El caso de la niña enana: un informe médico sostiene que no era adulta, sino que tenía ocho años

La Voz

ACTUALIDAD

Facebook

La historia viral toma un nuevo rumbo al conocerse unos documentos que corroboran que fueron los padres adoptivos los que le cambiaron la edad legal a 22 años después de ver que Natalia Grace ya tenía la menstruación

27 sep 2019 . Actualizado a las 11:19 h.

A veces las cosas no son lo que parecen. Hace falta indagar para conocer la verdad de los hechos. Ocurrió esta semana con Natalia Grace, la niña enana acusada de ocultar que era adulta y que intentaba asesinar a su familia de acogida. Su particular historia dio la vuelta al mundo, pero en ella la realidad estaba tergiversada. Paso por paso. 

Natalia Grace Barnett ya había pasado por varias familias de acogida antes de llegar al hogar de Kristine y Michael Barnett, en Indiana (EE.UU). En aquel momento, Natalia tenía seis años, según los informes del centro de acogida. Ocurrió todo muy rápido, tanto que la adopción por parte de los Barnett se efectuó en apenas 24 horas. «Como sentía compasión por su situación, no quise presionarles para que me dieran información sobre qué había ido mal», dijo Kristine Barnett a The Daily Mail. Hoy está convencida de que la estafaron: la niña no era quien le dijeron que era.

No obstante, la familia de adopción contaba con toda la documentación relacionada con Natalia. Precisamente, la parte clave de esta historia. Un informe fechaba su nacimiento en el 4 de septiembre del 2003, pero los padres no acababan de creerse ese dato. A mayores, en un informe del 2010 que adelantó la cadena estadounidense NBC se confirmaba que la pequeña no solo tenía ocho años, sino que además padecía una displasia espondiloepifisaria congénita, un trastorno de los huesos que produce baja estatura, anormalidades esqueléticas y, en ocasiones, miopía severa y pérdidas auditivas. 

Fue en el 2011 cuando los Barnett empezaron a sospechar que la niña les estaba engañanado porque al verla desnuda pudieron apreciar que la pequeña ya tenía vello púbico. «Me quedé en shock», dijo la madre. Meses más tarde, encontraron sangre en su ropa. Natalia tenía ya la menstruación y, según sus padres adoptivos, estaba intentando ocultarla. 

Para Kristine Barnett, todo esto indicaba que Natalia no era una niña de ocho años como indicaba el informe, sino una adolescente tardía o incluso una adulta que se estaba haciendo pasar por alguien mucho menor. Quisieron llevarla al médico y, al practicarle un test de densidad ósea, los resultados arrojaron que tendría al menos 14 años edad. 

Pero lo que sus padres no sabían es que padeciendo el trastorno displásico todo esto era normal en una niña pequeña. 

En el 2012, la pequeña Natalia tendría que cumplir nueve años de acuerdo con su partida de nacimiento, pero los padres seguían convencidos de que era mentira, por lo que en junio de ese año lograron cambiar la edad de Natalia Grace a 22 años. Nadie entiende cómo lo consiguieron, pero lo cierto es que hay documentos que lo avalan. 

Pocos meses después, la familia acusaría a la pequeña de haber intentado lanzar a Kristine Barnett contra una verja electrificante, lo que desembocaría en un internamiento de Natalia en un centro psiquiátrico. Sería ahí donde todos los documentos empezarían a decir que la niña tenía ya más de 18 años, según confirmaba la firma del doctor Andrew McLaren.

La carrera del otro hijo

Con Natalia internada, la familia Barnett decidió volcarse en el resto de sus hijos, en especial Jacob que, nacido con autismo se convertiría en un prodigio de las matemáticas. Aprovechando la coyuntura, Kristine escribió un libro relatando la crianza de su hijo, descrito como alguien «con más coeficiente intelectual que Albert Einstein». La obra, comercializada también en España, se titula La Chispa: un relato materno sobre educación, genialidad y autismo.

En el 2013, con Natalia ya fuera del centro psiquiátrico, la familia recibió una oferta para que Jacob estudiara un grado en física teórica en el Instituto Perimeter de Física Teórica, ubicado en Waterloo (Canadá). Todos los miembros de la familia Barnett cruzarían la frontera. Todos, menos Natalia. 

Según la declaración jurada de los padres, en el mes de septiembre dejaron a Natalia en un apartamento en la ciudad de Lafayette con el alquiler pagado durante un año. El cambio de edad habría servido, según la investigación por abandono que se está llevando a cabo en la actualidad contra los progenitores, para garantizar a la pequeña cupones de comida y acceso a tratamiento psiquiátrico.

El divorcio, en el 2014

El 3 de febrero del 2014, Michael Barnett le pide el divorcio a su mujer, según está recogido en documentos del Tribunal Superior de Hamilton (Indiana). En ese momento, Natalia seguía viviendo en Lafayette. Pero el año pagado llegó a su fin y la expulsaron de la vivienda. Una compañera de clase de Natalia contó al medio local News 18 que un día había dejado de ir a clase. El director del centro avisó a las autoridades y estas decidieron abrir una investigación que ha permitido sacar a la luz los diferentes puntos de vista de esta particular historia. 

Los padres adoptivos de Natalia han sido acusados de abandonar, ahora sí, a una menor de edad. Según adelanta El Confidencial, durante el año de abandono en Lafayette, medios locales fueron informando de la situación en la que vivía la pequeña.  «Mi hija se encontró a esta pequeña chica sentada en un porche, sola, sucia, sin zapatos y hambrienta. Los vecinos le dijeron que sus padres la habían abandonado para salir del país, diciendo que tenía 22 años. Mi hija empezó a hacer viajes diarios para cuidarla hasta que decidió que ya era suficiente y se la llevó. Ninguno de nosotros sabemos cómo los padres adoptivos fueron capaces de cambiarle la edad. [...] Ella tiene ahora 16 años de verdad, pero por los cambios de edad legales, según la Justicia, tiene 30 años. Tras años y años de este lío legal, finalmente ahora se está empezando a resolver. Está feliz en una familia cristiana maravillosa. El padre adoptivo ha cooperado, pero la madre adoptiva no», se puede leer en algunas noticias.

El padre adoptivo, en declaraciones a The Washington Post, confirmó que le habían cambiado la edad a la pequeña en el 2012 así como que su mujer le había advertido que si la gente le preguntaba debía dar esa cifra. Por su parte, Kristine Barnett sigue sosteniendo que es la edad real. 

Nueva familia de acogida

Tras los hechos relatados, en el 2016 Natalia abandonó Lafayette para irse con una nueva familia de acogida. Los Mans, con quienes estaría hasta al menos el 2018. Fotografías publicadas en Facebook muestran cómo la pequeña aparece sonriendo junto a los dos hijos de esta nueva familia. 

Mientras tanto, los Barnett continúan siendo investigados a espera de que se dicte sentencia por una negligencia infantil.