España probará si la nueva vacuna de la tuberculosis protege frente al virus

Raúl Romar García
r. romar REDACCIÓN / LA VOZ

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B.F.

El Gobierno financia la prueba de concepto de un producto que se fabricaría en Galicia

16 abr 2020 . Actualizado a las 20:24 h.

No es una vacuna específica para el nuevo coronavirus, pero sí podría desencadenar de forma indirecta algún tipo de inmunidad que serviría para proteger de forma preventiva frente a COVID-19. Es la esperanza que abre la vacuna más antigua de todas las que existen en el mercado, la BCG, que desde hace más de cien años se utiliza en todo el mundo para combatir la tuberculosis. Hay dos ensayos clínicos en la actualidad que se están probando en sanitarios, uno en Holanda y otro en Australia, para comprobar si este efecto existe realmente y en qué medida se produce.

A esta carrera también se suma ahora España, que probará si esta misma hipótesis también se cumple para la nueva vacuna contra la tuberculosis, la MTBVAC, que ha sido desarrollada por la Universidad de Zaragoza con el apoyo de la compañía biotecnológica gallega Biofabri, filial de ZENDAL, que se encargaría de fabricarla. Esta terapia, que ha demostrado una mayor eficacia que la convencional, está a punto de iniciar los ensayos clínicos en fase III. El Instituto de Salud Carlos III acaba de financiar este proyecto, con cargo al Fondo COVID, con el que se pretende explorar si la inmunidad inespecífica frente a SARS-CoV-2 que podría generar esta vacuna puede ser lo suficientemente eficaz como para iniciar «estudios en personas en los próximos meses». Habrá que esperar, sin embargo, cuatro meses para comprobar si esta estrategia funciona, ya que, de momento, lo que se hará ahora es una prueba de concepto. En el trabajo también colaborará un equipo holandés.

Acortamiento de tiempos

Pero si la hipótesis previa se corrobora y la vacuna de la tuberculosis confiriera inmunidad innata frente al coronavirus supondría una importante ventaja: no sería necesario realizar ensayos clínicos de seguridad en humanos, porque este aspecto ya ha sido probado, con lo que se podría pasar directamente a medir su eficacia. De esta forma se acortarían los tiempos, por lo que podría fabricarse y distribuirse mucho antes que otras que están desarrollando laboratorios de todo el mundo de forma específica contra COVID-19. Puede que la terapia contra la tuberculosis no ofrezca una inmunidad total contra el coronavirus, pero si logra una defensa significativa ya sería un paso fundamental frente a una enfermedad para la que no existe, ni se espera hasta pasado un año, ninguna otra alternativa terapéutica preventiva.

Esta misma aproximación es, de hecho, la misma que se está siguiendo para el tratamiento de los pacientes. No existe ningún antiviral específico, por lo que, mientras no aparezca uno, se están probando alternativas terapéuticas enfocadas inicialmente hacia otras enfermedades, desde medicamentos para la artritis y la malaria a antirretrovirales para el VIH.

«Si los resultados de MTBVAC son positivos, servirían como prueba de concepto para iniciar estudios en personal sanitario y trabajadores de residencias de ancianos en contacto directo con pacientes con COVID-19», explica Andrés Fernández, CEO de ZENDAL, matriz a la que pertenece Biofabri.

Sin embargo, es necesario mantener la cautela. Es lo que advierten fuentes de la Universidad de Zaragoza que trabajan en el desarrollo científico y en estrecha colaboración con Biofabri, responsable del desarrollo industrial y clínico de MTBVAC desde hace muchos años. «Tenemos que ser muy prudentes, porque no queremos generar falsas esperanzas ante una enfermedad tan devastadora y que no conocemos muy bien. Lo que nos toca ahora es trabajar y dentro de cuatro meses podremos decir algo». Advierten que el proyecto financiado por el Instituto de Salud Carlos III es «una prueba de concepto en animales para conocer si esta vacuna contra la tuberculosis puede funcionar también para el coronavirus».

Si finalmente se comprueba que esta estrategia funciona, la vacuna se produciría en Galicia. «La gran ventaja que tendríamos es que esta vacuna es nuestra, que la podríamos fabricar en España», apuntan.

La tuberculosis representa la primera causa de mortalidad por enfermedades infecciosas en todo el mundo, provocando 1,4 millones de muertes y 10 millones de nuevos contagios cada año. La actual vacuna BCG, basada en una forma viva atenuada de Mycrobacterium bovis aislada de las vacas y desarrollada hace ya un siglo, continúa siendo la única autorizada contra la enfermedad, aunque existen varios proyectos en busca de una sustituta más eficaz.

 La nueva vacuna contra la tuberculosis MTBVAC, en la que participa el grupo de Carlos Martín de la Universidad de Zaragoza, sigue avanzando como candidata para la vacunación universal contra la tuberculosis y alternativa a la vacuna actual (BCG).  

 Después de varias décadas de investigación en este campo, la vacuna MTBVAC, la primera basada en el patógeno humano Mycobacterium tuberculosis (Mtb), ha demostrado en estudios preclínicos perfiles de seguridad similares y una mayor protección contra la tuberculosis pulmonar que la vacuna BCG.

 Impacto esperado

A finales de Marzo de 2020, ha comenzado en Holanda un ensayo clínico en personal sanitario en contacto con pacientes COVID-19 para estudiar la protección de BCG, actual vacuna contra la tuberculosis (TB), contra la infección SARS-Cov2.

La protección de BCG contra la infección por SAR-Cov2 nunca ha sido probada en modelos animales. El presente proyecto estudia por primera vez la eficacia de BCG comparada con el nuevo candidato español a vacuna viva atenuada contra la Tuberculosis MTBVAC, en avanzado desarrollo clínico, contra la infección por SAR-Cov2.

La producción de BCG en los últimos años ha sufrido graves problemas de desabastecimiento, si los resultados de MTBVAC son positivos, y muestra similar grado de protección inespecífica que BCG contra la infección por SAR-Cov-2, serviría como prueba de concepto para iniciar estudios en personal sanitario y trabajadores de residencias de ancianos en contacto directo con pacientes COVID-19.