¿Por qué la pensión gallega es un 32 % inferior a la vasca?

Ana Balseiro
Ana Balseiro MADRID / LA VOZ

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JOSÉ PARDO

La respuesta está en el tejido productivo: más industria favorece sueldos y cotizaciones altas

22 feb 2020 . Actualizado a las 00:09 h.

Los jubilados vascos reciben, de media, una pensión mensual de 1.409,08 euros, mientras que por el mismo concepto, la nómina en Galicia baja a 962,39 euros, según los datos oficiales correspondientes al pasado enero. Son prácticamente 447 euros menos en el bolsillo o, lo que es lo mismo, un nada desdeñable 31,7 %, que aún se dispara más (por encima del 44 %) si la comparativa se hace por provincias. Y es que casi 1.440 euros ponen a Vizcaya en lo alto del podio del país y los apenas 801 de Ourense la relegan al farolillo rojo del mapa.

La brecha que separa las pensiones de jubilación del País Vasco —las más altas del país— de las de Galicia —en el furgón de cola, solo ligeramente por delante de Extremadura— evidencia un mapa fracturado.

La misma disparidad numérica se repite también cuando se compara el conjunto de las prestaciones contributivas del sistema, que incluyen, además de las de jubilación, las de incapacidad, viudedad, orfandad y a favor de familiares. De media, los pensionistas gallegos se quedan a un céntimo de percibir 847 euros al mes, mientras que sus homólogos vascos reciben casi 400 euros más (1.238,77). El promedio español se queda a las puertas del mileurismo, en 996,73.

No es una maldición bíblica la que explica tal diferencia en el dinero que los trabajadores reciben después de retirarse. La respuesta está en el tejido productivo de ambas comunidades y, por extensión, del resto del país. No en vano las prestaciones más altas se concentran en la mitad norte (con la excepción gallega) y las más exiguas en la bautizada como España vaciada.

Más industria

En el caso concreto del País Vasco, el peso de la industria es mayor, lo que redunda en mejores sueldos y carreras de cotización de mayor duración y continuidad que, a su vez, se traducen en jubilaciones más cuantiosas, frente a territorios con más sector primario y de servicios y, en consecuencia, más trabajo autónomo, salarios menores y mayor temporalidad.

El detalle de los datos de la Seguridad Social es ilustrativo. Los últimos disponibles muestran que la jubilación media de quien cotizó por el régimen general —es decir, asalariados de cualquier sector— era la más alta. En el caso del País Vasco, ascendía a 1.626,52 euros mensuales frente a los 1.289,39 del promedio de España y los 1.152,56 de Galicia. Es reseñable también que la cita comunidad norteña nos aventaje en el número de este tipo de pensiones (las de mayor cuantía), con 263.137 frente a 261.299, pese a tener, en conjunto, menos jubilados.

Exactamente lo contrario ocurre cuando se observan las prestaciones generadas por los autónomos. Su cuantía es notablemente inferior a la del régimen general, aunque los 909,73 euros de las pensiones de los emprendedores vascos vuelven a estar por encima de la media española (765,29 euros) y a distancia de las gallegas (656,25). En la comunidad, además, los autónomos jubilados son más del doble que el mismo colectivo vasco (más de 172.000 frente a 62.300), lo que impacta rebajando el importe medio del conjunto de las jubilaciones.