Una cajera, a los vecinos que la acusaban de ponerlos en peligro: «Gracias a mí coméis cada día»

Iago García
Iago García REDACCIÓN | LA VOZ

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Juan Ignacio Roncoroni | Efe

La empleada de un supermercado de Murcia, que como muchos otros compañeros redoblan esfuerzos estos días, señala que la nota que se topó bajo su puerta colmó su paciencia: «habéis hecho llorar a mi hijo de 10 años»

14 abr 2020 . Actualizado a las 19:20 h.

Miriam Armero trabaja en un supermercado de Cartagena, en Murcia. Tras unas intensas jornadas de trabajo, como las que están teniendo estas últimas semanas muchos otros compañeros del sector de la distribución y venta de comestibles y bebidas en toda España, no se esperaba de buena mañana toparse con semejante misiva. Fue su hijo de 10 años el que encontró una nota que sus vecinos habían pasado por debajo de la puerta dirigida a la cajera. Se la entregó con lágrimas en los ojos. Escrita en letras mayúsculas por completo, el mensaje era claro a la par que determinante: «Queremos pedirte por el bien de todos que te busques otra vivienda mientras dura esto ya que hemos visto que trabajas en un supermercado y no queremos más riesgos».  

A la izquierda, la nota que los vecinos de Miriam, cajera en un súper de Cartagena, le dejaron en su puerta. A la derecha, su respuesta
A la izquierda, la nota que los vecinos de Miriam, cajera en un súper de Cartagena, le dejaron en su puerta. A la derecha, su respuesta

La respuesta de Miriam llegó en el mismo formato y decidió pegarla directamente en el espejo del portal de acceso al edificio. El folio era también muy explícito, ya desde el principio. «Sí. Trabajo en un supermercado y gracias a eso vosotros coméis cada día», empieza diciendo. Añade que «en vez de tanto apluso a las 20 horas, tened un poco de empatía por las personas que tenemos que trabajar y tenemos famlia». Y concluye: «en vez de dejar notas debajo de la puerta de mi casa me tocáis al timbre y os lo dirá personalmente». La posdata lamenta además cómo le ha afectado a su hijo lo ocurrido: «gracias por hacer llorar a un niño del 10 años que ha sido el que ha cogido la nota».

En un vídeo colgado en su perfil de Facebook, se ha desahogado sobre lo ocurrido, obteniendo más de 60.000 reproducciones y cerca de 4.000 «Me Gusta». «Trabajo en un supermercado, y estoy muy orgullosa de decirlo, porque estamos ayudando a muchas personas aún poniéndonos nosotros en riesgo»; es una de las frases que emplea, señalando a la vez que pondrá el caso en manos de sus abogados porque no está dispuesta a recibir «anónimos amenazantes en su casa».

Los médicos, otro colectivo que genera «tensiones» 

Los sanitarios, desde auxiliares a médicas y pasando por enfermeros, son sin duda los que se miden de tú a tú al contagio por COVID-19 y arriesgan su salud cada día en sus centros de trabajo. Y al mismo tiempo, están siendo foco de críticas vecinales que les acusan de poner en riesgo a sus vecinos. Le ocurrió a un joven médico residente en el hospital Mancha Centro de Alcázar de San Juan, en Ciudad Real. El caso de Jesús Monllor, no es el único, y el fenómeno va a más en portales, ascensores y descansillos ¿Te parece correcta esta forma de actuar de las comunidades?