La gestión del Gobierno vasco sobre el covid-19 complica la campaña al PNV

Gonzalo Bareño Canosa
Gonzalo Bareño MADRID / LA VOZ

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El lendakari Iñigo Urkullu
El lendakari Iñigo Urkullu Gobierno Vasco | Europa Press

Urkullu afronta las elecciones de julio con protestas y división en el voto nacionalista

18 may 2020 . Actualizado a las 09:11 h.

Al igual que Alberto Núñez Feijoo en Galicia, el lendakari Íñigo Urkullu no se ha librado de que la oposición le acuse de optar por celebrar los comicios autonómicos del País Vasco en el mes de julio pensando en su propio interés electoral.

En este caso, sin embargo, los datos indican que no se trataría de aprovechar en su favor la gestión de la crisis atendiendo a los buenas cifras de contagios en su territorio, de lo que se acusa a Feijoo, sino más bien de que la situación no empeore. Las encuestas previas al 5 de abril, fecha en la que estaba fijada en principio la llamada a las urnas, daban al PNV una amplia victoria, sin descartar incluso la mayoría absoluta. Pero ahora las cosas parecen habérsele complicado a Urkullu. 

Improvisación de medidas

Pese a que las negociaciones con el Gobierno central para las sucesivas prórrogas del estado de alarma han permitido al Ejecutivo vasco ser el único que puede autorizar la movilidad interprovincial en su territorio, y a que el Ministerio de Sanidad le autorizó a pasar a la fase 1, el lendakari tuvo que reconocer que el País Vasco no estaba preparado para ello.

La gestión de ese pase a la fase 1 ha sido confusa y los vascos tuvieron que esperar hasta el domingo 10 de mayo por la noche para enterarse de que el Boletín Oficial del País Vasco fijaba más restricciones a la movilidad que el resto de autonomías alegando por un «plus de prudencia y seguridad». 

Imagen de aliado de Sánchez

La cogobernanza que exigía el Gobierno vasco se ha traducido a juicio de la oposición en improvisación, que es de lo que Urkullu acusaba precisamente a Pedro Sánchez. De momento, lejos de poder moverse entre los territorios históricos de Euskadi, los ciudadanos vascos ni siquiera podrán salir de sus municipios en una misma provincia, al contrario que en otras comunidades, excepto en casos debidamente justificados. Y tampoco se pueden celebrar en el País Vasco encuentros de más de diez personas, como el resto. Una medida que también se improvisó porque no figuraba en el decreto aprobado por el Gobierno de Vitoria.

La necesidad de recuperar las competencias en Seguridad antes de que se celebren las elecciones en julio ha forzado al PNV a apoyar al Gobierno de Sánchez en las prórrogas del estado de alarma. Algo que podría afectar negativamente al partido en los comicios autonómicos en el sector del nacionalismo más independentista. EH Bildu se ha abstenido en todas las votaciones celebradas hasta ahora excepto la primera, lo que ha contribuido a que el estado de alarma se amplíe, pero evitando la imagen de un pacto con el Gobierno central.

Urkullu ha optado por celebrar las elecciones en julio consciente de que retrasarlas hasta octubre sería un riesgo porque la situación económica en el País Vasco y en el resto de España se va a complicar mucho en los próximos meses, con un fuerte incremento del paro y una difícil recuperación económica, lo que será patente una vez que termine la temporada de verano y la aportación del turismo a la economía regional haya sido mucho menor que en anteriores ejercicios. 

Protestas del sector sanitario

Tampoco se ha librado Urkullu de las críticas de los profesionales sanitarios por la falta de medios. Algo que quedó reflejado en la visita del lendakari al hospital de Cruces, en Baracaldo, el mayor del País Vasco, donde los trabajadores le recibieron con gritos «¡fuera, fuera!». Algo muy poco habitual en Euskadi.

En las críticas a Urkullu por la gestión de esta crisis es prácticamente en lo único que coinciden el PP, Ciudadanos, y Elkarrekin Podemos y EH Bildu. El otro punto de presión para el PNV es la muerte de dos trabajadores en el derrumbe del basurero de Zaldíbar, del que el pasado sábado se cumplieron cien días sin que haya sido posible recuperar todavía los cuerpos, lo que ha multiplicado los actos de protesta.

El PNV ha sufrido por otra parte ataques en seis de sus sedes con lanzamiento de pintura y grafitis en sus fachadas llamando asesinos a sus dirigentes por la situación del preso de ETA Patxi Ruiz, en huelga de hambre y sed por el hecho de que no se le permita salir de prisión por la crisis del coronavirus, como reclama.

Torra se niega a seguir el camino del País Vasco y Galicia y congela las elecciones

 La Voz 

Quim Torra se niega a seguir el camino del País Vasco y Galicia y opta por congelar las elecciones en Cataluña. El presidente de la Generalitat no podrá fecha a las autonómicas como le reclama su socio de Gobierno, ERC, por la situación creada por la pandemia del coronavirus, «por responsabilidad y rigor». Una idea que repitió la portavoz del Govern, Meritxell Budó, tras la petición de consensuar un calendario electoral planteada ayer por el líder de ERC, Oriol Junqueras. «No es el momento de abordar un proceso electoral; por responsabilidad no lo podemos hacer», dijo. 

Escisión

El partido de Torra, el PdeCat atraviesa una profunda crisis sin candidato y con una escisión en marcha. La ex coordinadora general del PdeCat Marta Pascal solicitó la baja como militante del partido el pasado 27 de abril, tras su progresivo alejamiento de la dirección y sus discrepancias con la línea marcada por Carles Puigdemont al frente de JxCat. Pascal dirigió la formación heredera de la antigua CDC desde su fundación en el 2016 hasta su dimisión en el verano del 2018.