La entidad asegura estar preparada para aumentar el tamaño de sus programas de compra de deuda
16 abr 2020 . Actualizado a las 20:24 h.El Banco Central Europeo (BCE) sigue explorando todas las opciones posibles para tratar de frenar la sangría económica que provocarán las heridas del coronavirus. La presidenta de la entidad, Christine Lagarde, se mostró tajante este jueves y aseguró que el Consejo de Gobierno está «preparado para aumentar» el tamaño de sus programas de compra de deuda y para ajustar su composición, tanto como sea necesario y durante el tiempo necesario. Durante su intervención en la asamblea virtual del FMI en Washington, Lagarde sentenció que el BCE «explorará todas las opciones y todas las contingencias para apoyar la economía en este impacto».
Mucho han cambiado las cosas desde los primeros compases de la crisis del COVID-19. «No estamos aquí para reducir las primas de riesgo, hay otras herramientas y otros actores para ello», aseguraba Christine Lagarde a mediados del mes de marzo, unas declaraciones que provocaban una irremediable escalada de las primas de riesgo y un hundimiento de los parqués del Viejo Continente.
Las palabras de Lagarde costaron millones de euros en toda Europa. Solo 24 horas después, la institución se ponía las pilas y comenzaba a sacar la artillería pesada. Y ahora, casi un mes después, siguen en su empeño: «El Consejo de Gobierno está comprometido en hacer todo lo necesario dentro de su mandato para ayudar a la zona del euro en esta crisis», apostilló Lagarde. El BCE observa que algunos fondos de inversión han sufrido «salidas de capital significativas» desde el inicio de la volatilidad en el mercado, pero las medidas que ha adoptado la entidad monetaria recientemente han contribuido a mejorar las condiciones.
En concreto, tras la decisión de ampliar las compras de deuda del sector privado a los pagarés de empresas, se han reducido las salidas de los fondos del mercado de dinero de la zona del euro.
Lagarde también dijo que el BCE apoya las medidas de respuesta a la crisis del FMI, especialmente los ajustes en sus préstamos de emergencia y la creación de una línea de crédito a corto plazo para países con datos macroeconómicos fundamentales fuertes.