El «milagro» turco contra el coronavirus: un solo caso compartiendo frontera con Irán

Manuel Varela Fariña
M.Varela REDACCIÓN / LA VOZ

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El país se ofrece como destino turístico seguro en medio de la crisis sanitaria y motivado por su endeble economía

12 mar 2020 . Actualizado a las 20:22 h.

Hay un nuevo miembro en el equipo de seguridad de Recep Tayyip Erdogan. El presidente turco viaja acompañado por un hombre que mide la temperatura corporal de los que se le acercan. Erdogan, que esta semana evitó dar la mano en Bruselas al presidente del Consejo Europeo por el coronavirus, extiende así la imagen del milagro sanitario del que presume su país.

Mientras su vecina Irán —con la que comparte una frontera de más de 500 kilómetros— se situó en pocos días como el segundo mayor foco de contagios tras China, con cerca de 11.000 casos y 430 muertes, Turquía anunció este miércoles su primer caso.

Se trata de un hombre de nacionalidad otomana que volvía de Europa. Tanto él como su familia y otras dos personas que establecieron contacto con ellos han sido puestos en cuarentena, según informó el ministro de Sanidad, Fahrettin Koca. «Si hay alguna infección en el país, es muy limitada. El coronavirus no es más fuerte que cualquier otra medida que se vaya a tomar», subrayó Koca.

 Las medidas adoptadas

Los hospitales de Estambul y Ankara llevan semanas probando sistemas de cuarentena con cualquier persona sospechosa de haber contraído el virus. El Gobierno turco anunció un paquete de medidas desde entonces para evitar la entrada del Covid-19, como la instalación de cámaras térmicas en los aeropuertos para medir la temperatura de los pasajeros, cancelar vuelos con Italia, China e Irán —los países más afectados— y cerrar la frontera con este último.

Las autoridades se han esforzado en transmitir a la ciudadanía su misión de mantener el coronavirus lejos del país. El alcalde de la capital, Mansur Yavas, compartió en su perfil de Twitter un vídeo, hace ya dos semanas, en el que muestra cómo se limpia y esteriliza el transporte público de la ciudad.

Limpieza de un tren en Estambul
Limpieza de un tren en Estambul ERDEM SAHIN

Además, el Gobierno canceló las vacaciones de todo su personal médico y suspendió la venta de material sanitario a otros países para prevenir el desabastecimiento en sus hospitales. Sin embargo, el ministro de Deportes, Mehmet Muharrem, rechazó el cierre de estadios y pabellones en las competiciones nacionales, como sí hicieron otros países afectados por el virus.

Las dudas sobre la prevención del coronavirus

Turquía cuenta con una población de 83 millones de habitantes en un territorio que, a su vez, da cabida a 5 millones de refugiados, la mayoría sirios huyendo de la guerra. El país sirve de enlace entre dos continentes, separados por el estrecho del Bósforo que, a su vez, divide la ciudad de Estambul. Los contagios por coronavirus se multiplican a ambos extremos y, sin embargo, Turquía solo sumó un caso esta semana.

Desde el inicio de la crisis sanitaria, la lira turca ha sufrido pérdidas respecto al dólar y la cotización de los clubes de fútbol y aerolíneas nacionales se vio también afectada. La situación dibujada por las autoridades turcas se topó con el escepticismo que recogen medios internacionales como The Guardian o Bloomberg, que recuerdan la fragilidad económica del país.

El diario británico abre la posibilidad de que Erdogan esté tratando de ocultar información sobre el número real de casos en el territorio y evitar así nuevos altibajos en la situación financiera de un país con una elevada tasa de desempleo.

El aparente éxito en las medidas de prevención sirve también como reclamo a la creciente industria turística, fundamental en la recuperación económica del país tras la grave crisis monetaria sufrida hace solo dos años. El año pasado se llegó a la cifra récord de 51,2 millones de visitantes, un 13,8 % más que en el 2018.