Emilia Clarke confiesa que se iba al baño a llorar tras las escenas de sexo en «Juego de Tronos»

La Voz REDACCIÓN

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SIMON DAWSON | Reuters

«No querrás decepcionar a tus fanáticos de la serie», desvela que le dicen algunos productores

20 nov 2019 . Actualizado a las 17:13 h.

La actriz británica Emilia Clarke, popular por encarnar a Khaleesi en Juego de Tronos, reveló que tras el final de la exitosa serie algunos productores la han presionado para que se desnude en nuevos proyectos audiovisuales, algo sobre lo que ella no está de acuerdo y prefiere evitar, según Efe. «He tenido peleas en el estudio de grabación, en las que defiendo 'no, la sábana se mantiene arriba' y me dicen 'no querrás decepcionar a tus fanáticos de Game of Thrones». Y yo les digo ¡qué os den!», narró Clarke en un episodio reciente del podcast Armchair Expert, entrevistada por el cineasta Dax Shepard.

Por entonces, Emilia tan solo tenía 23 años, era considerada una actriz inexperta dentro del mundillo de la actuación y sus miedos y dudas respecto a poder perder el papel le hicieron aceptar las órdenes y desnudarse en el plató: «Acepté el trabajo y después ellos me mandaron los guiones. Al leerlos fue como: 'Oh, aquí está la trampa. Acababa de salir de la escuela de teatro y lo asumí como un trabajo. Si estaba en el guion, entonces era claramente necesario», continúa diciendo.

Y así, la joven actriz se desnudó prácticamente en todos los capítulos de la primera temporada y en muchos de la segunda y la tercera, hasta que poco a poco sus quejas fueron viéndose recompensadas y sus escenas de desnudos se eliminaron casi al completo, mostrando la actriz solo su cuerpo cuando era estrictamente necesario y estaba conforme con ello. «Me sentía como que flotaba en la primera temporada. No tenía ni idea de lo que estaba haciendo. (...) No sabía qué debía hacer. Desconocía qué se esperaba de mí», añadía. Clarke ya contó en una ocasión que bebía grandes cantidades de alcohol para perder la vergüenza e incluso que pasó por duros problemas de salud debido al estrés que le producía estar a las alturas de las expectativas, pero su nueva confesión es igual de dolorosa: «Si algo me hacía sentir mal, me iba al baño a llorar y después volvía para hacer la escena», explicaba, según Europa Press.

Pero, por muy duro que fue la experiencia, Emilia admite que la volvería a repetir por un motivo principal: ahora conoce sus límites, conoce su cuerpo y sabe con qué tipo de escenas se siente cómoda y con cuales no. Eso ha permitido que la actriz tenga el completo control de la situación y sepa cuando negarse. Además, Clarke ha confesado quién fue su gran apoyo durante la dura primera temporada: Jason Momoa. «Definitivamente fue difícil, pero las escenas con Jason fueron maravillosas, porque él decía 'no cariño, esto no está bien'. Así que, él cuidó de mí, en un ambiente en el que nunca pensé que iba a necesitar que alguien lo hiciese», finaliza la actriz. Una época que quedará siempre grabada en su recuerdo, pero que ha sabido manejar y convertir hasta aceptarla como una parte más de su vida.a la joven en algunas escenas que filmaron juntos y que Clarke describió como «maravillosas».