De los pines antifascistas al «Spain is back»

G. B. MADRID / LA VOZ

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14 ene 2020 . Actualizado a las 08:20 h.

Entre los propios dirigentes de Unidas Podemos había dudas sobre si Pablo Iglesias y Alberto Garzón harían algún gesto simbólico durante su toma de posesión. No lo hubo, más allá de ser los primeros ministros de la democracia que prometieron el cargo sin llevar corbata y de que ambos fueran de traje, vestimenta muy poco habitual en su repertorio. Sí destacó, sin embargo, que los dos lucieran en la solapa un pin del triángulo rojo invertido, símbolo de la lucha antifascista al ser la marca con la que los nazis identificaban a los presos políticos en los campos de concentración. Llamó también la atención la corbata del titular de Fomento, José Luis Ábalos, con los colores de la bandera de España. Inédito fue también el hecho de que, tras la fotografía oficial de los nuevos ministros con el jefe del Estado, se produjera un aplauso iniciado tímidamente por Iglesias. La nueva titular de Política Territorial y Función Pública, la canaria Carolina Darias, fue la única que recitó la fórmula de promesa de memoria, sin leer el texto. En el acto se apreciaron pequeños gestos de complicidad entre el rey y el ministro de Universidades, Manuel Castells, quien fue profesor de don Felipe en la Universidad Autónoma de Madrid. Durante su toma de posesión, Castells protagonizó otra anécdota al afirmar que él no era partidario de separar los ministerios de Ciencia y Universidades. «Yo, personalmente, no estoy de acuerdo, pero, al mismo tiempo, no solo es lo que hay, sino que no va a haber gran problema», explicó con humor.

Destacó también el discurso de la nueva ministra de Exteriores, Arancha González Laya, quien tras expresar la necesidad de «reenfocar» el ministerio para «reposicionar» a España en la Unión Europea y en el mundo, pronunció unas palabras en inglés. «Comenzamos una nueva etapa. Spain is back, Spain is here to stay» (España ha vuelto, España está aquí para quedarse), afirmó. Y a continuación explicó que lo decía en inglés porque así la iban a «entender alto y claro en el mundo». González Laya recogió la cartera de manos de la ministra de Defensa, Margarita Robles, que asumió las funciones de Exteriores cuando el anterior titular, Josep Borrell, dejó el cargo para ser alto representante de la Unión para Asuntos Exteriores y Seguridad.