El BCE no escatima: amplía la potencia de su plan antivirus hasta los 1,35 billones

Mercedes Mora REDACCIÓN / LA VOZ

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Boris Roessler | DPA

Supera las expectativas y eleva en 600.000 millones su programa de compras de deuda

04 jun 2020 . Actualizado a las 18:34 h.

Una y no más, Santo Tomás. Debió pensar Christine Lagarde cuando a mediados de marzo se dio de bruces con la realidad y comprobó, de la forma más cruda, que no son tiempos estos para las tibiezas. Preguntada entonces, con la pandemia ya campando a sus anchas por el continente, por lo que haría el BCE si las primas de riesgo volvían a las andadas de la última crisis, respondió: «No estamos aquí para reducir las primas de riesgo. No es la función del BCE. Hay otras herramientas y actores que pueden abordar estos asuntos». Pasmados dejó a muchos. Eso, y el camino despejado para el ataque, que no se hizo esperar. Le llovieron las críticas. Todo un señor desliz de expolítica metida a banquera central.

Después de aquello, aprendió la lección. Y abrazó sin miramientos la doctrina Draghi. Y su famoso conjuro: whatever it takes. Lo que haga falta para mantener la situación bajo control.

Sabía la presidenta del BCE que este jueves no podía decepcionar al mercado. Ni un paso más en falso. Y no lo hizo. Sobre la mesa, otros 600.000 millones de euros para alimentar el programa de compra de activos para combatir los efectos de la pandemia (PEPP, que es como se llama), lanzado en marzo por la institución. Lo que eleva su potencia de fuego hasta los 1,35 billones de euros.

Y no solo eso. La entidad que preside Christine Lagarde ha decidido también extender la duración del plan. Por lo menos, hasta dentro de un año -o «hasta que termine la crisis del coronavirus»-, cuando estaba previsto que acabase en diciembre. Y reinvertir la deuda que vaya venciendo hasta, al menos, finales del 2022. Y con flexibilidad. Esto es, que el BCE podrá adquirir más deuda de un país que la que le corresponde de acuerdo a su peso en el capital de la institución, como ya ha hecho con Italia; así como comprar activos que hasta ahora no incluía en su cesta, como la deuda griega. Lo que haga falta. Whatever it takes.

Prevé una caída del PIB del 8,7 % este año y una recuperación del 5,2 % en el 2021 Todo un espaldarazo para los países del sur, los más golpeados por la pandemia. Y más de lo que esperaba el mercado. Con casi un tercio de los 750.000 millones del presupuesto inicial del fondo ya consumido, los analistas daban por sentado que de la reunión de este jueves saldría más dinero. Pero no tanto como 600.000 millones.

Manto protector

Pero todavía hay más. A estas compras extraordinarias del PEPP por hasta 1,35 billones hasta al menos junio del 2021 hay que sumar los 20.000 millones mensuales del programa previo, junto con la reinversión de los vencimientos, y otros 120.000 millones adicionales hasta fin de año.

Un manto protector bajo el que guarecerse mientras llega el ansiado fondo de reconstrucción europeo. Las cosas de palacio -y más en el seno de la UE- van despacio. Mejor esperar a cubierto, que a merced de los mercados, nunca piadosos.

Por lo demás, el escenario base en el que se mueve ahora el BCE pasa por una contracción del PIB del 8,7 % este año, a la que seguirá una recuperación del 5,2 % en el 2021 y del 3,3 % en el 2022.