La Generalitat plantea confinar en casa a los vecinos del Segrià, en Lérida

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Tras el cierre, impone evitar aglomeraciones y las reuniones de más de diez personas. Preocupación en el resto de España por por los 45 brotes activos en 15 comunidades autónomas

06 jul 2020 . Actualizado a las 09:03 h.

«No podemos descartar nada». Con estas palabras se refirió la consejera de Salud de la Generalitat, Alba Vergés, a la situación que se está viviendo ahora mismo en la comarca del Segrià (incluida Lérida capital), que afecta a un total de 210.000 personas.

Tras el rebrote de coronavirus en esa zona, se puede valorar confinar a los vecinos en casa, aunque si se «se hace caso a las medidas» y se interiorizan, no debería hacer falta endurecer el protocolo de actuación, expresó Vergés en una entrevista en Rac1, recogida por Europa Press.

Desde ayer han quedado restringidas las entradas y salidas en el territorio catalán, a no ser por motivos laborales, y se prohíben las reuniones de más de diez personas en el ámbito público y familiar. También se han cerrado los centros de día de ancianos y las visitas a las residencias. Ayer había ingresadas en el hospital Arnau de Vilanova de Lleida, referencia del Segrià, 27 personas, de las cuales cuatro permanecían en la uci. El centro sigue la evolución también de otras tres personas que están aisladas en sus casas y, además, está pendiente de otras once sospechosas de padecer la enfermedad, que ya han sido derivadas a hospitales privados de Lérida.

En este momento, la provincia registra la mitad de los 294 nuevos contagios contabilizados en Cataluña, lo que eleva a más de 73.000 los positivos desde el inicio de la pandemia. El aumento de casos en el Segrià, llevó el sábado al Gobierno catalán a acordar el confinamiento de esta comarca, que mantiene la actividad económica.

La consejera de Salud ha subrayado, en esta situación, la importancia de evitar las aglomeraciones y encadenar las reuniones con más de diez personas distintas.

«Una decisión triste»

Muy crítico con el Gobierno catalán, el alcalde de Lérida, Miguel Pueyo, indicó que las medidas de confinamiento deberían haberse tomado el viernes y expresó que ha sido un mazazo para la ciudad: «Anímicamente ha sido una decisión muy triste». El alcalde ha asegurado también que nadie le ha dicho todavía cuánto durará el confinamiento. «Yo pensé que serían 15 días, pero si va más allá, vamos a tener que pedir compensaciones», expresó.

El confinamiento apenas ha alterado las rutinas de los vecinos en su primer domingo sin poder franquear las fronteras de su comarca, custodiadas por un amplio despliegue policial con 25 puntos de control donde las incidencias han sido mínimas. No obstante, la nueva situación ha hecho mella en los establecimientos comerciales, puesto que en el primer domingo de rebajas en el que podían abrir, la mayoría ha optado por no levantar la persiana. El despliegue policial ha sido más visible en los límites de la comarca, donde desde ayer cerca de 200 mossos blindan las carreteras de acceso al Segrià para que nadie se salte el confinamiento, lo que está sancionado con multas de entre 100 y 600 euros.

El anuncio de que se permitirá el regreso de los vecinos empadronados, sin restricciones, ha relajado a los ilerdenses que pasaban el fin de semana fuera de la comarca y que el sábado fueron sorprendidos con la noticia del cierre del Segrià por el aumento de los contagios.

Preocupación por los 45 brotes activos en 15 comunidades autónomas

El primer fin de semana de la llamada nueva normalidad ha empezado con preocupación. Un día después de que todos los parámetros sanitarios indicaran una evolución negativa de la pandemia (se registraron 174 casos nuevos, frente a los menos de 50 que se notificaban hace dos semanas), la situación se ha complicado. Los datos no fueron actualizados desde el Ministerio de Sanidad, que el viernes anunció que no publicará su informe diario del coronavirus los fines de semana. La inquietud empezó a crecer después de que la Generalitat decidiera confinar a 210.000 personas en la comarca del Segrià. La sombra de la cuarentena volvía a asomar al mismo tiempo que las comunidades anunciaban que 45 brotes (de los 70 que se han detectado desde el inicio de la desescalada) seguían activos a lo largo de todo el país con más de 900 afectados.

Andalucía lidera el ránking con 13 brotes detectados en Málaga, Granada, Almería, Cádiz y Huelva, con al menos 218 casos positivos. Siete de ellos están en fase de control. El más preocupante se ubica en un centro de acogida de la Cruz Roja en Málaga, donde ya se han confirmado 108 positivos.

Las medidas más drásticas se han impuesto en dos edificios en Santander y Albacete. En el caso del cántabro, se han detectado hasta 15 casos en la zona de Castilla-Hermida y sus habitantes no podrán abandonarlo durante diez días. El brote en Albacete comenzó con el contagio de cinco personas de la misma familia y por el momento se ha extendido a cuatro vecinos de otro piso.

Por ahora solo La Rioja y Asturias, así como Ceuta y Melilla, no han notificado ningún rebrote.