De la compra búnker a la caprichosa

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MABEL RODRIGUEZ

¿Qué compramos durante la cuarentena? Si al principio nos volvimos locos con el papel higiénico, ahora nos pierden las aceitunas y el chocolate. Ah, y la cerveza, aunque a esto siempre le dimos.

26 abr 2020 . Actualizado a las 10:33 h.

Solo hay que revisar los últimos tiques del súper para ver cómo llevamos la cuarentena. Sí, dentro de casa también hemos pasado por varias etapas. No somos los mismos ahora que hace unas semanas: quizás estemos más limpios, saturados de bizcocho y menos mal que no salimos en coche a (casi) ningún lado porque seguro que damos positivo, y no por coronavirus. Hemos pasado de comprar papel higiénico, lejía y cerveza a llenar el carro de aperitivos, chocolate y helado. Pero vayamos por partes, porque hay detalles del estudio que la empresa Gelt ha hecho sobre la actividad de los consumidores españoles en los supermercados, que no debemos pasar por alto.

Volvamos al origen de todo. Fue anunciar que se cerraban los coles y los museos, así como que se restringían las concentraciones públicas en Madrid, y nos lanzamos corriendo al súper. ¿Recuerdan aquellas colas en los hipermercados, las estanterías vacías o los carros repletos? Esto es lo que los expertos denominan la compra búnker, un aprovisionamiento que tenía como objetivo neutralizar el miedo y garantizar los víveres durante el periodo de aislamiento. Hacía ya varias semanas que las compras manifestaban algún tipo de cambio, pero durante la última antes del confinamiento el tique medio se incrementó en un 27%. Sobra decir que el papel higiénico se convirtió en el producto estrella, algo que los expertos achacaron a su «condición de no reemplazable, su tamaño y la ansiedad e incomodidad que genera su carencia», según explican en el análisis. Pero no solo compramos rollos, la cerveza y el vino, fueron el segundo y tercer producto más adquirido. El resto de la lista más habitual estaba formada por alimentos no perecederos y artículos de higiene y desinfección: arroz, alcohol, legumbres, pasta, conservas y limpiadores como alcohol o lejía. Hay otros que se colaron inesperadamente en la lista, de la que no suelen formar parte, como es el caso de la leche en polvo. Su consumo aumentó cerca de un 173%.

A medida que pasaron los días la compra se fue moderando. Nos dimos cuenta de que el abastecimiento estaba garantizado, de que el apocalipsis no iba a llegar a los supermercados y que no tenía sentido convertir nuestra despensa en el almacén del mercado central. Eso sí, seguimos comprando cerveza, mucha cerveza, tanta que su consumo se incrementó un 78 %. Una vez que ya habíamos hecho acopio de productos básicos no perecederos, los productos de limpieza, las conservas, legumbres, los platos preparados y el arroz, se convirtieron en los más comprados. Fueron los más comprados, sin embargo, como estábamos abastecidos los compramos en menor cantidad, a excepción de las conservas, un recurso habitual en nuestra cocina. Se consumió menos aceite, platos preparados, arroz, legumbres, y por supuesto leche en polvo. La teníamos toda en casa.

PICO ENTRE 11 Y 14 DE MARZO

Cada fase del confinamiento está teniendo, según los autores del estudio, una característica distinta si analizamos la forma de comprar. Primero nos volvimos acaparadores, luego fuimos más racionales y normalizamos las compras, y después de quince días en casa, llegó el momento de darse caprichos. Los productos que más se vendieron por estas fechas fueron aceitunas, patatas fritas, chocolate y helado. Este consumo coincide con la tendencia de hacer quedadas virtuales para mantener las relaciones sociales y entretenernos en los momentos de descanso y ocio. Tras la compra búnker entramos en la compra capricho. Nos entregamos a los aperitivos y acompañamientos para disfrutar de momentos de ocio, tanto conectados como compartiendo series o televisión en familia. Las bebidas también son una parte fundamental en este tipo de compra y protagonizaron incrementos significativos. La cerveza se mantiene como la bebida más demanda y con el mayor aumento (77 %) , seguida del vino (62%) y de las bebidas espirituosas (36%). Las anchoas fueron otro de los productos cuyo consumo se disparó estos días, con un aumento casi del 60%.

En estos días, finales de marzo y principios de abril, otro estudio elaborado por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación refleja que las compras se incrementaron un 22 % respecto a la misma semana del año anterior. Este departamento también constata que se moderó el consumo si lo comparamos con las semanas anteriores, al mismo tiempo que, como ya señalamos, se incrementó la venta de productos que habitualmente se consumen en bares y restaurantes, «como vino, cerveza y bebidas espirituosas, así como chocolate, snacks y frutos secos». Este análisis también destaca cómo en las últimas semanas se ha vendido más harina, otro de los productos estrella de esta cuarentena. Y aunque pasamos más tiempo a la cocina, no pasan por alto la subida en la compra de los platos preparados.

Si el tique medio alcanzó su pico entre los días 11 y 14 de marzo, a finales del mes se fue moderando el gasto. Gastamos lo mismo pero vamos variando de producto. El estudio de Gelt también pone de manifiesto como los jóvenes asumieron la responsabilidad de salir a la compra para proteger a los mayores. Los millennials y los zetas realizaron el 59 % de las salidas, un porcentaje que llega al 82%, si se suma a los integrantes de la siguiente generación, a todos los menores de 50 años. Mientras que los mayores solo realizan un 6% de ellas. No son los datos de Simón, pero oye, tampoco están mal.