Irán persigue echar a Estados Unidos de Irak

Mikel Ayestaran JERUSALÉN / COLPISA

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Un hombre camina ante un enorme cartel con la imagen del general Soleimani en una calle de Teherán
Un hombre camina ante un enorme cartel con la imagen del general Soleimani en una calle de Teherán ABEDIN TAHERKENAREH | EFE

Los chiíes exigen este domingo en el Parlamento iraquí la salida de las tropas de Washington

05 ene 2020 . Actualizado a las 16:30 h.

El Parlamento de Irak celebra este domingo una sesión especial para analizar la situación generada por la operación de Estados Unidos que en la madrugada del viernes acabó con la vida del general iraní Qasem Soleimani, el vicepresidente de las Unidades de Movilización Popular iraquíes, Abu Mehdi al-Muhandis, y otras ocho personas. Los diputados de los partidos chiíes, que son mayoría en la Cámara, anunciaron su intención de denunciar el acuerdo vigente entre Washington y Bagdad que permite la presencia de militares estadounidenses en el país.

El objetivo de estas formaciones es cancelar el compromiso y obligar a Donald Trump a retirar a los 5.200 que desplegó en el territorio con la misión de participar en la guerra contra el grupo yihadista Estado Islámico (EI). El ataque contra Soleimani, responsable de la Fuerzas Al-Quds, brazo de operaciones en el exterior de la Guardia Revolucionaria, y Al-Muhandis viola las condiciones acordadas por los dos Ejecutivos, según adelantó el primer ministro dimisionario, Adil Abdul Mahdi, presente el sábado en el cortejo que despidió a los dos asesinados por las calles de Bagdad. Otra de las consecuencias inmediatas de la operación ordenada por el presidente norteamericano Donald Trump fue la suspensión por parte de la OTAN de sus ejercicios de entrenamiento con las fuerzas locales, porque «la seguridad de nuestros hombres es prioritaria». En un clima de máxima tensión, y a la espera de la «venganza» por la muerte de Suleimani anunciada por el Líder Supremo iraní, Alí Jamenéi, varios proyectiles impactaron este sábado por la tarde en el centro de Bagdad y en la base aérea de_Balad, al norte de la capital iraquí y donde hay presencia de tropas estadounidenses. Los ataques no provocaron víctimas mortales. Según la Célula de Información de Seguridad del Gobierno iraquí, se produjeron varios impactos en el centro de la capital y en la fortificada Zona Verde, que acoge a embajadas extranjeras, incluida la de Washington, y sedes gubernamentales. Este tipo de ataques en modo alguno son excepcionales; solo el atentado contra Soleimani les aportaría relieve, además de que coinciden con un momento en que Irak, aliado de EE UU desde la invasión del 2003, está ahora muy cerca de Irán. El sábado, sobre el féretro de Al-Muhandis, el favorito para sucederle, Hadi al-Ameri, aseveró: «El precio por tu noble sangre es la salida de las fuerzas de EE UU de Irak para siempre».

Soleimani y Al-Muhandis fueron despedidos en Irak con todos los honores. El dimitido primer ministro iraquí, Adil Abdul Mahdi; el exjefe del Gobierno Nuri al-Maliki y los líderes de los partidos políticos y milicias chiíes estuvieron presentes en el funeral en la Zona Verde, a poca distancia de la Embajada de Washington. Los cuerpos fueron trasladados luego desde Bagdad a las ciudades santas chiíes de Kerbala y Nayaf en un cortejo multitudinario. El grito que resonó con más fuerza fue el de «¡Muerte a América!».

Sigue el luto oficial Irán recoge este domingo el testigo de Irak y se prepara para una jornada de funeral de Estado. El cuerpo de Soleimani y de los otros cuatro iraníes asesinados por el misil de un dron estadounidense llegan a la república islámica, donde se vive el segundo de los tres días de luto oficial decretados por las autoridades. El Líder Supremo, Alí Jamenéi, y el presidente, Hasán Rohaní, visitaron a la familia del general el sábado e insistieron en que vengarán su muerte. El clérigo iraquí Moqtada al-Sader también se reunió con la familia Suleimani en la capital iraní. «Los estadounidenses no se dieron cuenta del gran error que cometieron; los efectos de este error los verán no solo hoy sino a lo largo de los próximos años», señaló Rohani. La respuesta iraní no parece que vaya a ser inmediata, ya que el portavoz de las Fuerzas Armadas de Teherán, Abolfazl Shekarchí, adelantó que su país «evitará tomar medidas apresuradas».

La gravedad de la situación y el riesgo de una escalada de violencia llevó al ministro de Asuntos Exteriores catarí, Mohamed bin Abderrahman al-Zani, hasta Teherán. El diplomático instó a encontrar «una solución pacífica para reducir las tensiones» y se reunió con su homólogo, Javad Zarif, quien insistió en que la presencia de fuerzas estadounidenses causa «inestabilidad, inseguridad y tensiones». Esta visita, no obstante, fue interpretada como un intento de mediación ya que Doha mantiene relaciones con los dos países enfrentados.