Facebook, Twitter y Google dejarán de colaborar con la Policía de Hong Kong

Carmen G. Mariñas, R. P.

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Un manifestante, cubierto por una mascarilla y utilizando su móvil a modo de pancarta, en las protestas contra la ley de seguridad nacional en Hong Kong
Un manifestante, cubierto por una mascarilla y utilizando su móvil a modo de pancarta, en las protestas contra la ley de seguridad nacional en Hong Kong Ivan AbreuSOPA Images via ZUMA | Europapress

Las restricciones de la nueva ley de seguridad nacional amenazan con provocar una guerra fría tecnológica entre China y EE.UU.

07 jul 2020 . Actualizado a las 23:39 h.

Las multinacionales estadounidenses Facebook (que posee también Whatsapp e Instagram),Twitter y Google dejarán de entregar los datos que recogen de sus usuarios a la Policía de Hong Kong, en respuesta a la nueva ley china de seguridad ciudadana impuesta en el territorio.

Las empresas tecnológicas emitieron unos comunicados similares, en los que explicaban que pondrán «en pausa» las peticiones de las Fuerzas de Seguridad de los datos de sus usuarios, mientras determinan si están atentando contra los derechos humanos y analizan las implicaciones de la nueva ley. 

«Creemos que la libertad de expresión es un derecho humano fundamental y apoyamos el derecho de las personas a expresarse sin temor por su seguridad u otras repercusiones», indicaron desde la firma que dirige Mark Zuckerberg.

Por su parte, Twitter afirmó a través de su comunicado que «igual que muchas organizaciones de interés público, líderes de la sociedad civil y colegas de la industria», están «muy preocupados» ante las imposiciones de la ley de seguridad nacional.

Google se sumó a estas reivindicaciones y desde la compañía ya informaron de que empezaron a poner en suspenso las peticiones por parte de las autoridades desde el pasado miércoles «mientras revisan los detalles de la nueva ley».

Además, la aplicación de mensajería Telegram, anunció también su rechazo a las peticiones de datos por parte de las autoridades hongkonesas, hasta que se alcance un acuerdo internacional. El diario Hong Kong Free Press recogió las declaraciones del portavoz, en las que recuerda la importancia que tiene el derecho a la privacidad para la empresa, pero apunta que Telegram sí colaborará con las fuerzas de seguridad en asuntos relacionados con el terrorismo. 

Según informa The New York Times, la normativa ordena una censura policial y una vigilancia digital encubierta, una regulación que puede aplicarse a las conversaciones digitales por todo el mundo. Esta ley permite a las autoridades en Hong Kong controlar cómo se habla sobre la ciudad en cualquier sitio del mundo. Además, el Gobierno ha dejado claro que las penas por no cumplir con la ley podrían resultar en la detención de empleados de las compañías que se nieguen a colaborar con las autoridades.

TikTok, red social propiedad del gigante chino ByteDance, ha ido un paso más allá y ha anunciado que retirará su aplicación de las tiendas digitales en Hong Kong, y la ha hará inoperable para aquellos que ya la tenían descargada a lo largo de la semana. 

La guerra fría tecnológica entre ambas potencias, tal y como la denominan desde The New York Times, ha afectado ya a gigantes tecnológicos chinos como Huawei y ZTE, mientras que las compañías americanas se quejan de los exhaustivos controles digitales que sufren en la China continental, lo que ha impedido que operen en la mayor parte de su territorio. 

Mike Pompeo, secretario de Estado de EE.UU., ha explicado en declaraciones recogidas en el periódico estadounidense, que el Gobierno está considerando bloquear algunas de las aplicaciones chinas, que consideran una amenaza para la seguridad nacional.

Por su parte, Zhao Lijian, el ministro de Asuntos Exteriores chino, defendió la nueva legislación, asegurando que garantizará la harmonía y estabilidad de Hong Kong. 

Esta tensión tecnológica entre ambos países no es nueva. Ya en el 2019, con el auge de las protestas, el Gobierno chino le pidió a Google que retirara algunas publicaciones y un vídeo de YouTube de Anonymus que apoyaban las movilizaciones. Entonces Google se negó, pero con la aplicación de la ley de seguridad ciudadana, si esta situación se repitiera, el gigante americano podría enfrentarse a multas de hasta 11.400 euros, incautaciones de equipo y arrestos de sus empleados, que podrían alcanzar los seis meses de prisión.

La ley, aprobada el 30 de junio y bajo la que ya se han producido las primeras acusaciones de detenidos, es vista por abogados y activistas hongkoneses, según recoge Efe, como el posible fin de los derechos y libertades de las que se goza en la ciudad frente al resto de China, aunque el Gobierno hongkonés insista en que tan solo afectará a una «minoría extremadamente pequeña» de personas.