Tres jóvenes muertos en el incendio de un piso patera en la barrio de la Barceloneta
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Pagaban 700 euros por vivir en un casa de 30 metros cuadrados
15 ago 2020 . Actualizado a las 11:01 h.Tres hombres murieron ayer y otro se encuentra en estado crítico en el Vall d'Hebron tras un incendio que se declaró en los bajos de un edificio en el barrio de la Barceloneta de Barcelona. Otros tres hombres resultaron heridos de carácter leve. Todos vivían en un piso patera de apenas 30 metros cuadrados por el que pagaban 700 euros mensuales. La casa contaba con una única litera y casi todos dormían en el comedor, sobre el suelo.
La principal hipótesis es que las llamas se generaron por un cortocircuito provocado por unas baterías que se guardaban bajo la litera. Cuando llegaron los bomberos y los Mossos ya se encontraron con una carga de fuego muy importante, según un portavoz del cuerpo, y al acceder a la vivienda localizaron los cuerpos. La luz del piso estaba pinchada ilegalmente al circuito eléctrico.
Los tres fallecidos, Sarfraz, Abusafian y Mazar eran de Jajokey, localidad cercana a Gujranwala, en la región del Punyab, en Pakistán. A Sarfraz se le veía cada día pateando la arena de las playas de la Barceloneta ofreciendo mojitos y escondiéndose de la policía. Estaba casado y tenía dos hijos de corta edad. Abusafian, el más joven de los tres, sobrevivía ofreciendo cerveza y refrescos en las playas de Barcelona. Mazar pasaba horas dándole a los pedales, intentando convencer a alguno de los pocos turistas que este año circulan por la capital catalana de que se dieran una vuelta en su bici taxi eléctrica. El herido grave es Qamar, hermano de Mazar y con quemaduras graves, atendido en la unidad de críticos del Hospital Vall d'Hebron. Los cuatro compartían desde hace unos cuatro o cinco años unos bajos en la Barceloneta, el característico piso patera, junto a Faysal -hermano de Qamar y Mazar- y a Qadeer.
Las distintas versiones recabadas coinciden en señalar que los tres fallecidos no consiguieron salir del piso y se vieron atrapados por las llamas. No lograron abrir una puerta que desde el otro lado intentaba desesperadamente tirar al suelo Qamar, que ahora se debate entre la vida y la muerte.