Sánchez pide una «mayoría más rotunda» el 10N y Casado avisa que «las elecciones las carga el diablo»

Francisco Balado Fontenla
Fran Balado MADRID | LA VOZ

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FERNANDO VILLAR | EFE

El presidente del Gobierno emplea la última sesión de control para pedir el voto para unas elecciones en las que intentará expandirse hacia la derecha

18 sep 2019 . Actualizado a las 19:57 h.

Sánchez se va a por el centro. El presidente del Gobierno en funciones acudió este miércoles al Congreso para someterse a la última sesión de control de esta legislatura, y junto a su comparecencia de ayer, ofreció una buena pista de cómo pretende afrontar la campaña del 10N. El objetivo es seguir asfixiando a Podemos hacia la izquierda, pero sobre todo aprovechar el escaparate presidencial desde el que afrontará los comicios para fortalecer su imagen como hombre de Estado. Moderación. Y ahí cuenta con una gran oportunidad para abarcar buena parte del espacio político que existe a su derecha recientemente abandonado por Albert Rivera. El diputado de ERC Gabriel Rufián planteó al jefe del Ejecutivo por su proyecto para Cataluña. «El mismo que tengo para Extremadura», respondió Sánchez.

Otro de los aspectos que pudieron constatarse en la sesión plenaria de este miércoles fue que la precampaña ya está lanzada. Al igual que hizo ayer desde La Moncloa, Sánchez volvió a pedir hoy el voto desde su escaño. «El 10 de noviembre espero que los españoles den una mayoría más rotunda si cabe al PSOE para que ustedes (PP), Rivera e Iglesias no tengan la capacidad de bloquear un Gobierno que es el que necesita España», dijo, eludiendo cualquier tipo de responsabilidad por el fracaso de las negociaciones.

El jefe del Ejecutivo en funciones ha insistido por eso en que espera lograr esa mayoría rotunda el 10 de noviembre, mientras que Casado también ha apuntado a esa cita para señalar que el PP estará «a la altura» para poder «recuperar el rumbo de una nación» que a Sánchez «le queda grande».

Para el presidente del PP, Pablo Casado, las negociaciones solo fueron un paripé: «Quería elecciones desde el principio, pero lleva jugando con los españoles cinco meses», denunció, advirtiéndole que «las elecciones las carga el diablo». Su portavoz parlamentaria, Cayetana Álvarez de Toledo, que disfrutó de su primer y puede que último cara a cara en el Congreso con la vicepresidenta del Gobierno en funciones, Carmen Calvo, vaticinó unos resultados para los socialistas peores de los que auguran sus asesores de cabecera. «Les va a ir muchísimo peor de lo que sus Redondos les susurran», dijo, en referencia a Iván Redondo, jefe de gabinete del presidente del Gobierno y su gran estratega político.

Sánchez ha recordado a Casado el PSOE llegó al Gobierno tras siete años de Ejecutivos del PP con «recortes e injusticia social» y viendo a los dirigentes de ese partido «pasear por el Supremo» por sus casos de corrupción.

El 28 de abril los españoles, ha dicho Sánchez, según informa Efe, votaron de forma clara por un Gobierno progresista «que no dependiera de los independentistas» y lo mismo hicieron el 26 de mayo.

Ha lamentado que los demás, incluido el PP, no hayan asumido «su responsabilidad ni el resultado electoral».

Entre abucheos de la bancada popular ha asegurado Sánchez que ha intentado la investidura y ha acusado, recoge Efe, a las otras tres grandes fuerzas de haber «bloqueado la formación del único gobierno posible».