Investigan si hay vínculos entre la inteligencia rusa y los radicales de Tsunami Democràtic

La Voz REDACCIÓN

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Quique García | EFE

El juez Manuel García-Castellón investiga los movimientos en Cataluña de un grupo militar de élite ruso al que se vincula con supuestas maniobras de desestabilización en Europa

22 nov 2019 . Actualizado a las 14:44 h.

El juez Manuel García-Castellón investiga los movimientos en Cataluña de un grupo militar de élite ruso denominado Unidad 29155, al que se vincula con supuestas maniobras de desestabilización en Europa, y trata también de averiguar si existen vínculos de la inteligencia rusa con Tsunami Democràtic.

Según adelantó El País, en el 2017, en vísperas del referéndum ilegal del 1-O en Cataluña, se detectó la presencia del general Denís Serguéiev, un veterano del Departamento Central de Inteligencia (GRU por sus siglas en ruso), que viajó bajo el nombre falso de Serguéi Fedótov.

Ahora, según han indicado a Efe fuentes de la investigación, se trata de averiguar cuáles fueron sus actividades durante su presencia antes, durante y después del 1-O para determinar si pudo realizar alguna actuación con respecto al «procés» o si simplemente se encontraba de paso.

García Castellón, que desde hace meses dirige esta investigación que se encuentra bajo secreto, instruye la causa por terrorismo contra 7 miembros del llamado Equipo de Respuesta Táctita (ERT), un grupo radicalizado de los Comités de Defensa de la República (CDR).

En una pieza separada investiga también por delitos de terrorismo a la plataforma independentista Tunami Democràtic, promotora de las movilizaciones contra la sentencia del «procés».

Algunas de las fuentes consultadas aseguran que la causa en la que se investigan los movimientos en España de este grupo de élite del GRU es «autónoma», si bien otras apuntan a que también hay una derivada para investigar si existe relación con Tsunami Democràtic.

Según ha informado El País, no es la primera vez que existen sospechas de la supuesta injerencia rusa y de sus espías en el desafío independentista catalán. En febrero, el medio de investigación Bellingcat publicó diversa documentación oficial de los servicios secretos rusos que situaban a un oficial del GRU llamado Denís Serguéiev en dos ocasiones en Barcelona y que había viajado con la identidad falsa de Seguéi Fedotov.

En el primero de esos viajes, Fedotov llegó a la capital catalana el 5 de noviembre del 2016 y, tras permanecer seis días en España, voló de regreso a Moscú vía Zúrich. La segunda se produjo casi un año después, el 29 de septiembre del 2017, solo dos días antes del referéndum ilegal del 1-O, y permaneció en España hasta el 9 de octubre, para regresar a Moscú vía Ginebra.

No hay constancia de más visitas a España, aunque sí a otros países europeos, como el Reino Unido, donde voló, precisamente, días antes del intento de envenenamiento en marzo de 2018 del exespía ruso Serguéi Skripal y su hija Yulia.

El pasado mayo fueron los servicios secretos alemanes los que se mostraban «preocupados» ante el apoyo ruso al independentismo en Cataluña tras recibir información de colegas europeos, que consideraron «muy plausible» y «convincente».

Entonces, su máximo responsable, el presidente de la Oficina Federal para la Protección de la Constitución, Hans-Georg Massen, aprovechó un simposio organizado en Berlín para mostrar su convencimiento de que «Rusia está tratando de utilizar operaciones secretas para influenciar en la opinión pública a través de organizaciones extremistas y radicales».