Las víctimas laborales de la pandemia: 1,35 millones de empleos destruidos

A. Balseiro, G. Lemos REDACCIÓN / LA VOZ

ACTUALIDAD

Miguel Souto

Según la EPA, en el confinamiento solo trabajaron 13,9 millones de personas

29 jul 2020 . Actualizado a las 09:27 h.

«Drama», «brutal» o «desastre» fueron algunos de los calificativos más repetidos ayer para definir los datos de la encuesta de población activa (EPA) del segundo trimestre, el peor de la historia para el empleo desde que hay registros. La estadística con la que el INE toma la temperatura al mercado laboral muestra la profundidad del daño provocado por la pandemia: entre abril y junio -los momentos más duros del confinamiento y la desescalada- se destruyeron más de un millón de empleos, cifra que rebasa los 1,35 millones desde el inicio de la crisis sanitaria, al sumar al 1.074.000 de este segundo trimestre las 285.000 personas que perdieron su empleo en los tres meses precedentes. Las claves de esta EPA sin precedentes:

OCUPADOS

Los mayores números rojos de la serie histórica. Los 1.074.000 empleos que ha pulverizado el covid en el último trimestre superan el peor récord hasta la fecha: los 770.899 puestos de trabajo que se perdieron en el primer trimestre del 2009, en el arranque de la crisis financiera. De este modo, la destrucción de empleo -en un trimestre en el que habitualmente se crea por el inicio de la campaña estival- deja el número de ocupados en 18,6 millones, la cifra más baja en cuatro años. 

TRABAJO EFECTIVO

Solo el 35 % de las personas en edad de trabajar lo hicieron. El INE recuerda que en las cifras siguen computando como activos los trabajadores afectados por expedientes de regulación temporal de empleo, pues recuperarán sus puestos cuando concluya la suspensión del contrato. Sin embargo, aunque no impacten en términos de subida del paro, sí lo hacen en el cómputo de las horas efectivamente trabajadas -igual que otro tipo de ausencias, como por enfermedad o vacaciones-, que se desplomaron casi un 23 % en el trimestre. Por ello, una de las cifras más llamativas de la EPA y que mejor permite medir el golpe real del virus en el mercado laboral, es que solo 13,9 millones de personas siguieron efectivamente trabajando durante el confinamiento (poco más de un tercio de la población en edad de hacerlo). Los otros 4,7 millones que restan hasta los 18,6 de ocupados, no trabajaron por otras razones, como estar en ERTE o ser autónomos que cerraron su negocio.

PARADOS

Un incremento de 55.000 personas. En contraste con la abultada destrucción de empleo, el número de parados solo subió en 55.000 personas en el trimestre, situando en 3.368.000 la cifra total de personas que buscan trabajo y elevando nueve décimas, hasta el 15,33 %, la tasa de paro respecto a los tres meses anteriores (un 1,3 % interanual). ¿Qué explica este discreto incremento del desempleo? Por un lado, las medidas paliativas adoptadas por el Gobierno (caso de los ERTE), ya que no se contabilizan como parados los trabajadores afectados, y por otro, que muchas de las personas que han perdido su empleo tampoco computen como paradas porque el confinamiento y el cerrojazo de la actividad les impidió buscar activamente empleo, condición exigida para sumarlos como parados.

INACTIVOS

La categoría creció en más de un millón de personas. La población inactiva se incrementó en 1.062.800 personas, ya que el referido confinamiento y cierre de empresas impidió buscar empleo a 1.628.500 ciudadanos en disposición de hacerlo.

Tipología

La destrucción se ceba con los temporales. Los más castigados por esta crisis han sido los trabajadores por cuenta ajena (del total de empleos perdidos, 1.033.300 eran asalariados) y, dentro de estos, aquellos con contrato temporal, con un descenso de 672.000, casi el doble que los indefinidos. Por sectores, los servicios concentran el 80 % de las bajas (816.900).

La ocupación en Galicia retrocedió en 32.600 personas

En Galicia fueron 32.600 las personas que se quedaron sin trabajo entre abril y junio. Dos de cada tres (22.000), hombres, y la tercera, mujer (10.600). Pese al impacto de la crisis, la cifra total de ocupados en la comunidad se mantiene por encima del millón: 1.050.400, computando a los trabajadores afectados por ajustes temporales de empleo.

Por contra, la encuesta del INE también muestra que -a diferencia de la tendencia del conjunto del país- el paro en la comunidad bajó en 14.200 personas, dejando el número de desempleados en 142.500. Así, la tasa de paro en Galicia retrocede hasta el 11,95 %, tres puntos por debajo de la media nacional y la quinta más baja entre las comunidades.

Sin embargo, la comparativa anual muestra que el número de desempleados es ahora superior en 2.200 personas, aunque en un avance relativo casi tres veces menor que el de España.

El impacto de la crisis sanitaria golpeó el mercado laboral gallego en todos los sectores, aunque con especial intensidad a los servicios, que perdieron 19.200 ocupados. Le siguen la industria (7.400), la construcción (4.500) y el sector primario (1.600). Comparado con doce meses atrás, la ocupación retrocede en los servicios y la agricultura, pero sube en la construcción y la industria.

La EPA también revela que, como es habitual, la destrucción de empleo se ceba con los trabajadores más precarios. En el segundo trimestre en Galicia había 850.000 asalariados, de los que 662.000 tenían contrato indefinido y los 188.000 restantes, temporal. Respecto al período de enero a marzo, el número de trabajadores indefinidos subió en 8.700 personas (un 1,3 %), lo que contrasta con la caída de los temporales, que retrocedieron en 30.800 personas (más del 14 %), una evolución que replica lo ocurrido en la anterior crisis.

También subió un 3,4 % la tasa de paro entre los jóvenes, situándose en el 26,1 %, más del doble que la general, con una tasa de temporalidad que supera el 50 %, concretamente el 54,6 %.

En lo que respecta a las principales ciudades, el mayor porcentaje de parados lo registra Ferrol (15,8 %), mientras que en Lugo está el más bajo (el 9 % ).

Calviño cifra en 20.000 personas al día los trabajadores que salen de los ERTE en julio

  

En la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, la vicepresidenta tercera del Gobierno y ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, aseguró que los datos de la EPA son «coherentes» con las previsiones económicas del Ejecutivo y destacó el papel protector del empleo que habían tenido los ERTE.

En concreto, subrayó que este instrumento había logrado que, a diferencia de crisis anteriores, la caída de la ocupación haya sido inferior a la del PIB. Recordó que los ERTE habían protegido el empleo de 3,4 millones de trabajadores en el peor momento de la crisis sanitaria (a finales de abril), de los que 2,2 millones (el 64 % del total) se habían reincorporado ya a sus puestos. Añadió, además, que el ritmo de salida de los ERTE en julio está en unas 20.000 personas al día, frente a las 36.000 diarias de junio que confirmó la secretaria de Estado de Economía poco antes. La previsión del Ejecutivo es que este mes el número de afiliados a la Seguridad Social se incremente en 200.000 personas.

El teletrabajo se multiplicó por cuatro en un año, con tres millones de empleados

 

La EPA también certifica cómo se extendió el teletrabajo durante el segundo trimestre debido al confinamiento obligado por la pandemia. Así, entre abril y junio algo más de tres millones de personas (el 16,20 % de los ocupados) trabajaron desde su domicilio más de la mitad de los días, frente al 4,81 % de doce meses antes, lo que supone que el uso de esta modalidad laboral se multiplicó por cuatro.

La encuesta del INE también destaca en esta ocasión que los horarios «atípicos» disminuyeron en el período respecto al mismo trimestre del 2019. Así, el porcentaje de quienes trabajaron algún sábado en el último mes fue del 27,4 % frente a casi el 37 % del año anterior. La moderación -aunque menos acusada- se repite con la obligación de trabajar los domingos (el 15,77 % frente al 22,66 %); por las tardes más de la mitad de los días, que retrocedió seis puntos, hasta el 13,53 %; y por las noches, que pasó del 6,12 % del 2019 a apenas el 4 %. También re redujo el porcentaje de asalariados con jornada partida.