución está en manos de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC). El regulador es el encargado de elaborar el formato de ficheros a los que las distribuidoras volcarán los datos de consumo de los clientes para que las comercializadoras hagan la facturación. Groizard avanzó que el documento está redactado y en fase de consultas. Exactamente el mismo trámite es el que se precisa para el autoconsumo compartido.

Pese a esto, el director de Energías Renovables y Mercado Eléctrico del IDAE anima a todos los consumidores que ya pensaban lanzarse al mundo de la autogeneración a que lo hagan, porque «entre que pides presupuesto y te lo dan» sale el formato de los ficheros Excel.

Por lo demás, el resto de mimbres del cesto están colocados. Red Eléctrica de España publica desde hace unas semanas el precio del kilovatio hora de autoconsumo que las comercializadoras deberán aplicar para descontar de la factura del cliente (esto es la compensación simplificada). Ese precio es solo para abonados en el mercado regulado y se aplicará cuando empiecen a premiarse los excedentes. «Está por ver si se hará de forma retroactiva», o sea, desde abril en que se aprobó la normativa, avanzó Groizard.

Compensación en especies

La compensación a los clientes de mercado libre deberá ser pactada, como todo en ese negocio, entre el consumidor y la compañía. En este caso, ni siquiera tiene que ser económica, pues la empresa en cuestión puede acordar con el abonado una contraprestación en especies.

El papel del IDAE es el de «chico para todo», como describe con humor Groizard. Porque ayudó a la Secretaría de Estado de Energía (del Ministerio para la Transición Ecológica) a redactar el real decreto de autoconsumo y lanzó campañas de divulgación y sensibilización para fomentar esa actividad. También fue el encargado de elaborar guías prácticas: una, al poco de aprobarse la norma en abril, para profesionales instaladores, y ahora, en agosto, otra para consumidores, con instrucciones básicas. En ellas, el organismo desgrana todas las bondades de la generación propia de energía. Como que «supone un ahorro directo para el autoconsumidor y puede reducir el precio de la electricidad para el resto, puesto que contribuye a abaratar el mercado eléctrico, por un lado, al disminuir la demanda y, por otro, al aumentar la oferta de energía renovable (de los excedentes domésticos)». Vea aquí la guía del IDAE

El ahorro: cuatro de cada diez euros, al bolsillo

La transición energética hacia un mundo menos contaminante está muy bien, pero la otra gran ventaja del autoconsumo eléctrico es el ahorro económico en el gasto en electricidad. Joan Groizard explica, como otros expertos, que el desembolso puede llegar a reducirse hasta un 40 %, sobre todo «si la instalación está bien dimensionada y se aplica la compensación simplificada». El quid está en concentrar el consumo en las horas diurnas, cuando las placas funcionan a todo gas con el sol —algo más fácil para los consumidores industriales que para los domésticos— y evitar, por tanto, las nocturnas, que, salvo que la instalación cuente con baterías, es cuando se tira de la energía suministrada por la comercializadora y no de la propia. Pero ¿cuánto cuesta hacerse autoconsumidor? La instalación más pequeña, de 1,5 kilovatios, vale unos 4.500 euros. La de 3, idónea para una vivienda unifamiliar, unos 6.000, según explicaba en abril Luis Gutiérrez, jefe de producto de Smart Solar, la división de Iberdrola centrada en exclusiva a este negocio. La amortización de la inversión inicial puede llegar entre siete y nueve años después, cuando en el 2015 eran entre diez y quince.

Para los que no quieran animarse todavía al autoconsumo, el director de Energías Renovables del IDAE también tiene un consejo de ahorro: «En general, un usuario menos familiarizado con las ofertas debería estar en el mercado regulado —que se rige por normas que protegen al consumidor dictadas desde el Gobierno—, con contrato de discriminación horaria y mirar bien la potencia contratada».