Una jueza suspende la semilibertad a Junqueras y a otros cuatro presos por el 1-O

Cristian Reino BARCELONA / COLPISA

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De izquierda a derecha, Cuixart, Junqueras, Romeva y Turull saliendo de prisión el pasado 17 de julio
De izquierda a derecha, Cuixart, Junqueras, Romeva y Turull saliendo de prisión el pasado 17 de julio Pau Venteo | EUROPA PRESS

La situación de Forcadell, pendiente del juzgado encargado de su cárcel

28 jul 2020 . Actualizado a las 23:41 h.

Dos semanas. Ese es el tiempo que han podido disfrutar del tercer grado los presos del procés. La titular del Juzgado número 5 de Vigilancia Penitenciaria de Barcelona, María Jesús Arnau, suspendió este martes de urgencia el régimen de semilibertad otorgado a los dirigentes secesionistas por parte del Departamento de Justicia de la Generalitat, titular de las competencias de prisiones en Cataluña.

La magistrada, tras el recurso presentado por la Fiscalía, acordó el «efecto suspensivo» de la calificación penitenciaria para cinco de los presos: Oriol Junqueras, Jordi Sànchez, Jordi Cuixart, Joquim Forn y Raül Romeva. La medida es de aplicación inmediata mientras el juzgado tramita el recurso fiscal. La impugnación afectaba también a Carme Forcadell, aunque su caso debe resolverlo otro juzgado. En el caso de los otros tres presos, Jordi Turull, Josep Rull y Dolors Bassa, la Fiscalía podría presentar el recurso durante los próximos días.

 

Retroceso al segundo grado

La decisión de la jueza cogió a los cinco políticos fuera del penal, ya que desde que les fue concedido el tercer grado, solo tenían que ir a dormir a la cárcel de lunes a jueves, y de viernes a domingo podían estar en sus casas. La situación penitenciaria de los dirigentes independentistas se complica, toda vez que el Tribunal Supremo también se mostró la semana pasada en contra del 100.2 del que disfrutaban con el segundo grado. Es más, revocó su aplicación a Carme Forcadell y acordó que es él como tribunal sentenciador al que le corresponde la última palabra sobre este artículo. En principio, al suspenderse el tercer grado, los internos recuperan de inmediato la situación penitenciaria que tenían antes. Es decir, pasan al segundo grado y pierden los beneficios del 100.2, que les permitía seguir saliendo durante el día para ir a trabajar o hacer labores de voluntariado de lunes a viernes.

Oposición de la Fiscalía

La semana pasada, el Supremo determinó que los recursos de la Fiscalía contra los 100.2 de los presos o el tercer grado paralizarían su ejecución. Este cambio respecto a lo que ocurría hasta la fecha estaba previsto para el recurso de apelación. No obstante, el juzgado de vigilancia penitenciaria, que hasta ahora había validado todos los permisos por el 100.2, ha paralizado el tercer grado a las primeras de cambio. Es una decisión cautelar, mientras tramita el recurso, de forma urgente y preferente. Las partes tienen tres días para presentar alegaciones.

La Fiscalía argumentó que, a su juicio, el tercer grado de los dirigentes secesionistas crea una «sensación de impunidad en la sociedad». Esgrimió además la gravedad de las penas (de nueve a trece años por sedición) y que solo llevaran seis meses de segundo grado cuando accedieron al tercero. «No puede obviarse la gravedad del delito», señaló. La mayoría de ellos no han cumplido la cuarta parte de la condena, apuntó, y ninguno se ha sometido a un programa de tratamiento por el delito de sedición.

Torra intenta confundir a la gente al identificar la aplicación de una decisión judicial con España

El independentismo cargó con todo y calificó la decisión de «venganza» y «ensañamiento» por parte de la Justicia española. Las fuerzas secesionistas organizaron ayer un acto de despedida a las puertas de la cárcel de Lledoners, en Barcelona. «¿Es este el diálogo que ofrece España?», se preguntó el presidente de la Generalitat, Quim Torra, en su reacción a la decisión de una jueza sobre los presos del procés.

En Twitter, criticó la decisión judicial alertando de que «la ley no prevé una venganza como respuesta» y, en un momento en el que sigue sin fecha la mesa de negociación con el Gobierno, con la intención de confundir a la gente al identificar una decisión judicial con España. «No son justos, ni hacen justicia, aplican la venganza», expresó, por su parte, el líder de ERC, Oriol Junqueras. «Nos tienen miedo», desafió. Y para reto, el que lanzó Jordi Cuixart: «Tenéis todo el derecho del mundo a desobedecer. No tenéis ninguna obligación de obedecer las leyes injustas. No tengáis ningún miedo a la cárcel, no tengáis ningún miedo a la represión», dijo antes de entrar a la prisión.