Marruecos reta al Gobierno de Sánchez por las aguas territoriales

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La ministra de Asuntos Exteriores, Arancha González Laya
La ministra de Asuntos Exteriores, Arancha González Laya Eduardo Parra | EUROPA PRESS

Rabat amplía su espacio para hacerse con el telurio del monte Tropic entre las airadas protestas de Canarias

05 abr 2020 . Actualizado a las 10:28 h.

En plena crisis del coronavirus, Marruecos ha dado un golpe de mano al cumplimentar el último paso para ampliar sus aguas territoriales y establecer su zona económica exclusiva. La publicación en el boletín oficial de aquel país de dos leyes que el Parlamento marroquí había aprobado por unanimidad supone un desafío al Gobierno español y ha causado una airada reacción en Canarias.

La clave que explica el movimiento marroquí tiene nombre y territorio: el monte submarino Tropic, situado a 269 millas al sur de la isla de El Hierro, que esconde el mayor yacimiento de telurio del mundo, un semimetal de enorme valor, necesario para la fabricación de paneles solares. También abunda el cobalto, que se usa para la producción de baterías de coches eléctricos. Marruecos reivindicó su derecho a delimitar sus aguas marinas cuando se descubrió que ese antiguo volcán era rico en reservas estratégicas.

Canarias pide respuesta

Aunque Rabat asegura que no impondrá hechos consumados y que la demarcación de la frontera marítima se hará de mutuo acuerdo y conforme a la legislación internacional, lo cierto es que su decisión ha provocado alarma en Canarias. Su presidente, el socialista Ángel Víctor Torres, ha pedido al Gobierno que actúe con contundencia si se ve afectado el espacio marítimo canario: «No se tocará ni un solo milímetro de las aguas que rodean el archipiélago». El PP ha calificado el movimiento marroquí de «gravísimo atropello», al tiempo que los dos diputados nacionalistas canarios, Ana Oramas (Coalición Canaria) y Pedro Quevedo (Nueva Canarias), han exigido a Pedro Sánchez que haga frente a este desafío y garantice la soberanía española. La ministra de Exteriores, Arancha González Laya, ha pedido que no se caiga en el alarmismo y asegurado que el Ejecutivo se reserva «el derecho a reaccionar» como considere oportuno.

 

El Congreso ha aprobado una moción en la que insta al Ejecutivo a actuar con firmeza. En la misma se le pide también que busque «una solución justa, duradera y mutuamente aceptada» entre Marruecos y el Frente Polisario sobre el Sáhara Occidental. Precisamente, hace algo más de un mes, hubo un incidente diplomático con el país vecino a raíz de la reunión de Nacho Álvarez, secretario de Estado de Derechos Sociales y hombre de confianza de Pablo Iglesias, con su homóloga saharaui. Esto provocó la ira de Marruecos, lo que hizo que González Laya tuviera que asegurar a Rabat que la posición española sobre el Sáhara no había cambiado.

Para Yolanda Sobero, autora de Sáhara. Memoria y olvido, «la reunión tendría que haber sido un asunto menor, pero tanto Marruecos como Argelia se agarraron a este tema porque hay muchas cosas en juego, en especial la expansión de sus aguas territoriales». Para el historiador José Luis Rodríguez Jiménez, autor de Agonía, traición, huida , «la relación con Marruecos debe ser lo mejor posible porque existen intereses comunes, pero España se mueve siempre a la defensiva, muestra debilidad». En su opinión, «tiene también cartas que jugar, como la política europea respecto a Marruecos, que no utiliza». «No es lógico que sea Marruecos el que imponga todas las condiciones», concluye.