Jordi Vila, microbiólogo: «Que no se nos vuelva a escapar de las manos»

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Su departamento en el Clínic es clave contra el COVID-19 y advierte sobre el peligro de la falta de datos sobre el virus

17 abr 2020 . Actualizado a las 21:40 h.

Jordi Vila Estapé (Barcelona, 1956) es uno de los nombres propios de la lucha contra la pandemia, desde la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (Seimc) y el Departamento de Microbiología del Hospital Clínic de Barcelona, estamentos que preside y dirige.

-¿Ha sido la manera de concebir el sistema sanitario lo que ha llevado al colapso mundial?

-No, para nada. Sufrimos otras infecciones respiratorias, pero son las características de este virus y su extremadamente alta transmisión las que han provocado el bloqueo de los sistemas sanitarios a nivel internacional.

-¿No había modo de estar preparados?

-Es que estábamos preparados. Hemos implementado metodologías para detectar el virus en tiempo récord, en dos semanas. Hace treinta años hubiese sido imposible. Nos llegaban mil pruebas al día. Nos desbordó. Fue un reto y lo estamos logrando superar. Me quito el sombrero ante los jóvenes del laboratorio, dispuestos a procesar cuantas pruebas fuesen necesarias. Y sin contagiarse.

-¿Esa será la clave para el desescalado? ¿Tener margen de maniobra frente al número de pacientes?

-En cierto modo. Que no se nos vuelva a escapar de las manos. Que los casos que surjan, que los habrá, que podamos controlarlos. En Wuhan se alcanzó casi el cero. En dos días registraron sesenta casos y dos fallecimientos. Si logramos controlar los positivos y a sus contactos, entonces podríamos mantener la epidemia a raya.

-¿Cómo afrontaría el siguiente paso?

-Con el máximo escalado posible en función de los kits de los que se disponga. Empezando por residencias de la tercera edad. Al buscar personas con anticuerpos, el test rápido no sirve para el diagnóstico, pero sí vale la pena para saber si la población ha pasado la enfermedad. Son rápidos en ofrecer el resultado, pero lentos de manejo si tienes que realizar un gran volumen en poco tiempo. Complementados con la técnica Elisa se podría elaborar un mapa de la respuesta inmunitaria. Y se pueden sectorializar los hospitales, por ejemplo, para separar a la gente que ingresa por otras afecciones que no son el COVID-19 y que cada vez son más. Es importante hacer este cribado inmunológico entre los profesionales de hospital.

-¿Está confirmado que haber superado la enfermedad otorga inmunidad?

-Todo apunta a ello, pero no sabemos cuánto dura. Es importante destacar que no disponemos de un histórico de la enfermedad. En noviembre sabríamos si esa inmunidad dura un año.

-¿Existe transmisión por medio de individuos reinfectados?

-Yo diría que no. Científicamente no está demostrado. Un grupo alemán de investigación hizo un seguimiento de la carga viral con muestras en la nasofaringe, donde el virus se replicaba, y esta disminuía a partir del séptimo u octavo día. Llegaron a la conclusión de que si tienes respuesta inmunitaria, aunque tengas el virus, no será infectivo. Esto es importante para estar protegido, pero también protegiendo a tu entorno.

-Por la inmunidad de rebaño, pero ¿no existe un riesgo de malinterpretar el mensaje?

-Para el que piense que sería positivo buscar el contagio: se equivoca rotundamente. Hubo gente joven que estuvo muy grave. Hay que seguir con las medidas de protección. Y estimando muy bien cuándo y cómo desescalamos.

-¿En base a qué criterios?

-No sabemos de qué número de afectados estamos hablando. La estadística y el cálculo deben realizar su trabajo. Es importante la prevalencia en la población. Distinguir por número de casos en cada comunidad autónoma. Seguro que está infraconsiderado. Con una semana más de suspensión de actividades no esenciales podríamos tener más información. Sería muy conveniente esa perspectiva a una semana.

-¿Y la vacuna, para cuándo?

-Es que para ajustarla todavía nos falta información. No tenemos un histórico. Dependerá si el virus ha venido para quedarse, si es estacional, qué pasa con el buen tiempo... todo son elucubraciones. Vamos aprendiendo sobre la marcha. La gente lo tiene que comprender.

-¿Cree que lo entienden?

-Por su comportamiento, creo que sí. Está muy mentalizada. Salvo excepciones.

-¿Se sienten presionados por los factores económico y político?

-No. En el hospital realizamos los ensayos clínicos que estimamos oportunos y en los tiempos que precisamos.

-Me refería a la comunidad científica y a nivel internacional.

-No me veo capacitado para contestar. Esta crisis no se afronta con la visión de una sola disciplina, sino con el conjunto de todas.

-¿Servirá de lección?

-A título individual, creo que ha sido un buen susto, que te indica que las costumbres de higiene (que ya había) deben continuar. Y no solo por el COVID-19.

-¿Siente que usted ha estado siempre para esto?

-Han sido un cúmulo de cosas desde el punto de vista intelectual. Este ritmo es estresante, agotador, pero también interesante. Por ejemplo, ya buscamos un plan B por si se acaban los kits debido a la rotura de stock. Montamos una metodología casera, con reactivos en nuestro laboratorio para los PCR.

«Cuidar a nuestros mayores es la única opción ética»

La falta de homogeneidad de los gobiernos en la manera de atacar la pandemia ha provocado desigual incidencia en la población y acarreará consecuencias territorialmente divergentes.

-Algunos países, como Holanda, Estados Unidos o el Reino Unido, tomaron el camino del confinamiento inteligente o el contagio masivo en busca de una inmunidad de rebaño, lo que implica una mayor exposición de la población de riesgo, incluidos los mayores. ¿Qué opina sobre esta línea de acción?

-Bueno, el Reino Unido comenzó por esa vía, pero la presión social le ha hecho recular. A mí no me cabe ninguna duda. Tenemos que cuidar a nuestra gente mayor. Por principios éticos.

-¿Solo criterios éticos?

-Incluso pragmáticos. Quiero decir que nadie les garantiza que a esos países no se le saturen las ucis y las urgencias. Si nosotros hemos tomado medidas y se nos saturan, a ellos, si dejan mano libre para conseguir una protección de grupo... es un riesgo, porque esta población mayor tiene una mortalidad superior... y éticamente no es factible. Ellos, los mayores, nos han cuidado a nosotros antes...

-El debate respecto a la atención a los mayores no está solo en las ucis.

-No, no. Ahora incluso hay que hacer más hincapié. Por ejemplo, realizando un screening [para detectar personas sin síntomas y conocer la prevalencia] y test de anticuerpos. Aunque dudo que vaya a haber muchos positivos, dada la inmunosenescencia [deterioro global del sistema inmune] de este sector de población. Será poca la gente mayor que haya pasado por el COVID-19 de forma asintomática.