El foco iraní del coronavirus: 16 muertos oficiales, pero ¿se ocultan los datos reales?

alicia medina BEIRUT / E. LA VOZ

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Los casos detectados en Iraq, Omán, Bahréin, Kuwait y Líbano tienen su origen en el país, que lleva 16 muertes

26 feb 2020 . Actualizado a las 09:00 h.

El sudoroso viceministro de Sanidad de Irán, Iraj Harirchi, compareció en rueda de prensa el lunes para desmentir las acusaciones de un parlamentario que aseguraba que en la ciudad de Qom los muertos por coronavirus ascendían a 50, lejos de las cifras oficiales de 16 muertos y 95 casos detectados. Durante la comparecencia, Harirchi prometió que si el número de muertes en Qom era un cuarto de 50 dimitiría. Mientras, visiblemente afectado, tuvo que recurrir a utilizar servilletas de papel en varias ocasiones para secar el sudor que inundaba su rostro. No era estrés por lo complicado de la situación. Al día siguiente el viceministro daba positivo por coronavirus.

Oriente Medio mira hoy con aprensión a Irán. Los casos de coronavirus detectados en los últimos cuatro días en Líbano, Kuwait, Bahréin, Iraq y Omán tienen su origen en pasajeros que provenían del país persa.

Fuera de China, la Organización Mundial de la Salud ha documentado 2.069 casos en 29 países con un saldo de 23 muertes. El Covid-19 tiene una tasa de mortalidad del 2 %. Pero en Irán la ratio de casos detectados y muertos no cuadra. «En Irán estamos viendo solo la punta del iceberg», explica Hasan Zaraket, director adjunto del Centro de Investigación de Enfermedades Infecciosas de la Universidad Americana de Beirut (AUB). «Primero se detecta a los enfermos más graves, a medida que las autoridades se pongan al día en la detección y trazabilidad es de esperar que la tasa de mortalidad descienda», afirma este inmunólogo, haciendo referencia a que la cifra de afectados es mayor a los casos oficialmente detectados.

El profesor de epidemiologia y salud pública de la AUB, Salim Adib, recuerda que la primera ola del virus en China tuvo una tasa de mortalidad del 10 % y ahora se ha estabilizado en el 2 %. «La primera ola de una epidemia es la más peligrosa ya que golpea severamente a los más vulnerables, como mayores y enfermos crónicos, cuando el virus se expande se genera una inmunidad colectiva», explica.

El ministro de Salud informó de que «el virus llegó a Irán por medio de un comerciante de Qom, que murió al poco de regresar de China, a donde volaba con frecuencia». Turquía, Paquistán, Armenia, Iraq y Afganistán han cerrado (parcial o totalmente) sus fronteras con Irán; mientras Emiratos Árabes Unidos, Omán, Iraq y Turquía han cancelado vuelos a algunas ciudades iraníes.

El ejecutivo libanés anunció ayer su decisión de parar vuelos de países donde el coronavirus está extendido. Por ahora, en el aeropuerto beirutí se controla la temperatura de pasajeros de vuelos de países afectados como Irán o Italia. Pero el epidemiólogo Salim Adib denuncia que esos controles se hacen «de manera inconsistente, con personal no formado y con material de dudosa validez; el sistema de control actual no es suficiente».

En Líbano preocupa la frágil situación del sistema sanitario; la crisis monetaria y la rampante inflación ha sumido a varios hospitales en escasez de suministros médicos. «Es un desafío lidiar con un brote de Covid-19 bajo estas condiciones económicas», admite Zaraket.

En el mostrador de una farmacia en Beirut una caja con toallitas desinfectantes y geles antibacterianos reza «Protégete del coronavirus». El farmacéutico Mazen Ramadan cuenta que vende 150 mascarillas diarias. Los libaneses están en alerta.