Sánchez se presenta como garantía de estabilidad y pide olvidar los «reproches» a Unidas Podemos

Gonzalo Bareño Canosa
Gonzalo Bareño MADRID / LA VOZ

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Afirma que  el 10N es una «enorme oportunidad» para afianzar su proyecto político y exige al independetismo que condene la violencia

28 sep 2019 . Actualizado a las 18:48 h.

«A los que quieran bronca se la dejamos toda. A los que busquen mal rollo les dejamos todo el mal rollo. A lo los que quieren destrucción, se la dejamos entera. Estaremos explicando nuestro proyecto político». El líder del PSOE, Pedro Sánchez, ha marcado las líneas de lo que debe ser la campaña electoral de los socialistas de cara a los comicios del 10N. Una estrategia que pasa por presentarse como la única alternativa para un Gobierno moderado y estable frente a los postulados más radicales a la izquierda y la derecha, y frente frente al desafío independentista en Cataluña que solo conducen, a su juiico, a la «parálisis». Pero ese diseño de campaña pretende huir también de los ataques a Unidas Podemos pese a las diferencias y la desconfianza que han marcado las relaciones entre ambas formaciones en los últimos meses.

En su discurso ante el Comité Federal del PSOE, Sánchez ha solicitado la máxima movilización del partido ante una cita electoral que considera como una «enorme oportunidad» para que el PSOE refuerce su representación y su liderazgo en la izquierda pese a la «gran abundancia de ofertas». Reclamó por eso a los dirigentes y candidatos del partido que dejen atrás los «reproches» a Unidas Podemos y también el reparto de responsabilidades en una negociación fracasada que culminó con la repetición de los comicios. «Tras haber vencido en cuatro elecciones os garantizo que el PSOE no quería repetir elecciones, pero este proceso de elecciones debemos verlo como una oportunidad para salir del bloqueo y que España avance en la justicia social», ha señalado.

Lo que busca el PSOE, según Sánchez, es un proyecto «para cuatro años» y no un «proyecto de investidura». «No merece la pena perder el tiempo por una victoria que el resto de actores no reconocieron», ha señalado, insistiendo en la idea tradicional de los socialistas de que «pese a quien le pese» el PSOE es «el partido que más se parece a la sociedad españolal». Recomendó por ello no insistir en los ataques a quienes «impidieron« que España tuviera un Gobierno. Al contrario, propuso un debate de campaña «focalizado en lo importante». Exigió además a la Generalitat de Cataluña y a los líderes indepedentsitas que condenen «cualquier tipo de violencia» que provenga de un «grupúsculo independentista», en referencia a los miembros de los CDR detenidos por un presunto delito de terrorismo, y que reconozcan el fracaso que supuso su apuesta por imponer la independencia y eviten seguir cometiendo errores. «Amamos la Constitución», ha dicho Sánchez, en un guiño al electorado más moderado, dejando claro así su compromiso en la defensa de la legalidad vigente frente a las amenazas de desobediencia de los secesionistas.