España, en estado de alarma

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El Gobierno anuncia la aplicación de un instrumento, que se aprobará mañana en un Consejo de Ministros extraordinario, que permite al Ejecutivo limitar el movimiento de personas por la crisis del coronavirus

13 mar 2020 . Actualizado a las 16:42 h.

Sánchez declarará mañana sábado el estado de alarma en España para intentar controlar y reducir la pandemia del coronavirus «con la máxima agilidad» posible mediante un decreto que aprobará en un Consejo de Ministros extraordinario. Este estado de excepción ampara al Ejecutivo a tomar decisiones «orientadas a movilizar todos los recursos del Estado para proteger mejor la salud de los ciudadanos», afirmó el presidente en una declaración institucional realizada este mediodía. En dicho decreto, se detallarán las medidas concretas que empleará el Gobierno para combatir al virus. Entre estas, la ley contempla «la limitación de la circulación de personas y vehículos», la posibilidad de requisar bienes, la intervención de industrias o fábricas, y el racionamiento de servicios o el consumo de artículos de primera necesidad.

Como admitió el propio Sánchez, se trata de «un instrumento» que dota al Gobierno de «recursos extraordinarios» para enfrentar «crisis tan extraordinarias» como la que soporta el país. Sánchez se mostró dispuesto a «movilizar todos los recursos del conjunto del Estado» que sean necesarios: «Económicos, sanitarios, tanto públicos como privados», matizó, abriendo la posibilidad de intervenir los hospitales privados, «civiles y militares».

Los equipos jurídicos de la Moncloa trabajan en la redacción del decreto que habilitará al Gobierno a aplicar estas medidas excepcionales durante los próximos 15 días. Según recoge la Constitución, en caso de necesitar prorrogar dicho plazo, tendrá que contar con el visto bueno del Congreso de los Diputados. No obstante, Sánchez ya comunicó su intención de declarar el estado de alarma a la presidenta de la Cámara Baja, Meritxell Batet, así como a los principales líderes de la oposición. A lo largo de esta tarde mantendrá un encuentro telefónico con los presidentes autonómicos para informarles.

En la línea con su declaración de ayer, el presidente del Gobierno avanzó que «estamos solo en la primera fase de un combate» en el que todavía «nos esperan semanas muy duras», admitió, calculando que a comienzos de la próxima semana el número de positivos por COVID-19 podría llegar hasta los 10.000. En el momento de su intervención hay confirmados más de 4.000 casos y al menos 92 muertes.

En su intervención, Sánchez se dirigió de forma expresa a tres colectivos. A los profesionales sanitarios, «la primera línea» del frente; a los «mayores», sector de la población a los que solicitó evitar a costa todos los contactos y la exposición en espacios públicos»; y también a los jóvenes, que a pesar de que gocen de una salud de hierro, les recordó que pueden actuar de «transmisores» del virus sobre otras personas «mucho más vulnerables».

«La victoria depende de cada uno de nosotros. El heroísmo consiste también en lavarse las manos, en quedarse en casa. Tardaremos semanas, va a ser muy duro y difícil», repitió, «pero vamos a parar el virus».

Se trata de la segunda vez que España se encuentre bajo un estado de alarma. La primera fue en el 2010, cuando el Gobierno se acogió a esta medida de la Constitución para poner fin a la huelga de los controladores aéreos, una crisis gestionada por el ministro de Fomento de entonces, el Gallego José Blanco.

Sánchez decreta el Estado de alarma siguiendo la estela de otros países, como Portugal, cuyo presidente decretó este mismo viernes el estado de alerta con 78 infectados sin ningún muerto.