El aire libre, el agua y la luz: así fue la desescalada en 1918

Iago García
Iago García REDACCIÓN | LA VOZ

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Fotografía del archivo de La Voz, tomada en 1919 a la salida de un mitin celebrado en el Teatro Linares Rivas en los Cantones de A Coruña
Fotografía del archivo de La Voz, tomada en 1919 a la salida de un mitin celebrado en el Teatro Linares Rivas en los Cantones de A Coruña ALBERTO MARTÍ VILLARDEFRANCOS

Ese año, la mal llamada «gripe española», mataba a decenas de millones de personas en todo el mundo. En octubre, el Gobierno Civil de la provincia de Burgos, promulgaba una serie de consejos para combatir la pandemia y entre ellos destacaba el de «estar en el campo el mayor tiempo posible»

10 may 2020 . Actualizado a las 17:08 h.

Entre 1918 y 1920 otra pandemia asolaba al mundo. El primer caso se notificaba el 4 de marzo de 1918 en soldados estadounidenses en Fort Riley (Kansas, Estados Unidos), aunque no está claro si el origen de una gripe que causaría unos 50 millones de muertos fue ahí o en China. La mal llamada «gripe española» -se produce durante la I Guerra Mundial y todos los países en la contienda para no minar la moral de sus tropas y ciudadanos se la atribuyeron a nuestro país, que se mantuvo neutral en el conflicto bélico- fue una pandemia que la censura ocultó en medio mundo, pero sin embargo en España los periódicos de entonces informaban sobre un virus nuevo y más peligroso que la gripe anterior. Ya no solo afectaba a niños y ancianos. Adultos jóvenes y sanos también la sufrían con mortales consecuencias. Algo, que como ocurre ahora con el coronavirus, obligaba a las autoridades sanitarias de entonces a instar a la población a protegerse.

¿Quiénes eran los Fernando Simón de entonces?

Sobre este asunto arrojó luz hace unas semanas una publicación en Instagram del Archivo Municipal de Burgos. En ella aparece una imagen del «BOE» de aquella época: un Boletín Oficial Extraordinario que publicaba el 4 de octubre de 1918 el gobernador provincial, Andrés Alonso López. Lo hacía tras haber presidido una reunión de la Junta Provincial de Sanidad «vista la comunicación del Inspector provincial de Sanidad manifestando que la epidemia de gripe aparecida hace algunos días en la Capital y en algunos pueblos de la provincia se extiende considerablemente, invadiendo numerosos pueblos y produciendo mortalidad».

Leyendo la circular, hay cosas que recuerdan a algunos casos recientes en los que se han saltado a la torera las medidas de confinamiento -desde que empezó el estado de alarma el pasado 14 de marzo se han puesto 800.000 multas en toda España-. En concreto se cita la «imprudencia» de algunos pueblos «de celebrar las fiestas de la localidad, dando origen con ello a que se haya difundido rápidamente la epidemia de gripe entre el vecindario, creando con ello situaciones angustiosas para dichos pueblos». La cosa incluso se pone seria y el gobernador eleva el tono: «vuelvo a reiterar a los que todavía no estén convencidos del grave peligro que esto encierra, que se abstengan terminantemente de celebrar dichas fiestas o reuniones». Frases estas, que bien podrían haber salido estos últimos días de las bocas del ministro de Sanidad, Salvador Illa o del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.

Los incumplimientos mencionados provocaban dramáticas consecuencias, refiriéndose en particular a Los Balbases, «donde fueron unos mozos a la función de Villaquirán, contrayendo allí la enfermedad y habiéndose celebrado a continuación los festejos en el primero de dichos pueblos, en pocos días llegó el número de atacados a 800, de los 1.200 vecinos que lo habitan, nos ha servido de ejemplo además de ser aconsejado ya por la ciencia antes de ahora».

[Consulta aquí la página de La Voz que el 3 de octubre de 1918 se hacía eco de la propagación de la gripe]

¿Cómo eran las medidas de confinamiento y distancia social en la España de hace un siglo?

La respuesta es que bastante similares a las de las fases 0 y 1 en las que estamos inmersos en estos momentos. En el apartado de consejos y advertencias para evitar la propagación de una infección que «se propaga por las gotitas de saliva que despide el que habla, tose, etc, a nuestro lado» se recomendaba evitar «locales cerrados, mal ventilados, donde se reúne mucha gente como tabernas, cafés, etc.». Además de la «limpieza de las casas», había un mensaje específico sobre la distancia social, aunque eso sí, de elementos de protección personal como mascarillas o guantes, no hay ni rastro en el archivo.

Párrafo en el que se detallan las medidas que propone el gobernador provincial de Burgos para mejorar la situación frente a la pandemia. Como actualmente con el coronavirus, el confinamiento y el distancia social eran los principales
Párrafo en el que se detallan las medidas que propone el gobernador provincial de Burgos para mejorar la situación frente a la pandemia. Como actualmente con el coronavirus, el confinamiento y el distancia social eran los principales

«Estar en el campo el mayor tiempo posible porque -y destacaba el texto en negrita- el aire libre, el agua y la luz son los mejores desinfectantes en esta ocasión». Era así como se pretendía vencer al enemigo viral y alcanzar... ¿sería también de aquella una «nueva normalidad»? Además y como colofón al argumentario se señalaba «desoír a los ignorantes que os invitan a beber alcohol o consumir tabaco como remedios preventivos por ser sus efectos en esta ocasión más nocivos que nunca». Y eso que en 1918 no había ni grupos de WhatsApp ni eran aún imaginables las redes sociales para extender los bulos ¿Qué te parece haber desempolvado este documento?

       

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