Quién es quién en las protestas antimascarillas: del profesor de yoga que dice que estamos en guerra al agricultor de la cura milagrosa

María Hermida
María Hermida PONTEVEDRA

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Jesús Hellín

Hay nombres propios en el movimiento que duda de la existencia del coronavirus más allá de Miguel Bosé. Sus perfiles son diversos, polémicos e irreverentes

28 ago 2020 . Actualizado a las 13:05 h.

En un vídeo, megáfono en mano, una de las personas que el domingo acudió a la manifestación que se celebró en Madrid en contra del uso de las mascarillas, que según fuentes de la Delegación del Gobierno reunió entre 2.500 y 3.000 personas, sentencia: «Aquí no hay nadie más importante que nadie, todos somos los de abajo luchando contra los de arriba». Pero lo cierto es que en este movimiento, que además de protestar contra la obligatoriedad de llevar cubrebocas pone en duda la existencia del coronavirus, habla de «falsa pandemia» o señala que los asintomáticos son personas sanas y por tanto no transmiten el covid-19, empiezan a sonar algunos nombres más allá del de Miguel Bosé, un artista que apoya la causa pero que no se dejó ver por la concentración de Colón. 

¿Quiénes están detrás de estas protestas? Uno de los impulsores, tal y como él mismo explica a través de distintos canales, es Fernando Vizcaíno, valenciano y profesor de yoga. Aunque le suspendieron la actividad de su canal más conocido (Revelión en la granja, con algo más de 6.000 seguidores) por incumplir las normas de Youtube, mantiene abiertos otros desde los que insiste en un mismo mensaje. Dice que a los ciudadanos se les ha privado «de todo tipo de libertad», señala que estamos en lucha y llama a librar «la guerra más importante de la humanidad». Se centra una y otra vez en señalar que todo lo relacionado con la pandemia «es una farsa» y que estamos viviendo una dictadura del terror. Nunca identifica del todo al supuesto enemigo en esa guerra, a veces habla de «grandes corporaciones», de «las élites» o incluso de la banca internacional. Una y otra vez, sin argumento alguno, dice en que él representa «al pueblo que ha empezado a cabrearse».

Vizcaíno suele citar en sus vídeos a otras dos personas. Una de ellas es Ricardo Delgado Martín, que también abandera la causa y niega la existencia de la pandemia que está causando miles de muertos. Lo hace a través de distintos canales, entre ellos La Quinta Columna, en Youtube, que también fue suspendido de actividad por incumplir las normas. En su caso, en sus redes sociales indica que su actividad profesional estuvo o está relacionada con el fitness y dice también que es graduado en Estadística y que tiene un máster en Bioestadística. Su principal ataque es a los medios de comunicación, a los que califica de terroristas de forma continua. Tampoco da argumentos. 

Otra de las referencias continuas de este movimiento remite a Luis de Miguel Ortega. Se trata de una persona que señala que en su día ejerció la enfermería y que ahora asegura que es abogado. Concretamente, dice que se dedica a luchar contra la supuesta «corrupción médica» y a denunciar «negligencias y abusos» a los pacientes. Su discurso coincide en gran parte con los de los antivacunas y también da consejos a quienes fueron sancionados por no llevar mascarilla o por incumplir alguna de las numerosas normas decretadas desde el inicio de la pandemia. 

Asimismo, otra de las voces que anima a no usar mascarilla es la de un personaje bien conocido de la Movida madrileña. Se trata de la poeta y fotógrafa Ouka Leele, que en la manifestación del domingo invitó a los asistentes a quitarse el miedo al virus y respirar. Las palabras de Leele, cuyo nombre real es Bárbara Allende Gil de Biedma (una de las artistas fetiches de la Movida y prima de Esperanza Aguirre) ya tuvieron repercusión hace un mes, cuando pregonó que prefería los abrazos a las mascarillas para protegerse del coronavirus.

Y si hay que citar a alguien que recibió una auténtica ovación en la plaza de Colón madrileña ese es, sin duda, el irreverente y polémico agricultor catalán Josep Pàmies, gurú de las pseudoterapias denunciado en numerosas ocasiones por la comunidad médica y científica. Entre los numerosos infundios que Pàmies ayudó a divulgar está la relación de las vacunas con el autismo o poner en duda la existencia del sida. Eso sí, sus argumentos, como los de muchos otros miembros de este movimiento negacionista de la pandemia, se revisten de activismo contra los poderes gubernamentales o económicos. Pàmies propone para el coronavirus la cura milagrosa con la que asegura que también se puede afrontar el cáncer. Se trata del clorito sódico, una sustancia que, tal y como advierten los médicos puede resultar dañina para la salud.