Jane Fonda: «¿Véis este abrigo? Es la última prenda que voy a comprar»

La Voz

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SARAH SILBIGER | Reuters

La actriz luce cada viernes en sus protestas contra el cambio climático el mismo atuendo rojo para hacer visible el consumismo textil

13 nov 2019 . Actualizado a las 18:35 h.

Jane Fonda planea vivir hasta los cien años, pero en las dos décadas que le quedan hasta entonces no piensa comprarse ni una sola prenda más de ropa. La actriz, de 81 años, se ha dado cuenta de que no necesita añadir más piezas nuevas a todo lo que guarda ya en su armario y ha decidido hacer visible su postura con un impecable abrigo rojo que lleva cada viernes a sus protestas contra el cambio climático frente al Capitolio, en Washington.

«¿Véis este abrigo? Necesitaba algo rojo, salí y encontré este abrigo en oferta. Es la última prenda que voy a comprar», aseguró la actriz y activista a quienes quisieron escucharla durante una de sus últimas protestas en Washington. «Realmente no necesitamos seguir comprando. No debemos buscar comprar nuestra identidad. No necesitamos más cosas», sentenció la actriz, que asegura que la joven activista Greta Thunberg la ha hecho reflexionar mucho acerca del consumismo.

La industria textil es responsable del 20 % de los vertidos tóxicos en el agua del planeta y se estima que, si la tendencia de la moda rápida sigue evolucionando al ritmo actual, en el año 2050 podría ser responsable del 26 % de las emisiones mundiales del CO2. A eso hay que añadir la cantidad de residuos que genera la ropa de usar y tirar frente a las opciones más duraderas, un conjunto de factores que ha llevado a la ONU a tildar de «emergencia medioambiental» a este sector.

Con todo eso en mente, Fonda ha decidido convertir en icono de una nueva visión de la moda el abrigo rojo que adquirió de rebajas por 500 dólares (453 euros) en los almacenes Neiman Marcus.

Jane Fonda ha participado durante las últimas cuatro semanas en las protestas que se celebran en Washington por la crisis climática y contra «el rol de las guerras y del ejército de EE.UU.» en el calentamiento global. En tres de estas ocasiones la actriz fue detenida y esposada con bridas de plástico por situarse en zonas donde están prohibidas las manifestaciones. «Esta es una forma de usar mi fama para transmitir el mensaje de que enfrentamos una crisis que podría determinar si nuestros hijos y nietos tienen futuro o si el planeta seguirá siendo habitable», reivindicó Fonda.

En el último de estos actos participaron también reconocidas actrices, como Rosanna Arquette y Catherine Keener, que piden aplicar un nuevo programa, propuesto por el Partido Demócrata, llamado Green New Deal, para cambiar la generación de energía de Estados Unidos y que el presidente Trump, a la cabeza de los republicanos, considera demasiado «radical». «Es urgente actuar, tenemos que ser muy valientes», reiteró Fonda, que continuará con estas protestas durante los 14 viernes que pasará en la capital estadounidense con motivo de la producción de la serie Grace y Frankie, de Netflix.

El grupo Fire Drill Fridays («Simulacro de incendio de los viernes»), creado por Fonda siguiendo la inspiración de las movilizaciones impulsadas por Greta Thunberg, protesta profiriendo consignas como «hay que hacer la Tierra grande de nuevo, no a Estados Unidos», «Jane acaba con la lucha» o «Esto no es un simulacro, nuestra casa está en llamas». «Ustedes no lo ven, pero tengo una armadura que me protege [...] Tengo 81 años. No hay nada que puedan hacerme. No importa lo que hagan», afirmó la actriz.

La actriz tiene un amplio historial como activista en defensa de varias causas. En 1972, durante la Guerra de Vietnam, Fonda realizó una visita a Hanói y posó en algunas fotografías sentada en una pieza de artillería antiaérea vietnamita, lo que le valió el apodo de Hanoi Jane. También protestó contra las armas nucleares y la guerra de Irak, se solidarizó con la violencia de género y con el conflicto palestino.