El partido de Putin retrocede en Moscú pero conserva el control del Ayuntamiento

Rafael M. Mañueco MOSCÚ / COLPISA

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El «voto inteligente», la estrategia de Alexéi Navalni, suritó efecto en las municipales
El «voto inteligente», la estrategia de Alexéi Navalni, suritó efecto en las municipales TATYANA MAKEYEVA | Reuters

La formación oficialista gana también en la mayoría del resto de las regiones, aunque cosecha alguna pequeña derrota

09 sep 2019 . Actualizado a las 22:10 h.

Las movilizaciones del verano en protesta por la exclusión de la mayor parte de los candidatos opositores —57 solo en Moscú— y los llamamiento del principal adversario del Kremlin, Alexéi Navalni, a votar a cualquier partido que no sea Rusia Unida, la formación de Vladimir Putin, han dado cierto resultado, aunque muy lejos todavía de poner en peligro el poder de los actuales dirigentes del país.

Con cerca del 100 % de los votos ya escrutados, Rusia Unida obtiene 25 concejales en Moscú, el Partido Comunista, 13; los liberales de Yábloko, 4; y los socialdemócratas de Rusia Justa, 3; sobre un total de 45 que tiene la asamblea municipal de la capital. En el anterior concejo el partido de Putin tenía 37 ediles, lo que supone un serio retroceso. No obstante, Rusia Unida conservará la mayoría absoluta. La participación fue del 21,77% en la gran urbe.

La novedad en los comicios del domingo consiste no solo en que los comunistas han aumentado su representación —antes tenían 5 escaños—, sino en la aparición de 4 concejales de la formación del economista liberal, Grigori Yavlinski, la única fuerza realmente de oposición que habrá en el concejo de Moscú. Navalni llamó a votar a Yabloko e incluso a comunistas y socialdemócratas con tal de vulnerar la hegemonía de los partidarios de Putin.

Sin embargo, ni el Partido Comunista ni Rusia Justa pueden ser considerados oposición en sentido amplio. Las dos formaciones coinciden con el Kremlin en casi todo. Aún así, el objetivo de Navalni de conseguir reducir la representación de Rusia Unida se ha cumplido. Este lunes lo celebraba admitiendo que ha sido «una pequeña victoria» y denunciando al mismo tiempo «irregularidades» en las votaciones, el recuento y elaboración de las actas.

Otra cosa han sido los comicios celebrados también el domingo en Rusia para elegir gobernadores, asambleas locales, municipios y diputados federales. En la mayoría han ganado los candidatos de Rusia Unida y repiten todos los gobernadores propuestos en su día por Putin, dieciséis en total. En San Petersburgo ha vencido el candidato oficial, Alexánder Beglov, pese a que se esperaba para él un resultado que le hubiera obligado al menos a concurrir en una segunda vuelta.

Derrota en Jabárovsk

El único lugar en donde el poder ha sufrido un relativo revolcón ha sido en la región rusa de Jabárovsk (Extremo Oriente). Allí la victoria ha sido de forma contundente para el Partido Liberal Democrático de Rusia (LDPR), que lidera el ultranacionalista Vladimir Yirinovski, otro aliado del Kremlin. Jabárovsk es la única región de Rusia en donde el principal partido del poder pasa a ser oposición a nivel autonómico y en todos los municipios en donde se celebraron comicios. Tampoco han sido muy buenos los resultados de Putin en Irkutsk (Siberia central).

No obstante, pese a la subida de la edad de jubilación, a los constantes problemas con los vertederos de basura, que han llegado a provocar protestas puntuales en distintas localidades, y al deterioro del nivel de vida debido a la desaceleración económica y a las sanciones internacionales, el partido del Kremlin, Rusia Unida, sigue copando los escaños de la inmensa mayoría de las asambleas locales y ayuntamientos, además de las dos cámaras del Parlamento federal. El mal resultado cosechado en Jabárovsk e Irkutsk se debe a la pésima gestión de las crisis causadas por los incendios y las inundaciones de este verano.