Illa explica el avance del País Vasco frente Valencia: «Hacer test rapidísimo y tener los resultados en 24 horas»

La Voz REDACCIÓN

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El ministro insiste en que hay que tener «prudencia» durante la desescalada

12 may 2020 . Actualizado a las 18:18 h.

El ministro de Sanidad, Salvador Illa, recalcó en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros que ante una posible nueva oleada de la pandemia del coronavirus «la clave para no tener que retroceder por un rebrote es la responsabilidad individual: distancia interpersonal, lavado de manos y el uso de mascarilla cuando sea necesario. Es lo fundamental. Hay que actuar con mucha prudencia». Y desechó la idea de nuevo de hacer test para todos como se plantea Wuhan, foco del virus tras varios rebrotes. «Lo más importante es tener un buen sistema de salud con la ayuda de los rastreadores. Llevamos hecho más de 1,7 millones de PRC, 800.000 test rápidos. Los test se tienen que realizar a personas que presentan sintomatología o a grupos de riesgo», aseguró. 

El ministro hizo especial hincapié en varias ocasiones en la importancia de la atención primaria en esta fase y explicó que los rastreadores de vigilancia son un complemento más que aún está viendo su eficacia real. «Lo más importante es una buena red de atención primaria, las aplicaciones de rastreo pueden ser de apoyo, pero hay que asegurarse muy bien de que son eficaces. Estamos siguiendo todo lo que se está haciendo a nivel europeo», explicó. 

«Creemos que hay que mantener las franjas horarias, eso ayuda a que debemos actuar con prudencia y cuidado frente al virus. Es cierto que se permite mover estas franjas en horquillas de dos horas», explicó el titular de Sanidad. Con respecto a la posibilidad de que los estudiantes puedan viajar a los pisos en los que vivían para recoger apuntes, «la movilidad sigue siendo un factor clave y los expertos nos recomienda que aún hay que tener restricciones», detalló.

También hizo referencia en varios momentos a las distintas quejas de las comunidades autónomas sobre el pase o no a la fase 1 y recordó que «desde el principio de esta epidemia el presidente indicó que no íbamos a tener ninguna polémica con ninguna comunidad autónoma», subrayando que han apostado por la cogobernanza «porque es importante contar con los que tienen a su cargo los servicios de salud y conocen bien el territorio».

«Cualquier comunidad que plantee restringir alguna de las medidas previstas en las fases, el Gobierno tiene una predisposición favorable a concederlo. Únicamente estamos trabajando en una reconfiguración de fases para la España rural, que algunas actividades puedan adelantarse teniendo en cuenta las especificidades de los territorios», explicó Illa. 

El ministro también hizo una defensa del trabajo de todos los expertos que están trabajando en validar y cotejar si las comunidades deben pasar de fase o no, y recalcó que «los técnicos del ministerio hacen su trabajo con total independencia», refiriéndose especialmente a la polémica con Valencia. «Los tres principios que rigen este proceso son prudencia, prudencia y prudencia. Esto no es una carrera, vamos a atenernos a un conjunto de criterios que se explicaron desde el principio», añadió

E insistió en que «el Gobierno no oculta nada, está explicado cómo se va a proceder, cómo progresa de fase cada comunidad autónoma. Después de hacer una reunión bilateral con la comunidad autónoma se elabora un documento que es una orden ministerial. El País Vasco progresó de fase porque lo solicitó y porque cumplía los requisitos. Esta es una decisión muy compleja que pone mucho énfasis en tener un buen procedimiento de detección precoz. Hacer test rapidísimo y tener los resultados en 24 horas. Ahora esto es fundamental».  

Este martes, un abogado valenciano ha presentado una querella ante el Tribunal Supremo contra el ministro de Sanidad precisamente por entender que ha cometido un delito de prevaricación administrativa por no autorizar el pase de toda la Comunidad Valenciana a la fase 1. Luis Vericat se basa en las declaraciones públicas del presidente Ximo Puig y de la consejera de Sanidad, Ana Barceló, para concluir que de ellas «se desprende que la decisión del ministro de Sanidad se ha adoptado de manera totalmente arbitraria».