¿Y si pudiese evitarse el tratamiento preventivo de la tuberculosis?

Elisa Álvarez González
Elisa Álvarez SANTIAGO / LA VOZ

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Identifican mediante biomarcadores a personas con bajo riesgo de desarrollar esta enfermedad

02 oct 2019 . Actualizado a las 20:25 h.

La tuberculosis causó en el año 2017 un total de 1,6 millones de muertes en todo el mundo. Y dentro de España, Galicia presenta las tasas de incidencia más elevadas, pese al descenso significativo que se logró con el Programa Gallego de Prevención y Control de esta enfermedad. Además de la prevalencia de la patología, otro de los problemas asociado a la tuberculosis es que todas las personas que han estado en contacto con el enfermo y se han contagiado sin llegar a desarrollar enfermedad -es decir, que tienen infección latente tuberculosa (ILT)-), deben someterse a un tratamiento preventivo para evitar que en el futuro desarrollen la patología. Se trata de un tratamiento con fármacos potencialmente tóxicos, especialmente para el hígado, que los pacientes deben tomar entre tres y nueve meses.

Pero, ¿iban estas personas a acabar desarrollando la enfermedad si no tomaran el tratamiento preventivo? La gran mayoría, no. Solo entre el 10 y el 15 % acabarían teniendo tuberculosis, por lo que el resto no precisaría este tratamiento preventivo, costoso para la sanidad pública, enormemente incómodo para los usuarios, y con problemas de toxicidades y efectos secundarios. Desgraciadamente, a priori es imposible saber quién va a desarrollar y quién no la enfermedad, por lo que debe ofrecerse el tratamiento a todos. Sin embargo, una investigación gallega ha logrado distinguir a las personas infectadas en dos subgrupos a través de estudios de transcriptómica masiva, que buscaron marcadores de protección frente a la infección tuberculosa.

Luis Anibarro, de la Unidad de tuberculosis de Pontevedra, y África González-Fernández, del área de Inmunología y directora del Centro de Investigaciones Biomédicas de la Universidad de Vigo (Cinbio), identificaron la existencia de dos grupos de pacientes con ILT: los que tienen un perfil similar a los no infectados, y los que tienen una expresión de genes similar a la de los pacientes con tuberculosis, y que han denominado TB-like.

Este proyecto, que fue financiado por la Unión Europea, precisa ahora de una segunda parte para confirmar estos resultados. «Galicia ofrece una oportunidad para liderarla, ya que cuenta con unidades de tuberculosis para el control de esta enfermedad, tanto de pacientes como de sus contactos, que además funcionan muy bien desde hace muchos años», explica González-Fernández.

Falta de financiación

Los investigadores finalizaron este proyecto en junio y no pueden continuar por falta de financiación. Los resultados precisan una validación más amplia para trasladar los resultados a la práctica clínica, «Galicia es una región endémica de tuberculosis, por lo que llevar a cabo un estudio de este tipo es casi una obligación», insiste esta investigadora. Y es que el fruto de este proyecto tendría enorme trascendencia, ya que parte de la premisa de que el tratamiento preventivo debería darse solo a las personas en contacto con enfermos de tuberculosis y que tengan una expresión de genes similar a la de los pacientes con la enfermedad, y no a todos.

Ahorro sanitario

Otro de los puntos en el que se apoyan los investigadores es determinar si la infección es reciente o no, porque si una persona que ha tenido contacto reciente con un paciente de tuberculosis tenía previamente esta ILT remota, presenta un bajo riesgo de enfermar. «En resumen, queremos validar la hipótesis de que los contactos de enfermos tuberculosos con perfil transcriptómico TB-like presentan mayor riesgo de enfermar que los contactos con perfil No TB-like. Si se confirmara se lograría reducir de forma eficiente el tratamiento de ILT sin que por ello aumente el número de enfermos», apunta la directora del Cinbio.