Edurne: «La distancia no es un problema en mi relación con De Gea»

Caterina Devesa REDACCIÓN / LA VOZ

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Si Paulina Rubio es la chica dorada de México, Edurne es la nuestra. Se dio a conocer en «OT» y desde entonces se ha forjado una carrera que va más allá de la música. Prueba de ello es su papel como jurado en «Got talent» o su paso por la serie «Servir y proteger». Ahora prepara nuevo disco y nos adelanta cómo será

02 nov 2019 . Actualizado a las 19:33 h.

Entró en nuestra vida por la televisión y ahí la seguimos viendo cada miércoles como jurado de Got Talent. Ahora también estará en Idol Kids, junto con Isabel Pantoja y Carlos Jean. Porque la Edurne que participó en Operación Triunfo 2005 es la misma que ahora sufre al tener que decir no a algún aspirante. «Es horrible hacerlo, lo paso muy mal», confiesa la cantante, que también es actriz y que pasó de hacer algún cameo a tener un papel de peso en la serie Servir y proteger. «Yo me considero una mujer de retos. Me gusta tirarme a la piscina y probarme a mí misma, porque al final si no pruebas las cosas, no sabes si eres capaz de hacerlas o no», comenta. Porque ella, además, ha superado lo que para muchos también es un desafío. «Que si la distancia, que si no sé que... Depende de cómo te organices. Cada relación es un mundo y cada persona lo mismo, pero en nuestro caso ya te digo que no es ni un problema», confiesa de forma natural la madrileña, que mantiene una relación con el futbolista David de Gea. «Que hablen de mi vida privada no me agrada tanto», admite la cantante, que se encuentra preparando nuevo disco tras unos años de parón musical.

-Tu «single» se llama «Demasiado tarde». ¿A qué has llegado tú tarde?

-Pues yo precisamente soy de las que piensan que nunca es demasiado tarde. Ja, ja, ja. Lo que pasa es que en este caso cuento la historia de una persona cercana a mí, un caso en el que tardaron demasiado en decirse las cosas cuando podían haberlo solucionado desde un primer momento. Pero es verdad que no soy de pensar así. Creo que nunca es demasiado tarde si realmente algo te gusta o te hace ilusión.

-Entonces, ¿eso de que hay trenes que solo pasan una vez no lo crees?

-Exactamente, pero mejor no dejarlos pasar por si acaso. Ja, ja, ja.

-¿Ese tema es un avance del disco?

-El disco sale el próximo año, entonces el single no es la presentación, pero sí que es un aperitivo. Creo que por primera vez hago un trabajo personal en el cual puedo estar involucrada al 100 % desde el principio y en las diferentes facetas de la creación.

-¿Cómo surgió la colaboración con Carlos Baute para esta canción?

-Pues mira, a Carlos lo conozco desde hace muchísimo tiempo y siempre me había transmitido muy buena energía. A la hora de componer Demasiado tarde en un principio no era un dúo, pero después le incorporamos esa parte un poco más latina, por lo que necesitaba a un compañero que me aportara esa esencia. En ese momento me vino ya Carlos a la mente. Además de por ser un artista muy completo, también por el corazón que tiene. Me gusta rodearme de gente buena, que realmente se implique y que defienda mi tema como si fuera una canción suya. Le estoy muy agradecida de que quisiera formar parte de algo que es tan especial para mí.

-¿En qué te inspiras para componer?

-Pues además de en mis vivencias, que algún tema sí estoy componiendo más personal, me gusta pensar mucho en el público. En historias, como por ejemplo esta, que le pasó a una persona cercana a mí, pero creo que mucha gente ha experimentando algo similar, ¿no? Me gusta dejarme llevar por historias ajenas a mí, que aunque no me pasen personalmente, el que las escuche se pueda sentir identificado. Porque al final las canciones las crea uno, pero se comparten con todo el mundo. Eso es lo bonito.

-¿Qué nos vamos a encontrar en el disco?

-Va a haber de todo. A mí lo que me gusta es que haya evolución, que aunque los temas tengan una base similar, porque el estilo tiene que tener una coherencia, haya variedad, porque si no, sería un poco aburrido. En este caso, aunque todavía estoy en plena grabación y no está todavía finalizado, quiero que sea un mix.

-¿Sientes miedo de que a tus fans no les guste?

-Siempre que se hacen cosas nuevas tienes dentro los nervios de qué pensará la gente, de si les gustará o no. Pero lo más importante y lo fundamental es que yo esté contenta. Al final es un proyecto para mí importante, es como si fuera mi hijo. Son meses de crear con esfuerzo, con un gran equipo detrás, con dudas también, porque soy muy perfeccionista y siempre pienso que puedo mejorar. Entonces, los nervios siempre están, pero pesa más la ilusión. Pesa más el estar segura de lo que estoy haciendo que lo que puedan pensar, pero espero que guste, claro.

-¿A quién le cantas por primera vez los nuevos temas?

-Cuando ya doy el paso de enseñarlo un poco fuera del círculo de trabajo, se los pongo a mi familia. Mis padres, mi hermano y mi pareja, evidentemente, son los primeros que lo escuchan. Tampoco es que lo enseñe mucho antes porque prefiero tener las canciones ya terminadas, pero sí que me gusta escuchar opiniones desde fuera.

-¿Qué canción de tu trayectoria te ha marcado más?

-Mira, esto es como tener que elegir entre todos tus hijos. Ja, ja, ja. Pero es verdad que hay temas que me han marcado. Por ejemplo, de mi primer disco, Amores dormidos es uno de los más especiales, quizá por eso, porque es de mis comienzos y me trae muchísimos recuerdos. O Amanecer, que me ha marcado mucho por ser la canción con la que representé a mi país en Eurovisión. Y claro, Demasiado tarde, que ha sido mi vuelta tras estar un tiempo retirada. Creo que esos tres, aunque te diría todos, ¿eh? Ja, ja, ja. 

-Participas en la serie «Servir y proteger». ¿Qué tal la experiencia?

-Bastante bien. Al final yo me considero una mujer de retos. Me gusta tirarme a la piscina, probarme a mí misma, porque al final si no pruebas las cosas no sabes si eres capaz de hacerlas o no. Todo lo que tenga que ver con el arte me fascina, y llegó este proyecto, porque antes había hecho pinitos, algún cameo y el musical de Grease, que al final también tenía que interpretar, pero nunca había tenido la oportunidad de ser un personaje fijo en una serie. Estoy agradecida no, lo siguiente. Ha sido una gran escuela, he aprendido muchísimo y he descubierto que es una faceta que también disfruto mucho, aunque es duro. A veces es complicado meterte en el papel, memorizar los textos... Y luego sobre todo los madrugones, que yo los llevo bastante mal. Ja, ja, ja, pero estoy encantada.

-¿Te gustaría seguir entonces tu carrera en el mundo de la interpretación?

-Ojalá. Además ahora que me he metido y me siento muy cómoda, ojalá pudiera hacer otras series o una película. A mí me encantaría la verdad.

-También te hemos visto como jurado en «Got talent», ¿cómo lo vives?

-Yo soy muy sensible y enseguida me emociono. Además tengo mucha empatía, porque al final yo también pasé por muchos cástings. Pero estoy feliz de ser parte de un programa en el que no tengo la sensación de estar trabajando, porque disfruto tanto que me encanta. Además llevamos ya cinco temporadas con muchísimas emociones, porque en un mismo día puedes llorar, reír... de todo. Y la verdad es que es una maravilla descubrir el talento que tenemos en España, que es mucho.

-Tú sabes lo que es ser juzgada por tu paso por «Operación Triunfo», ¿cómo es estar del otro lado?

-Es más duro de lo que pensaba. Porque muchas veces me preguntaban, sobre todo en la primera temporada, lo de si es más fácil ser juzgada o juzgar. Y no sé qué decirte, porque para mí ha sido durísimo tener tener que decirle a alguien que no. He tenido que aprender a hacerlo de la mejor manera posible, con todo mi cariño e intentando ser muy respetuosa, pero al final hay que hacerlo, porque es un concurso y no todo el mundo puede pasar. Pero es duro ¿eh?, tener que juzgar, y sobre todo cuando ves que no les ha salido bien una actuación, quizá por los nervios o por muchas cosas. Como yo he pasado por eso puedo entender un poco más.

-¿Qué queda de la Edurne de «OT»?

-Pues mira, sobre todo que yo soy como soy. Al final evolucionas porque en este tiempo vas madurando, vas aprendiendo muchas cosas, pero sigo haciendo mucho la vida que hacía antes. Sigo viviendo en Madrid, en el mismo sitio, con mi gente, y sigo valorando mucho todo lo que me pasa. Sé que no es fácil todo lo que tengo, y lo valoro. Me sigo ilusionando con cualquier trabajo que hago. Poco he cambiado creo. La Edurne que visteis hace años, sigue siendo la misma.

-Transmites dulzura, pero ¿qué te hace sacar el carácter?

-Pues pocas cosas, la verdad. La gente me dice: «Siempre estás con una sonrisa, siempre estás feliz». Y a ver, no siempre, evidentemente todos somos humanos, todos tenemos días que estás más bajo, pero es verdad que me gusta disfrutar de cada momento. Soy positiva. No lo hago con ninguna intención, creo que es mi personalidad y me sale solo. Me gusta estar bien con todo el mundo, soy muy paciente, me he dado cuenta también al hacer trabajos y cosas diferentes en la vida. No me gustan los conflictos, porque pienso que al final para el poco tiempo que tenemos... Aunque al final sean años, pero la vida se acaba, y ¿para qué? Es que no hay necesidad.

-¿Te costó asumir la fama?

-Al principio sí, sobre todo porque en mi caso llegó de un día para otro y no me dio tiempo casi a asimilarlo. Dije: «Madre mía, no hay vuelta atrás». Que hablen de mi vida privada no me agrada tanto. Me encantaría que se centraran más en el trabajo porque tengo una relación normal, como cualquier persona, y ya está. Pero lo llevo bien. A mí que me paren por la calle para pedirme una foto me parece una muestra de cariño y lo agradezco. Además la gente es muy respetuosa.

-¿Qué es lo más raro que te ha pasado con un fan?

-Pues cuando salí de OT sí que fue una locura. Recuerdo que una de las primeras cosas que me pasó es que me hicieron firmar una bota de cowboy porque había cantado la canción de This Boots Are Made For Walking, y claro, yo no era consciente de que ese tema había gustado tantísimo. Entonces yo pensaba: «Pero, ¿por qué me dan una bota? ¡Qué raro». Ja, ja, ja.

-¿Tu trabajo como actriz y jurado ha sido el motivo de tu parón musical?

-No, mira, estoy agradecida porque todos estos años no he parado de trabajar, pero es verdad que musicalmente había sacado disco tras disco y necesitaba parar y oxigenarme. Estaba como un poco saturada y quería pensar bien las cosas, sin presión y sin prisas, y realmente haciendo lo que yo quería hacer. Simplemente fue por oxigenarme un poco y hacer las cosas con calma. No quería tampoco ponerme una fecha, que es como está siendo en este caso, y es como creo que hay que hacer las cosas. Sin fechas y sin prisas, porque hay que estar contento con lo que se hace.

-¿Cuántos aviones has llegado a coger en una semana?

-Buff, pues muchísimos. Yo creo que este año los voy a empezar a apuntar, porque son muchos. Ja, ja, ja. Al final se ha convertido un poco en mi principal medio de transporte, pero lo llevamos bien. Él tiene su vida ahí, yo la tengo aquí y en el fondo tampoco es tan lejos. Se tarda dos horas en avión, que es lo mismo que un Ave de Madrid a Barcelona, y mientras nos podamos organizar bien, nosotros estamos fenomenal. Nos vemos muchísimo, pero también estamos contentos de que cada uno tenga su trabajo y le vaya tan bien, claro.

-Un trabajo que te exige estar en Madrid.

-Claro, claro, y yo feliz. Al final si lo puedes compaginar bien, como es nuestro caso, no hay problema.

-Rompéis así un cliché.

-Pues sí, yo creo que sí. Que la distancia, que si no sé qué... Yo digo: «Bueno, depende de cómo te organices». Cada relación es un mundo y cada persona lo mismo, pero en nuestro caso ya te digo que no es ni un problema, ni algo que digas: «Uy, es imposible de llevar». No, la verdad, es que no. Todo es organización [se ríe].

-¿Qué canción no has podido parar de cantar este verano?

-Buf, pues muchas. Ahora tengo un poco de lío porque también he escuchado canciones de otros veranos. Por ejemplo, a Dani Fernández lo he escuchado muchísimo. Me encanta, he escuchado todo el disco, me lo llevo en el coche, me parece que es un discazo. 

-¿Cómo lo has pasado?

-Pues ya me fui en junio de vacaciones, yo soy de las de irme las primeras semanas, porque claro, para nosotros el verano es trabajo. Son conciertos, o además en mi caso ahora que estoy preparando el disco, pues tuve poco tiempo. Pero una semanita sí que me la cojo siempre para escaparme, no te digo dónde, porque como quiero volver... Ja, ja, ja.

-¿Y adónde vas cuando necesitas desconectar?

-Pues te iba a decir que a mi casa. Que ahora mismo estoy aquí y tengo mis vistas, porque al vivir además en la sierra estoy en paz con mis animalitos, mis perros, mis gatos, tranquilita, tengo mi piscinita, es mi jardín y mis vistas.

-Con tus animales subes muchas fotos a redes.

-No podría vivir sin ellos, para mí los animales son fundamentales. Antes de dedicarme a la música estaba estudiando Veterinaria, tenía clarísimo que mi vida estaba ligada a ellos. No he terminado la carrera, pero los animales no me pueden faltar. Te dan un amor y un cariño... Yo a lo mejor soy demasiado pesada con ellos, ja, ja, ja, pero los adoro.Estos dos últimos gatitos que tengo, uno lo encontré en la calle y otro lo adopté de la protectora. Creo que hay muchos animales que necesitan cariño y un hogar.

-Tenías claro que si no era la música, eran los animales.

-Sí, yo creo que sí. Lo tenía claro desde pequeñita, además que veterinario es una profesión que siempre se dice de pequeña, pero vamos, yo es que lo tenía clarísimo, [se ríe]. Entonces me imagino que me habría dedicado a eso.

-¿Te podremos ver por Galicia con tu disco nuevo?

-Pues ojalá, me encantaría. Porque aparte de comer muy bien, que me encanta todo, la gente siempre que he estado por allí me ha tratado genial. Es verdad que tenéis como un cariño que no sé, ahora mismo hablando contigo, y tengo un compañero en Servir y Proteger, Tito Asorei, que es de allí y es maravilloso, lo adoro, y siempre le digo: «A ver si voy pronto por ahí, ojalá me salga un concierto. Hay que hacer cualquier cosa para vernos». O sea, que ojalá que sí.