Maduro conmina al Ejecutivo español a retirar la protección a Leopoldo López

Pedro García Otero CARACAS / CORRESPONSAL

ACTUALIDAD

Jorge Rodríguez, ministro de Comunicación de Venezuela
Jorge Rodríguez, ministro de Comunicación de Venezuela Prensa Miraflores

«Hemos dicho que Leopoldo López no es un político, es un criminal [...] ¿Cómo es que ustedes lo mantienen como huésped de la Embajada de España?»

28 jun 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

El ministro de Comunicaciones del régimen de Nicolás Maduro, Jorge Rodríguez, instó a las autoridades españolas a no mantener en su embajada en Caracas a Leopoldo López, dirigente opositor venezolano que escapó del arresto domiciliario en el 2019 e ingresó en la sede diplomática en calidad de huésped.

«Hemos dicho que Leopoldo López no es un político, es un criminal [...] ¿Cómo es que ustedes mantienen como huésped de la Embajada de España a Leopoldo López, si está demostrado que no tiene ningún tipo de vocación democrática?», señaló el portavoz de Maduro. Rodríguez hizo referencia a un artículo publicado por el Wall Street Journal ayer, en el que se señala que López contactó con al menos seis empresas de seguridad (fachadas de mercenarios) antes de hacerlo con Silvercorp, la empresa que finalmente estuvo involucrada en un confuso intento de invasión marina conocido como operación Gedeón.

El artículo también señala que Juan Guaidó, presidente de la Asamblea Nacional y cercano aliado de López en Voluntad Popular, partido al que ambos pertenecen, está bajo la influencia del dirigente que se encuentra en la Embajada de España en Caracas.

Rodríguez pidió a Jesús Silva, embajador de España en Caracas, una «reacción» a las «actitudes conspirativas» de López, señalando que «toda la operación Gedeón» se planificó, supuestamente, desde esa legación democrática, a la que, por cierto, el régimen de Maduro le cortó la electricidad y el gas hace más de seis meses.

A pesar de citar al Wall Street Journal, Rodríguez afirmó que «las grandes corporaciones mediáticas» mantienen «una guerra psicológica de alta intensidad contra Venezuela, su pueblo y el Gobierno legítimo del presidente Maduro», que está cuestionado por las elecciones del 2018 celebradas sin mínimos estándares democráticos.

Este año tendrían que realizarse elecciones parlamentarias, y el régimen de Maduro ha avanzado varios pasos en el objetivo de construir un proceso que no comprometa su control del poder: ha inhabilitado a las juntas directivas de los cuatro principales partidos de la oposición, y hace dos semanas eligió, por la vía del Tribunal Supremo que controla, un Consejo Nacional Electoral que ha sido rechazado por la UE y la Organización de Estados Americanos. En el caso de Voluntad Popular, la apuesta del régimen es más alta. Amenazó con calificarlo de «organización terrorista», lo que implicaría la detención de sus dirigentes.